El 2023 de Mohamed Attaoui está resultando espectacular. Si completó una temporada en pista cubierta que superó la mejor de sus previsiones, la primavera no está yendo peor. Incluso está yendo mejor. Si hace dos semanas batió su plusmarca personal de 1.500, que, para colmo, supuso una nueva plusmarca cántabra y sub 23 de la distancia relegando, ni más ni menos, que a José Manuel Abascal, en la última semana ha logrado la mínima que exige la Federación para poder optar a una plaza en el mundial sub 23 de 1.500. Para colmo, en los 800 metros tiene en su mano ya la mínima mundial tanto absoluta como sub 23. Las cosas le van muy bien al torrelaveguense.

Cada día corre más rápido y bate sus propias marcas, que son también récords autonómicos. De hecho, en sólo cinco días hizo añicos los mejores registros que tenía tanto en 800 como en 1.500 metros colocándose ya en el ránking de los mejores tiempos españoles. Sus cinco días más apoteósicos comenzaron en el Memorial José Luis Hernández de Pamplona, donde firmó un 1.45,17 en la prueba de las dos vueltas a la pista posicionándose así para ganarse una plaza para el Mundial de Budapest de los días 19 y 27 de agosto al mismo tiempo que garantizaba su presencia en el Europeo sub 23 que se celebrará del 13 al 16 de julio en Espoo, Finlandia.

En esta última cita norteña, Attaoui hará doblete porque ya había conseguido la mínima de los 1.500 cuando una semana antes, en Andújar, había parado el reloj en 3.37,76. Le valió para ser cuarto en un evento que reunió a atletas de primer nivel nacional e internacional consiguiendo así batir los 3.37,93 de José Manuel Abascal, que estaba registrado como récord de Cantabria desde 1979. Rompió, así, un techo que tenía 44 años. Aún así, el torrelaveguense aún rebajó ese tiempo en el Meeting Iberoamericano de Huelva, cuando rebajó su propia plusmarca hasta los 3.36,12, por lo que un récord que superó el que había durado más de cuatro décadas pasó a durar menos de dos semanas. Fue así como logró una candidatura a estar en el Mundial de Budapest. Se le presenta, por lo tanto, un verano intenso con competiciones de primer nivel que le pueden empujar a superarse aún más a sí mismo.