Hoy es un día importante para las ligas ARC, que es donde están encuadradas todas las traineras cántabras. Los clubes se van a reunir para debatir sobre el modelo de competición y el protocolo de seguridad ideado por la asociación, que a unos les ha gustado más y a otros les ha gustado menos. También los hay a los que no les ha gustado nada, como es el caso de Santoña, Camargo o Pedreña. Los primeros van a proponer hoy que la temporada comience en septiembre y se prolongue hasta finales de octubre porque entienden que el peligro para los remeros podría ser menor. También que se intente mantener un calendario convencional o, por lo menos, que se dispute su regata porque les parece fundamental para mantener la motivación de los remeros. Mientras, el club presidido por Calixto Presmanes va a pedir unas mejores y más intensas medidas de protección al remero y no cerrar las puertas tan pronto a la posibilidad de afrontar una temporada más o menos convencional aunque con algunos cambios en la normativa. Sobre todo, en la manera de puntuar.

Pedreña presentará un documento de tres páginas en las que explica que no entiende las razones de «renunciar, directamente, al formato habitual» de competición. Entienden que se hayan diseñado alternativas pero no que sea «la única». Y es así como parecen entenderlo en la ARC porque su propio presidente Eugenio Sánchez reconoció el pasado domingo en estas páginas que sólo había dos opciones: o el modelo de competición que habían diseñado o nada. Es decir, el plan elaborado por ellos mismos o el caos. Y hay clubes que no están de acuerdo.

El club presidido por Calixto Presmanes entiende que estamos ante un escenario «cambiante» y que, por lo tanto, «lo que hoy puede ser imposible, dentro de un mes podría ser perfectamente posible y viceversa». Por eso hay que estar preparado para todo y no ceñirse a un solo escenario, ya que entienden que «sería una pena que, tras una evolución positiva de la pandemia, por cerrarnos ahora las puertas a llevar a cabo la temporada como estaba prevista hasta ese momento, dejar a los equipos sin poder mostrar el trabajo desarrollado a lo largo del año». De hecho, recuerdan los pedreñeros que en el resto de deportes en los que se han tenido que parar a plantear alternativas, han partido de «intentar mantener el formato de funcionamiento diseñado para una situación normal». Y eso es algo que se ha hecho en la ACT pero no en la ARC. Es como si hubieran tirado la toalla demasiado rápido.

Con todo, más allá del formato liguero, Pedreña también tiene muchas dudas con el protocolo en materia de seguridad, ya que les parece «muy flojo» al hacer sólo «referencia a los vestuarios y a los WCs». «No hay ninguna referencia a ningún protocolo de actuación a seguir por los clubes para la protección de sus remeros en su día a día, ni ningún tipo de control que disminuya el riesgo de presencia de virus los días de competición entre los participantes», detalla. En ese sentido, podían haber partido también del elaborado por la ACT, pero no fue así. Quizá, porque lo entendieron inasumible. Calixto Presmanes presentará hoy «un protocolo de actuación contra el virus que cumpla los requisitos exigidos» y que debe ser «el punto de partida antes de optar por modelos de competición de emergencia». Siendo escrupulosos en ese sentido, creen que tendrán camino ganando a la hora de recibir el visto bueno de los gobiernos autonómicos y de las autoridades competentes «para poder celebrar las competiciones».

Pedreña no se presentará hoy a la reunión sólo con críticas e ideas generales, sino con propuestas firmes. La primera habla de materia de seguridad con la elaboración de un protocolo de seguridad que no sea sólo de obligatorio cumplimiento los días de regata, sino todos los días. Y en el mismo se incluye la realización de dos tests a lo largo del verano. En el plan ideado por la ARC se dejaba en manos del propio remero o de los clubes ofrecer la garantía de estar libre de coronavirus. No obligaba expresamente a la realización de pruebas, pero sí de manera ambigua. A parte de ello, sostenía sobre el propio deportista la responsabilidad y estaba dispuesto a hacerle firmar que, en el caso de que sea contagiado, la asociación quedara libre de toda responsabilidad.

