Los líderes políticos Carles Puigdemont de España y Manfred Weber de Alemania se encontraron en una cena de gala el martes pasado. La reunión no fue solo un intercambio de cortesías, sino que se convirtió en un enfrentamiento directo sobre la ley de amnistía y la supuesta violación del Estado de derecho en España.

El álgido debate entre ambos líderes se originó durante la sesión en la Eurocámara en Estrasburgo, donde Weber, a cargo del grupo EPP, mostró una sorprendente beligerancia, algo inusual en el ámbito político europeo. 

En el transcurso de la cena, Puigdemont defendió el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, argumentando que un "referéndum consultivo" sobre la independencia de Cataluña no sería un problema si se acuerda políticamente. Sin embargo, no mencionaron que los referéndums, constitucionalmente aceptados, son consultas nacionales, no regionales, lo cual ha sido evitado por los separatistas debido a la dificultad de controlar los resultados.

Weber, en lugar de corregir los planteamientos erróneos de Puigdemont, criticó su actitud y su pulso contra el Estado, señalando que ambos se estaban alimentando mutuamente, algo que solo beneficiaría a Vox.

En un giro sorprendente, Puigdemont admitió a Weber que podría considerar un acuerdo con el Partido Popular para derrocar a Pedro Sánchez a mitad de legislatura mediante una moción de censura, siguiendo el ejemplo del PNV con Mariano Rajoy.

Los separatistas de Junts amenazaron abiertamente con traicionar sus pactos si Sánchez no cumple con sus compromisos, una posición también respaldada por Arnaldo Otegui, quien tildó la unidad de España de "caduca". Puigdemont advirtió que podrían votar con el PP en contra de los Presupuestos o a favor de resoluciones sobre temas sensibles para forzar avances en el reconocimiento de Cataluña.

Las declaraciones recogidas por Politico podrían desencadenar un escándalo significativo y explicar la aparente moderación del Partido Popular en su postura sobre la ley de amnistía y Pedro Sánchez en los últimos días.