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El Diario de Cantabria

Turno de las traineras

Tras los bateles y las trainerillas, el domingo arranca la temporada de la embarcación grande con la disputa de la Bandera Sotileza  os semanas después, empezará la ARC 1

Astillero y Castreña, durante la Bandera Sotileza del pasado año. / HARDY
Astillero y Castreña, durante la Bandera Sotileza del pasado año. / HARDY
Turno de las traineras

Acabada la temporada de los botes cortos, ahora les toca saltar a escena a las reinas del Cantábrico. Es el turno de las traineras, que ya asomaron en invierno pero que se han mantenido agazapadas, en segundo plano y sin querer restar protagonismo a sus hermanas pequeñas durante buena parte de la primavera. Ésta está llegando a su fin, cada vez huele más a verano y por eso toca centrar el protagonismo en esos barcos en los que viajan trece remeros y un patrón.

En el País Vasco ya asomaron el pasado fin de semana con la celebración de la Bandera de Mutriku que ganó Donostiarra mientras que en Cantabria lo harán por vez primera pasado mañana. Será en Santander, que es donde se centra la actividad traineril durante el mes de junio. Y la encargada de abrir el telón será la regata más especial de todas, que es la Bandera Sotileza. Después llegará la Bansander sólo cinco días más tarde y apenas una semana antes de que arranquen las ligas en las que participarán las embarcaciones cántabras.

Está previsto que la Sotileza ponga en acción a sus primeros participantes a las once y media de la mañana. Habrá una versión de la regata masculina y otra femenina siguiendo el formato de los últimos años, a partir del cual se colocan un par de boyas en el momento del giro para diferenciar calles e impedir que haya roces y salten las chispas. Para compensar a los que van por fuera, se les concede unos metros de ventaja en el punto de salida, situado en Cabo Menor.

La Sotileza servirá para abrir fuego y para que cada uno ponga las cartas sobre la mesa. A estas alturas, cada uno ya sospecha dónde puede estar pero queda comprobarlo en el agua. Pedreña, Camargo y Castreña podrán probarse entre sí porque en verano se verán las caras entre ellos en liga mientras que Astillero e IRC Santoña, que coincidirán en la ARC 2, podrán hacer lo propio. La cita servirá como referencia y, al menos, para no acudir a ciegas el inicio liguero. Eso servirá tanto para la prueba del domingo como para la que se disputará dentro de exactamente siete días, que será la Bandera Bansander.

La Sotileza contará también con su sexta edición femenina, que, aún así, volverá a disponer de sólo dos traineras en el agua, que serán Castreña y Planchada. Colindres había anunciado su presencia pero parece que finalmente no estará, al igual que Camargo. No son fechas fáciles para las juveniles por los exámenes. Menos aún estará Pedreña, que no apareció en ningún descenso, por lo que no se podrá repetir lo sucedido hace doce meses, cuando el club blanquinegro se llevó dos banderas a casa al ganar tanto la versión masculina como la femenina.

La Bandera Bansander será el segundo y último episodio antes de comenzar las ligas. Será una regata más convencional y en línea. Podrá ser un ensayo general antes del inicio de la ARC 1, que será el domingo 19 en Pasajes con una prueba de fuerza al tener que negociar el campo de regatas de seis largos y cinco ciabogas. Por su parte, la ARC 2 comenzará una semana más tarde con la disputa de la regata de San Juan de Luz, que tendrá el mismo formato, que tampoco parece ser el más idóneo para empezar por  ser, además, el día en el que más dudas puede haber y más nervios se pueden generar por los resultados. Buen ejemplo de ello es lo que estuvo arrastrando ‘La Marinera’ el pasado año por culpa de su mal primer día.