Ayudas de los gobiernos. En el plan elaborado en Pedreña proponen someter a todas las plantillas a un test PCR antes de iniciarse la competición y otro en la primera semana de agosto. Obviamente, el problema que se plantearía sería el de costearlo, ya que la idea podría suponer 6.000 euros a cada club. En ese caso, se prevé solicitar el presupuesto necesario a las consejerías de Sanidad de los gobiernos vasco y cántabro. «Entendemos que sería un paso importante para acercarnos al objetivo de completar la competición de manera segura o con bajo riesgo de contagios», precisan. De este modo, la propia entidad blanquinegra se compromete a liderar las gestiones que sean necesarias, junto a la asociación, con el Ejecutivo presidido por Miguel Ángel Revilla.

En el ámbito deportivo, proponen mantener activos dos modelos de competición. El primero será «mantener el formato previsto y desarrollado en las asambleas celebradas a lo largo de este año». En la celebrada hace mes y medio, ya se aprobó incluso un calendario. Admiten que esto sólo se podría llevar a cabo «en una situación óptima de la pandemia» que permitiera un acercamiento a la «normalidad». Así, el objetivo sería «celebrar todas las regatas previstas» manteniendo siempre «las medidas de seguridad establecidas en el protocolo de actuación contra el virus».

En esta primera opción, cada club mantendría sus regatas y las condiciones exigidas en cuanto a organización y premios a repartir. En este último punto, entienden que puede haber quien tenga problemas para sufragarlos por haber dejado de tener el apoyo municipal o de algún patrocinador con problemas económicos, por lo que se exoneraría de esos pagos a los clubes que hubieran anunciado dichos problemas antes de hoy. Sería para «evitar la picaresca» y como «medida excepcional». «Creemos que a cualquiera nos puede pasar en la situación que nos toca vivir que ayuntamientos y sponsors puedan dar marcha atrás en su compromiso adquirido de ayudarnos a financiar la regata que cada uno debemos celebrar», reconocen los pedreñeros.

Coeficiente de puntos. Como entienden que es posible que haya tripulaciones que sean víctima del virus y que podrían renunciar, plantearían que la puntuación «pase a ser por coeficiente». Es decir, que cada equipo «dividiera sus puntos entre las regatas que haya disputado a final de liga». «De esta manera -precisa Pedreña en su documento-, el hecho de no poder participar en algunas regatas por falta de efectivos quedaría compensado en gran medida». Este paso sólo se daría si algún club resulta afectado, ya que, de lo contrario, se seguiría puntuando de manera convencional.

Al igual que la ARC, proponen que haya que disputar un mínimo de seis pruebas para dar validez a la liga. Para parar ésta, la asociación propuso que se hiciera cuando hubiera más de dos bajas mientas que Pedreña propone que sólo se paralice la competición «en el caso de darse la situación de falta de cuatro equipos a una regata». Además, entiende que no hay que estar cerrados a unas fechas y que si la liga ha de comenzar más tarde que el cuatro de julio, las pruebas perdidas se «reubiquen» en otras libres dentro del calendario original.

La opción dos es la de emergencia. Y es un modelo «cercano al planteado por la liga». Lo que pide es consensuar «entre todos» las sedes fijas y también el número de regatas, ya que creen que debería establecerse «un mínimo de doce» en el calendario. En cuanto al polémico asunto de los premios, propone exigir las condiciones exigidas a todos los clubes con excepción a quienes ya hayan anunciado sus dificultades antes del día de hoy y que, por lo tanto, sigan sufragando sus regatas. Aquí se pueden encontrar el problema de, por ejemplo, hacer pagar a Astillero una prueba deportiva que se celebre en Getaria. Ahí sí que se podrían echar muchos ayuntamientos para atrás. En cuanto a la posibilidad de puntuar a través de coeficiente, el mínimo número de regatas para dar la temporada por válida y del número de bajas para parar la competición, se establecen los mismos baremos que en la primera opción.  Esto es lo que Pedreña pondrá encima de la mesa. Lo que falta es conseguir apoyos.