25.04.2024 |
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Dos rivales unidos por el Kronk

Tony Harrison comenzó en el mítico gimnasio de Detroit del que Víctor Iglesias cogió el nombre para levantar el suyo en Torrelavega | Un mito como Emanuel Steward creyó en el próximo rival de ‘El Niño’ y le concedió el apelativo de ‘Superbad’

Aclimatados a la rutina de Las Vegas. Sergio García y su entrenador Víctor Iglesias cumplieron ayer su segundo día en Las Vegas, donde por la mañana realizaron un ligero entrenamiento para mantener bajo control el peso y no llevarse sorpresas el viernes en la báscula. A última hora de la mañana, por la noche ya en Cantabria, el boxeador tuvo su primer encuentro con los medios de comunicación mediante ‘Zoom’, ya que la rueda de prensa oficial  con los boxeadores presentes será mañana jueves. Tenían previsto pasar la tarde tranquilamente conociendo la ciudad, algo que podrán seguir haciendo, cuando no tienen obligaciones promocionales.
Sergio García y su entrenador Víctor Iglesias.
Dos rivales unidos por el Kronk

Sergio García y Tony Harrison están unidos por el Kronk. El primero se forjó en el de Torrelavega y el segundo en el mítico, en el original, el de Detroit. Ambos han crecido a miles de kilómetros y en mundos que se antojan opuestos pero que tienen puntos en común más allá del nombre del gimnasio donde les salió la barba. Los dos son hijos de la desindustrialización, de ciudades que saben que han perdido su esplendor y que se han tenido que reciclar. Es en contextos duros donde a menudo surge el boxeo como tabla de salvación y, en ese sentido, a uno le permitió ya ser campeón del Mundo mientras que el otro quiere retomar el camino del que le desviaron en Los Ángeles.

‘El Niño’ ha estado en todo momento unido a quien levantó el Kronk torrelaveguense hace 28 años. Con él empezó, con él se mantiene y con él terminará. Eso lo ha tenido claro desde el primer día. Harrison no ha tenido esa suerte. En el 2012, cuando todavía era un prospecto que apuntaba maneras pero que todavía no había dado el salto de calidad, falleció Emanuel Steward, uno de los entrenadores más reputados de la historia del boxeo, dueño del Kronk Gym de Detroit y cuya confianza se había ganado. En la esquina se afianzó entonces su propio padre, Ali Salaam,  con quien ganó el campeonato del Mundo, pero éste también falleció en el 2020 víctima del Covid. Eso le ha generado un vacío importante pero también una nueva motivación. «Mi padre siempre estuvo ahí, en mi rincón, y continuaré con él a mi lado espiritualmente», recalcó tras enterrarle. Ahora es su hermano quien ejerce de entrenador principal y es con él con quien ha preparado el duelo contra ‘El Niño’.

Harrison (28-3-1, 21 KOs) todavía es joven. Tiene 31 años (en septiembre hará 32) pero esa sensación de estar de retirada la lleva encima por haber tocado ya la cima tras proclamarse campeón del mundo en el 2018. Se convirtió entonces en el único boxeador hasta la fecha en derrotar a Jermell Charlo protagonizando una de las sorpresas del año. Doce meses le duró su estancia en el trono porque la revancha la ganó este último en diciembre del 2019 por KO en el undécimo asalto. No ha vuelto a ganar porque no ha vuelto a pelear salvo el pasado año, cuando no estuvo nada fino y firmó tablas ante Bryan Perrella.

El rival de Sergio García pertenece a una familia de boxeadores. Su abuelo Henry Hank fue un veterano que boxeó 94 veces mientras que su padre, que fue profesional entre 1984 y 1989, acumuló un récord de once victorias, cinco de ellas por KO, y siete derrotas antes de colgar los guantes y convertirse en entrenador. Fue él quien vio maneras en el pequeño Tony y quien consiguió que le viera toda una leyenda como Emanuel Steward, un tipo que está en el salón de la fama y que en su momento puso el Kronk en primer plano al entrenar a Thomas Hearn. Por sus manos pasarían después campeones mundiales de la talla de Lennox Lewis, Julio César Chávez, Óscar de la Hoya, Evander Holyfield, Miguel Cotto o Wladimir Klitschko. Algo vio en Harrison porque incluso le puso el apodo de ‘Superbad’ (superamalo), lo cual no era un detalle menor.

Steward había llamado así a Bernard Mays, un púgil de Detroit que llegó a ser una gran promesa del peso medio pero que terminó muriendo alcoholizado en 1994, cuando todavía tenía a los 33 años. El mismo Tony Harrison ha contado que Tommy Hearns le reconoció que Mays casi le hizo abandonar el boxeo por su contundencia sobre el ring. Fue Steward quien le llamó así y no se lo había vuelto a llamar a nadie porque no había visto a nadie digno de tal sobrenombre. Hasta que se lo puso al próximo rival de Sergio García.