Una vez que arranquen las ligas, serán éstas las que centren toda la atención y se sucederán las regatas todos los fines de semana sin interrupción. Ni siquiera pararán para la disputa del Campeonato de España, como lo ha hecho la ARC 1 en las dos últimas temporadas. Sí contará, curiosamente, con un pequeño descanso la categoría de bronce, algo que no había pasado antes, ya que no hay jornada alguna prevista para el fin de semana del 16 y 17 de julio. La división de plata tiene previsto culminar su calendario el domingo 21 de agosto con la bandera de Bilbao, que estará en plenas fiestas. Si alguno de los representantes cántabros logra terminar entre los dos primeros, tendrá que esperar todo un mes hasta la celebración del playoff de ascenso a la ACT. Quien, por el contrario, deba seguir remando por la permanencia con los mejores de la ARC 2, lo hará el fin de semana siguiente en Colindres y en Lutxana.

El calendario cántabro se retomará el jueves 28 de julio, fiesta autonómica, con la disputa, de nuevo en la bahía, de la Bandera El Corte Inglés, que hace unos años cambió de fecha por necesidades del guión. Pendiente está aún de encontrar día e incluso sede el Campeonato de Cantabria y lo mismo sucede con la Bandera de Santander, que, al igual que el pasado curso, no se ha incluido en ninguna liga y, de esta manera, los premios, que no fueron escasos, se reparten entre los de casa. Lo que sería de desear es que por fin, después de muchos años, pudiera haber verdadera competición en el agua, ya que a varios años de dominio total de Astillero le ha sucedido otra etapa en la que nadie se acerca a Pedreña.

La Federación Cántabra sigue sin aceptar el convenio de la ARC

Sigue habiendo un problema entre la Federación Cántabra y la ARC, asociación de la que son socios Pedreña, Camargo, Castreña, IRC Santoña y Astillero y que organiza las ligas en las que participarán estos el próximo verano. Ambas partes están a la espera de alcanzar un acuerdo en relación a la colaboración mutua en cuanto a los arbitrajes y a la composición de los jurados de las regatas ligueras que se celebren en aguas de Cantabria durante la presente temporada 2022 pero siguen sin estrecharse la mano. Desde la Casa del Deporte, que es donde está la sede federativa, se mantienen en sus trece y no parecen tener intención de moverse.

Cada año se firma un convenio de colaboración de la ARC con las diferentes federaciones pero este año no hay acuerdo con la Cántabra, que ha rechazado el que, por ejemplo, sí ha aceptado el País Vasco. El conflicto está en el número de árbitros a participar en cada regata y en la composición del jurado. En definitiva, en quién tiene la última palabra a la hora de tomar una decisión sobre la competición. El conflicto estaría entre sí es alguien de la Federación Cántabra o alguien de los puestos por la ARC.

Hace dos semanas, como ya se explicó en estas páginas, hubo primero una reunión de los clubes cántabros implicados en una guerra en la que son víctimas de fuego cruzado con la Federación y otra con la ARC. Entienden ambas posturas pero lo que no quieren es que les salpique toda esta guerra, que es lo que temieron cuando recibieron un comunicado de la asociación en la que se daba a entender que peligraba la posibilidad de disputar sus banderas este verano. En otro comunicado recibido el pasado miércoles, parece que el tono se ha relajado.

Tras las reuniones de hace dos semanas, la ARC envió otro convenio a la Federación Cántabra asumiendo parte de sus peticiones para intentar llegar a un punto intermedio y acabar con la polémica, pero tampoco ha sido aceptado. Víctor Canal no se mueve, pero el tiempo corre y es deseable y necesario que ambas partes lleguen a un acuerdo para el normal desarrollo de una liga que comienza dentro de dos semanas.

«Desde la junta directiva de la ARC se sigue trabajando para alcanzar un acuerdo con la Federación Cántabra de Remo que permita poder contar esta temporada con dicha federación deportiva y sus jueces / as - árbitros», explicaron los dirigentes de la asociación a los clubes esta semana. «Si el acuerdo no resultara posible -añadieron-, se realizarían las actuaciones precisas para llevar a acabo el arbitraje en las regatas en Cantabria». Parece, por lo tanto, que los clubes pueden estar más tranquilos.

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