Las traineras ya están aquí, por lo que el verano está cerca. Se huele, se palpa, que todo el mundo esté preparado. Verlas entrar por la bahía con la potencia que aporta la competición anuncia tiempos felices y días largos, como si de cigüeñas se tratara. En Cantabria comienzan a lo grande, con una de las citas más atractivas del verano, con la Bandera Sotileza. Casi nada. Se disputa mañana a mediodía, por lo que hay tiempo para prepararse, organizarse y planificar el desplazamiento hasta el lugar que cada uno elija para saludar a las reinas del verano. Quien pueda hacerlo desde la mar tendrá suerte. Es lo mejor, pero la mayoría deberá hacerlo desde tierra y cuenta con numerosos puntos para hacerlo entre  La Magdalena y el muelle de Los Rakeros.

La gran cita arrancará a las doce. A esa hora se bajará por vez primera la bandera y comenzarán las hostilidades. El camino lo conoce todo el mundo de memoria porque parte de Cabo Menor, frente al Chiqui, camino de Mataleñas. Es otro buen lugar para, al menos, disfrutar de la primera mitad de la regata, de la pugna a la que puede dar lugar el paseo por el abra. Desde allí se disfruta de los primeros metros de regata antes de realizar el giro de La Cerda, el lugar donde históricamente se cortaba el bacalao. Ahora no tanto.

Desde hace unos años, la Bandera Sotileza no es lo que era. Han puesto barreras. No están ahí, pero como si lo estuvieran. Hay unas líneas virtuales que no se pueden atravesar y ya es prácticamente imposible que salten chispas, que se lleve a cabo una dura pugna por llegar al giro por dentro, lo más cerca posible a tierra, con el peligro de quedarse encerrado pero con la ventaja de recorrer menos metros. Ahora hay calles. Uno va por la uno y otro por la dos. Y no es lo mismo.

Menos aún cuando los emparejamientos que han realizado no juntan en una misma tanda a las mejores traineras. Todo apunta a que van a ser Camargo y Pedreña las embarcaciones cántabras que más rápido van a ir este verano pero no van a salir al mismo tiempo. Habrá que esperar para ver un mano a mano directo que gana interés teniendo en cuenta que a buen seguro que en las tostas trasmeranas habrá un cierto ánimo de revancha después de lo sucedido el pasado domingo en el Campeonato de Cantabria de trainerillas, donde se repitió lo mismo que sucedió con los bateles. Por ahora, todo ha ido al verde pero los blanquinegros quieren poner las cosas en su sitio con el bote grande.

Al haber calles, a quien le corresponde la dos le conceden unos metros de compensación en la salida. Es difícil saber si compensa de verdad, pero lo más probable es que la regata termine siendo, en la práctica, una contrarreloj. De hecho, Pedreña partirá junto a Castro, que poco tiene que ver con el que tan buen nivel dio el verano pasado, y Camargo viajará con Astillero, Laredo con Pontejos y abrirán la jornada Colindres y Suances mixto. Habrá que esperar a los tiempos para comprobar qué sucede en el duelo que se prevé entre la ‘Pedreñera’ y la ‘Virgen del Carmen’. Se necesitarán referencias.

Se espera día de calor, con un ligero viento del norte y una ola de apenas medio metro cuando toque pasear junto a El Sardinero. La primera regata del calendario es la más diferente de todas porque no hay ciabogas, sino que recoge toda la tradición de las traineras, ese camino que hacían históricamente desde la mar hasta las profundidades del puerto. Eso obliga a desempeñarse bien tanto en aguas abiertas como interiores. Como la vida misma, como habrá que hacer cuando, dentro de sólo dos semanas, comiencen las ligas y comience ya a cortarse el bacalao.

Astillero contra Galicia

Esta tarde a las cinco comienza el Campeonato de España de trainerillas, del que tomarán parte cuatro embarcaciones cántabras: la juvenil femenino de Camargo, las juveniles masculino de AN Castro y Planchada y las senior femenino de Astillero. Estas últimas parten con el objetivo de dar continuidad a la medalla de oro que consiguieron hace un mes en la gran cita del batel.

La participación es muy pobre no sólo por la presencia de escasos botes de Cantabria, sino porque del País Vasco sólo se desplazan juveniles masculino. Así, a las remeras de Astillero les toca pelear contra cinco gallegas. No habrá ni asturianas ni vascas. Se trata, por lo tanto, de una reedición del Campeonato de Galicia con las azules como invitadas molestas a su propia fiesta. Tan molestas, que su intención es marcharse con el botín más preciado.

La trainerilla cántabra peleará con las embarcaciones gallegas que protagonizaron la final del Campeonato de Galicia (Cabo, Mecos, Ares, Chapela y Rianxo), por lo que ya sabe que el bote de Boiro será el gran rival a batir por su parte. Hoy no se cruzará con éste en la clasificatoria que le toque disputar. En concreto, se celebrarán dos con tres tripulaciones cada una y pasarán a la final los ganadores de cada una de ellas y los dos mejores tiempos.

Hoy la jornada comienza a las cinco y mañana las finales B serán a las diez y media y, a partir de las doce, las peleas por los títulos y las medallas. Las expediciones cántabras partieron a lo largo del día de ayer para completar cuanto antes el largo viaje hasta Moaña, donde les espera un campo de regatas en una ría que, a estas alturas, todos conocen bien. No hay trampa por esa parte por mucho que todas las regatas de trainerillas que se han disputado en Cantabria hayan sido en la mar. Toca cambiar de tercio.