En concreto, Steward comenzó a llamar a Harrison ‘Superbad’ después de su séptima pelea, cuando ganó por KO en el segundo asalto a Ishwar Amador en Temecula, California, en mayo del 2012. Su carrera profesional había comenzado apenas un año antes, en julio del 2011, con un KO en el primero sobre Uwe Tritschler en Hamburgo, Alemania. Se dejó ver en sus inicios por Europa porque le metían en las veladas en cuyos combates estelares imponía su tremendo dominio un por entonces imbatible Wladimir Klitschko, que no encontraba quien le hiciera frente en el peso pesado.

«Conocí a Emanuel durante dos años, pero para mí fueron como si hubieran sido diez», dijo Harrison sobre Steward tras su repentino fallecimiento el 25 de octubre del 2012. Fue quien estuvo en su esquina en los cuatro combates que hizo en Europa aunque, más allá de eso, en todo momento estuvo encima de él en el día a día en el Kronk. Siempre ha estado rodeado de gente enorme en todos los sentidos porque su mentor se manejó mucho entre pesos pesados. De hecho, alguien que ha confiado siempre en su potencial es Deontay Wilder, que se cruzó con el próximo rival de Sergio García mientras ejercía de sparring de Klitschko. «Siendo ‘Superbad’, Tony tiene una gran responsabilidad que cumplir, pero tiene algo bueno en camino. Creo que se convertirá en campeón mundial algún día», aseguró el excampeón mundial del pesado. Y no pudo estar más acertado.

Sus palabras fueron proféticas porque el 22 de diciembre del 2018 dio la gran campanada. Era su segundo intentó de hacerse con el título mundial porque el anterior lo había perdido al caer derrotado ante el invicto Jarrett Hurd año y medio antes. De nuevo le surgió la oportunidad ante otro rival que tampoco había besado nunca la lona y ganó por decisión unánime a los puntos a Jermell Charló. Ha sido su última victoria hasta la fecha porque, aunque pasó todo un año hasta la revancha, no defendió su cinturón ni una sola vez. Después perdió el trono, llegó la pandemia, perdió a su padre y tuvo una reaparición hace prácticamente un año (el 17 de abril) en la que no gustó demasiado. Por eso unos piensan que está de retirada, pero otros creen que ‘Superbad’ quiere volver. Ni ‘El Niño’ ni Víctor Iglesias se fían. Quizá porque saben que nunca se pueden dar por muerto a nadie que lleva el sello del Kronk.

«De fondo anda justo», avisa Zardain

Óscar Zardain, manager de ‘Maravillabox’ y que el sábado, en Los Ángeles, formará parte de la esquina de Sergio García haciendo labores de ‘cutman’, conoce bien a Tony Harrison. No sólo por ser el próximo rival de ‘El Niño’, sino como amante y seguidor del noble arte a todos los niveles. Reconoce que  el púgil de Detroit «es muy bueno, muy rápido, muy explosivo y también con un buen juego de piernas». Aún así, por encima de todo, destaca que tiene «una experiencia brutal a primer nivel», ya que ha sido «campeón del Mundo y el único, hasta la fecha, que ha ganado a Jermell Charlo». De primeras, es un rival temible pero Zardain también le observa puntos flojos: «Digamos que, físicamente, muchas veces no está a la altura y en los últimos asaltos se viene abajo». Recuerda que sus tres derrotas han sido por KO, lo que puede ser porque «no tome bien el castigo o porque le falte algo de corazón».

Es decir, que puede ser que «cuando la cosa se pone dura, se venga abajo y que de fondo ande un poco justo, que es de lo que Sergio anda sobrado». Aunque se trata de un combate «muy complicado», Zardain cree que ‘El Niño’ «tiene sus bazas». «Es un combate a doce asaltos y confío mucho en el fondo de Sergio siempre que no reciba un golpe frío en los primeros asaltos», algo a lo que todo boxeador está siempre expuesto. Si esto no sucede, confía en que el cántabro «se lo pueda acabar llevando en los últimos asaltos». Otro aspecto a tener en cuenta es que en los últimos años, desde su victoria ante Charlo, su «inactividad ha sido bastante grande» y, además, en su combate del pasado año «no estuvo a buen nivel». «Existe un poco esa incógnita de no saber si vamos a ver al Harrison de hace tres años de las grandes noches o al del último combate, en el que dejó bastantes dudas», concluye Zardain.

Aclimatados a la rutina de Las Vegas. Sergio García y su entrenador Víctor Iglesias cumplieron ayer su segundo día en Las Vegas, donde por la mañana realizaron un ligero entrenamiento para mantener bajo control el peso y no llevarse sorpresas el viernes en la báscula. A última hora de la mañana, por la noche ya en Cantabria, el boxeador tuvo su primer encuentro con los medios de comunicación mediante ‘Zoom’, ya que la rueda de prensa oficial  con los boxeadores presentes será mañana jueves. Tenían previsto pasar la tarde tranquilamente conociendo la ciudad, algo que podrán seguir haciendo, cuando no tienen obligaciones promocionales.

Dos rivales unidos por el Kronk
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