El remo cántabro ya tiene su calendario para el 2021. Está aprobado, pero está por ver que pueda ir cumpliendo todas las fechas en tiempo y forma. Eso no dependerá tanto de la Federación, los clubes o los propios remeros, que están por la labor de volver a la normalidad cuanto antes, sino de la dichosa pandemia que lo sigue condicionando todo. La pasada temporada cortó en seco la temporada de bateles, cuyos títulos, ya descafeinados en categorías absolutas, tuvieron que trasladarse al otoño; la de trainerillas se suspendió y la de traineras quedó menguada, concentrada, e incluso sin premios. Es de desear que la cosa mejore con vistas al nuevo año, pero nadie está en disposición de asegurar nada.

La temporada, sobre todo en cuanto a las categorías inferiores se refiere, ya van a quedar condicionadas de partida porque sólo los senior están pudiendo entrenar. Está prohibido el deporte base, tanto en cuanto a los entrenamientos se refiere como también a las competiciones, aunque el remo confía en que, al empezar más tarde que cualquier otro deporte que ya habría alcanzado el ecuador de sus temporadas si todo estuviera transcurriendo normal, pueda salvar el año. Eso sí, lo haría con los jóvenes remeros y remeras faltos de preparación, ya que comenzaron a entrenar en septiembre, pero en octubre ya les mandaron parar. Sólo pudieron seguir quienes iban a disputar campeonatos de España pero incluso éstos (las categorías más pequeñas) se terminaron suspendiendo.

En la Federación Cántabra son conscientes de que, en el caso de que puedan organizar sus regatas, éstas van a demandar unas medidas de seguridad para intentar limitar al máximo el peligro de contagio. De este modo, han decidido apostar por las sedes fijas, tal y como se hizo con las ligas de traineras de la ARC el pasado verano. Así, han acordado que los bateles disputarán todas sus jornadas ligueras en el campo de regatas de Punta Parayas en Camargo mientras que las trainerillas quedarán fijadas en Castro, donde también se disputará el Campeonato de Cantabria el último fin de semana de mayo.

La primera regata del bote corto, que es donde encuentran su sitio las categorías inferiores, está programada para el primer fin de semana de febrero. El tiempo se va echando encima y, posiblemente, poder cumplir con ese calendario dependerá mucho de cómo se desarrolle el mes de enero en cuanto a los datos pandémicos se refiere. La intención del Gobierno es retomar el deporte base con el nuevo año, pero si las Navidades influyen de manera negativa a la progresión del virus en la comunidad autónoma, quizá haya que retrasarlo.

En principio, serán dos meses de regatas de bateles para un total de trece jornadas. La última de ellas servirá como clasificatoria para el Campeonato de Cantabria, que cambiará de plaza, dejará atrás Punta Parayas y se desplazará al Embalse del Ebro, donde ya se iban a haber celebrado regatas de bateles este pasado curso. Se trata de un escenario que, tras la inversión realizada, quiere comenzar a explotarse para dejar bien claro que puede ser un lugar idóneo para la disputa de campeonatos de alcance estatal o incluso para entrenamientos o concentraciones. De hecho, también está previsto que se disputen allí los títulos autonómicos de remo olímpico y, seguramente, también un buen número de regatas de dicha modalidad que hay programadas.

Una vez que se abandonen los botes pequeños, si es que la pandemia permite disfrutar de ellos con cierta normalidad y no como en la pasada temporada, tocará pensar de nuevo en la trainera. Y ésta no se hará esperar porque para el primer domingo de junio ya está fechada la Bandera Sotileza, que será la que inaugurará el verano por mucho que, oficialmente, aún queden quince días para que llegue. Para el viernes siguiente, el día once, está fijada la Bandera Bansander mientras que la Bandera El Corte Inglés de nuevo se trasladará a finales del mes de julio. Concretamente, al 28, que será fiesta de carácter autonómico. Son regatas, todas ellas, que pudieron celebrarse con cierta normalidad el pasado curso e incluso con público en los muelles. Corrían tiempos, de hecho, en los que los datos sanitarios eran óptimos después de haber pasado por el duro confinamiento de marzo y abril. Todos estarán pendientes de ese marcador conforme se vayan acercando las grandes citas del remo para el nuevo año que comenzará dentro de poco más de una semana y para el que los equipos ya se están preparando.

Santoña abrirá el proceso electoral

La Sociedad Deportiva Santoña Club de Remo ha convocado a todos sus socios a la asamblea general que tendrá lugar el próximo domingo día 27 a las diez de la mañana en primera convocatoria y media hora más tarde en segunda. El lugar elegido para la misma será el salón de actos de la cofradía de pescadores de la localidad trasmerana. Será al finalizar la asamblea ordinaria cuando dará comienzo la extraordinaria para formalizar e iniciar el proceso electoral para la elección de presidente y junta directiva, que se debería desarrollar en los primeros meses del próximo año 2021. El objetivo del actual grupo dirigente es dejarlo todo preparado para que, en el caso de que haya una candidatura a parte de la que presentarán ellos mismos, se pueda elegir nuevo presidente y nuevos directivos durante el verano con el fin de que el nuevo equipo dirigente pueda preparar la siguiente temporada. Sergio Rozadilla, que ejerce la presidencia desde hace casi cuatro años, tiene intención de continuar pero reconoce que si se presenta una «mejor candidatura» con la que «el club pueda prosperar», están dispuestos a echarse a un lado.