Carlos Castro se comió el turrón en el Racing, pero no el rosco de Reyes. El club hizo público ayer la rescisión de su contrato, al que le quedaban casi seis meses de vigencia, ya que se prolongaba hasta el próximo treinta de junio. No llegará tan lejos porque al entrenador ya le ha dado tiempo a comprobar que no hay mucho más que sacar del futbolista asturiano y éste, a su vez, ha llegado a la conclusión de que no pintaba mucho en el conjunto cántabro, ya que no iba a tener oportunidades de saltar a escena. De hecho, no lo hacía desde el pasado mes de octubre.

«El Racing ha llegado a un acuerdo con Carlos Castro para la rescisión del contrato que ligaba a la entidad verdiblanca y al futbolista hasta el treinta de junio de 2022 (se incorporó al club cántabro el pasado verano procedente del Dinamo Tiflis georgiano). La entidad racinguista desea éxito en sus próximos retos profesionales a Castro, que con la camiseta verdiblanca ha jugado oeste curso cuatro partidos en el Grupo I de Primera RFEF, así como en dos de la presente edición de la Copa Federación». Con estas breves líneas anunció el club presidido por Alfredo Pérez la salida de su primer jugador en el mercado invernal. Es posible e incluso probable que no sea el último.

Con la marcha del ariete asturiano, que se ha venido negociando las últimas semanas, la plantilla dispone de una ficha libre para un jugador mayor de 23 años. Si Fernández Romo quería reforzar su plantel, necesitaba alguna salida para dejar sitio al nuevo y, por ahora, ya tiene una. Se trata de una rescisión anunciada desde hace tiempo. No sólo porque Carlos Castro no juega y ni siquiera sale a calentar desde el encuentro copero de infausto recuerdo ante el Leioa, cuando fue sustituido al descanso, sino porque había pasado a no contar para nada. De hecho, a pesar de que sobraban tres plazas en la lista, no entró en la convocatoria diseñada para jugar en Almendralejo en el último partido del año.

La confirmación de que Carlos Castro ya no era un integrante más del plantel quedó acreditada la semana pasada, cuando Guillermo Fernández Romo diseñó un partido a campo completo en el entrenamiento previo al día de Nochevieja y el delantero asturiano se quedó al margen del grupo. Ni él mismo ni el club consideraron oportuno que corriera el riesgo de sufrir una lesión que hiciera imposible que encontrara un nuevo equipo. No ha sucedido nada y, tras firmar ayer el finiquito, el jugador ya es libre para labrarse su propio futuro. Necesita encontrar un club donde crean que está en disposición de reencontrarse con su mejor versión. Fernández Romo creía que en el Racing podría hacerlo pero es obvio que fue una apuesta fallida.

Contratar a Carlos Castro fue una jugada arriesgada. El delantero asturiano había irrumpido con tremenda fuerza en el fútbol profesional defendiendo los intereses del Sporting pero, desde su salida de Gijón, su trayectoria ha caído en picado. Apenas ha vuelto a ver puerta y, de hecho, no marca un gol en partido oficial desde la primavera del 2019. El Racing lo rescató del fútbol georgiano, donde tampoco encontró su sitio, con la firme esperanza de que encontrara la inspiración, pero no lo ha conseguido. Su único gol con la camiseta del Racing fue en el amistoso disputado en pretemporada en Palencia.

El ya exdelantero del conjunto cántabro apenas ha contado para su entrenador. Sólo ha jugado 68 minutos en liga y sólo ha sido titular en dos partidos de Copa Federación. El último de ellos, coincidió con su última aparición pública, ya que fue sustituido en el descanso del encuentro ante el Leioa tras ir perdiendo 1-2 y no volvió a aparecer. Idéntico camino ha seguido Diego Ceballos, otro jugador que también entró en el once aquel día y que fue sustituido tras el primer tiempo. Tampoco ha vuelto a jugar y también él está en la rampa de salida al no contar para nada. En su caso, no corre tanta prisa su marcha al ser todavía sub 23.

Castro tuvo la oportunidad de dejarse ver en la pretemporada y el arranque liguero, cuando no había más delanteros en el equipo que él y Cedric. Sin embargo, como su rendimiento nunca justificó que se lanzara una apuesta por él y, a su vez, el del africano estaba siendo tan bueno, apenas apareció. Cuando lo hizo no convenció y, de hecho, se marcha habiendo rematado una sola vez entre palos y habiendo visto una amarilla. Con el paso de las jornadas, fue perdiendo puestos en la fila porque se colocaron antes que él Manu Justo, a quien por fin su entrenador empezó a colocar como delantero centro, y Jack Harper. El asturiano pasó a ser el cuarto y, teniendo en cuenta que Fernández Romo sólo juega con un punta, era bien consciente de que no tenía futuro en el Racing.

De nuevo incrementará el club los gastos por indemnizaciones tras la operación cerrada ayer. El pasado año, durante el mercado invernal tuvo que dar la baja a cuatro futbolistas como Joan Maynau, Ismael Benktib, Adrián Balboa y Jordi Figueras. En el caso de los tres primeros, como en el caso de Carlos Castro, tras haberlo fichado el verano anterior. Hay fichajes que salen rana y ha quedado claro desde demasiado pronto que el de Carlos Castro era uno de ellos.

Entrenamiento abierto al público

El Racing celebrará esta tarde la llegada de los Reyes Magos a Cantabria con un entrenamiento abierto al público en Los Campos de Sport. La cita tendrá lugar a partir de las cinco y el club ha invitado a todos los aficionados, especialmente a los de más corta edad, a que acudan al estadio para presenciar la sesión de trabajo de la escuadra verdiblanca y animar a los pupilos de Guillermo Fernández Romo. El acceso del público al estadio será por la puerta 21, de Preferencia Oeste a partir de las 16.45 y el club ha solicitado a sus aficionados que guarden la distancia social dentro de la instalación, en la que será obligatorio portar mascarilla y cumplir el protocolo anti COVID-19 instaurado por el club. Además, durante el entrenamiento se sortearán 20 invitaciones entre los niños y niñas para acudir al encuentro entre el cuadro verdiblanco y la Unión Deportiva San Sebastián de los Reyes del próximo domingo a las cinco de la tarde. El club organiza este entrenamiento abierto al público en Los Campos de Sport ante la imposibilidad, por cuestiones sanitarias -especialmente tras la proliferación de la variante Ómicron que ha multiplicado exponencialmente la transmisión del coronavirus, de acoger seguidores en las sesiones de trabajo que habitualmente se llevan a cabo en las instalaciones Nando Yosu.