Sergio García suma dos semanas de intensa preparación con la mente puesta de forma exclusiva en Sebastián Fundora, que se ha convertido en la oportunidad que llevaba tanto tiempo buscando. Tanto el excampeón de Europa como su entrenador Víctor Iglesias son bien conscientes de que están ante su gran oportunidad, la que les permitirá entrar a la arena de los grandes combates, y están dispuestos a invertir lo que haga falta para que, suceda lo que suceda, nunca se puedan reprochar no haberlo dado todo en la fase preparatoria.

De esta manera, tanto el boxeador como su entrenador tienen previsto desplazarse a principios de julio a México, uno de los países más pugilísticos del mundo, para intensificar su preparación y encontrar boxeadores de gran nivel con los que poder guantear. Y es que, no es sencillo encontrar a alguien que se acerque a las características físicas de Fundora, que mide casi dos metros (1,97) y que, para colmo, es zurdo. Por ahora, Sergio García está llevando a cabo unos entrenamientos convencionales y aún no específicos boxeo balonmano en base a su rival, sino que está guanteando con púgiles diestros con el objetivo, sobre todo, de ir cogiendo su mejor forma.

El siguiente paso será ya ir eligiendo zurdos e ir evolucionando hasta cruzar el charco semanas antes de que se dispute el combate. Éste no tiene aún una fecha definitiva fijada aunque no han cambiado las dos que se están manejando, que son la del 31 de julio o la del 7 de agosto. Todo depende de la televisión y de los intereses que tenga la plataforma que lo vaya a emitir pero sí parece seguro que la cita será en Los Ángeles, muy lejos de casa.

La intención de Víctor Iglesias con el campamento que pretende llevar a cabo en México es, según detalló a Espabox, que su boxeador «se aísle y se mentalice de que es la pelea de su vida». En ese sentido, el objetivo prioritario es que el púgil «no esté despistado con los problemas cotidianos». Estarán allí unas semanas mientras que los últimos siete días los pasarán ya en Los Ángeles. Como se ve, llegó el momento de las grandes plazas.

El púgil torrelaveguense, motivado como nunca, está en un buen momento físico y de forma. Al menos, así lo percibe quien mejor le conoce, que no es otro que el propio Víctor Iglesias. De hecho, éste tiene claro que, siempre que su boxeador «no reciba un golpe en frío» en los primeros compases de la pela, estarán en disposición de «dar batalla hasta la muerte». «Somos muy optimistas», confirma el entrenador cántabro. La empresa es complicada porque el rival no sólo es un buen boxeador a quien quieren promocionar en su país que presume de 17 victorias (12 KO) y un nulo, sino que tiene una envergadura que hace difícil alcanzarle. Hay que buscar la manera de atravesar su distancia de protección sin descuidar la defensa y he ahí uno de las claves que tendrá el combate.