El presidente de Vox, Santiago Abascal, se pronunció en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), una cumbre organizada por la Unión Conservadora Estadounidense. Su intervención abordó diversos temas, desde la amenaza del socialismo hasta las implicaciones del globalismo y la transición ecológica. Este análisis profundizará en los puntos clave presentados por Abascal durante su discurso.

Abascal comenzó su intervención destacando la conexión entre los asistentes, resaltando la importancia de la «cultura de valores» y «principios» que, según él, se encuentran bajo amenaza tanto desde el exterior como desde el interior. En este contexto, el líder de Vox abordó el socialismo, subrayando su impacto histórico al levantar un «telón de acero» que encarceló a millones de personas en sus propios países.

Agradeciendo a Estados Unidos y a sus aliados por derribar el socialismo en el pasado, Abascal advirtió que esta ideología aún persiste en diversas formas, amenazando la forma de vida occidental. Hizo hincapié en la intención del socialismo de dictar la forma de pensar, imponer versiones falsas de la historia y sembrar la división entre las naciones. Además, afirmó que los socialistas buscan criminalizar a los países y gobernantes que defienden la seguridad de sus ciudadanos ante las mafias de la droga o la inmigración.

Contra la agenda 2030

El líder de Vox extendió su crítica al globalismo, argumentando que tanto el socialismo como el globalismo «gobiernan contra el pueblo». Abascal mencionó a los trabajadores del campo, transporte e industria, quienes, según él, sufren las imposiciones de la Agenda 2030 y el Pacto Verde europeo. Calificó estas políticas de «suicidas» y acusó al fanatismo climático de tener como objetivo principal la destrucción de la prosperidad y riqueza de las naciones, en beneficio de grandes corporaciones y falsos filántropos.

En este contexto, Abascal denunció la promoción de la inmigración ilegal y masiva, en connivencia con mafias del tráfico de personas. Señaló que esta práctica crea miseria en los países de origen, tragedia en las fronteras y destrucción de la seguridad en las ciudades. En un tono crítico, describió a los multimillonarios globalistas como aquellos dispuestos a acabar con la soberanía de las naciones, sometiendo a la prensa libre, censurando las redes sociales y promoviendo la «cultura de la cancelación». Abascal también lamentó el papel actual de las universidades antiguas, mencionando ejemplos emblemáticos como la Universidad de Salamanca, Bolonia y Harvard. Según él, estas instituciones se han convertido en «máquinas de censura, coacción, adoctrinamiento y antisemitismo».

En contraposición, Vox reivindicó «las raíces profundas, la herencia de los padres y el legado que deben a los hijos». Abascal mencionó figuras históricas como Isabel la Católica, Fray Junípero Serra y Thomas Jefferson.