No consideró Fernández Romo justo el resultado pero sí «insuficiente» el partido realizado por su equipo para haberse quedado con todo el premio. «Todos teníamos la ilusión de empezar el año ganando en casa, delante de la afición y logrando una tercera victoria consecutiva, algo que no habíamos hecho todavía», recordó. Pero no pudo ser. En su opinión, a sus hombres les había «pesado el inicio de partido», en el que no habían sido «capaces» de adaptarse ni ajustarse bien «a la estructura que han presentado ellos de tres centrales y poblando mucho por dentro». En parte, lo resolvió el Racing en el segundo tiempo pero ahí considera que sus jugadores no estuvieron «excelsos o faltó velocidad de balón o criterio el algunos tipos de movimiento».

Sostuvo el técnico verdiblanco que su equipo había «generado suficiente» tras el descanso como para, al menos, haberse puesto por delante. En concreto, habló de los nueve córners que botó, el balón al larguero o «las situaciones claras» que tuvo para marcar. «Fue insuficiente pero el equipo lo ha intentado hasta el final, que es otra parte de lo que buscamos», resaltó. Se quedó con la duda de ver qué habría sucedido si los suyos se hubieran puesto por delante pero lo cierto es que también lo pudo hacer el Sanse. «Lo hemos intentado de todas las formas y con las formas que hoy (por ayer) podíamos porque no hemos estado excelsos ni finos en muchas de las piernas que había en el partido. Y cuando eso pasa, es mucho más difícil encontrar la finura de cara a portería», apuntó.

Rival con criterio. «No hemos tenido más corazón que cabeza. Si hubiera sido así, a lo mejor perdemos», sentenció Fernández Romo. Éste destacó que su rival había demostrado tener «mucho criterio arriba para hacer daño». Sobre todo, en un primer tiempo en el que dio la sensación de que el Racing iba siempre «por detrás de ellos, pero no por un tema de actitud». Cree que, más allá de eso, al conjunto cántabro le había «faltado paciencia, tranquilidad y darse un poco más de tiempo a la hora de construir, ya que a veces los laterales salían libres pero luego no pasaba nada». «Teníamos que haber estado más tranquilos para un mejor juego posicional y ayudar a llevar la pelota más cómoda. En la segunda parte lo hemos mejorado pero no ha sido suficiente», subrayó.

Tuvo que decidir ayer el entrenador si variar su dibujo inalterable para contrarrestar la superioridad por dentro que logró generar el Sanse o mantenerlo. Apostó por eso último teniendo en cuenta que no pudo meter «más frescura por dentro» por las bajas de Fausto Tienza por sanción y de Sergio Marcos por sufrir síntomas gripales por mucho que diera negativo por Covid. «Lo hemos intentado pero es lo de siempre, igual hacemos otra cosa y ganamos o también perdemos», precisó.

Para contrarrestar ese problema táctico que se planteó, sabía que necesitaba que los laterales hicieran «más daño», pero no lo consiguieron. «Sobre todo, en la salida de balón, que avanzaran para hacer que se abrieran al defender y ahí encontráramos alguna situación», precisó. Poco se vio. Aún así, el encuentro cambió en el segundo tiempo aunque Fernández Romo recordó que también pudo ser por el lógico «bajón físico». Lo que puso en valor fue la aparición de Yeray, ya que considera que aportó «criterio» y una buena «adaptación para que ellos tuvieran que defender por dentro o por fuera».

Lo que vaticina Fernández Romo es que cada vez van a ser los partidos más complicados porque cada uno va a ser «a cara de perro». Así, recordó que «queda muchísimo» y que deben «seguir con la confianza con la que terminamos sin que ningún resultado cambie nuestras voluntades y la intención de mejorar en cada situación».