Pedreña fue el proyecto cántabro más ambicioso de la pasada temporada, pero no consiguió su objetivo. El balón dio en el alero y, tras botar dos veces, se marchó disparado. La trainera negra murió en la orilla. Llegó con poderío al playoff pero allí no estuvo a la altura y no rindió al nivel que debía haber rendido para haberse ganado uno de los dos pasaportes hacia la ACT que se pusieron en juego. Con aquella doble decepción en Bermeo y Portugalete se puso fin a la temporada más ilusionante en muchos años en el club del este de la bahía. Cumplía 125 años y quería hacer algo grande, volver al que considera su sitio, pero no lo consiguió. Pudo haberse puesto en cuestión todo el proyecto, condicionado también por la irrupción de una pandemia que complicó los apoyos económicos, pero en el 2021 quieren volver a intentarlo, por lo que en Pedreña han conseguido armar un equipo con un buen número de cambios pero que tiene potencial para seguir pelándolo.

El primer paso fue renovar a Joseba Fernández, algo que no costó demasiado trabajo porque el club estaba encantado con mantenerle en su casa y él había mostrado su predisposición a no darse por vencido. De hecho, él mismo se impuso la exigencia de, por lo menos, dejar a la trainera negra donde estaba cuando completó su primera etapa al frente del equipo pedreñero. A partir de ahí, hubo que echar cuentas, saber qué remeros de la plantilla de la temporada pasada querían continuar, quiénes no, con quiénes se contaba y, a partir de ahí, buscar recambios e incluso refuerzos. Y, a día de hoy, cuando el equipo ya suma cinco semanas de entrenamientos, éste cuenta con diez bajas respecto al pasado verano y con ocho incorporaciones. En el club confían en poder mantener el nivel dado en este 2020 teniendo en cuenta, además, que será ya el segundo año del entrenador al frente de la cuadrilla, por lo que la remada debería estar ya más asentada. Al menos, por parte del amplio bloque que continúa.

Entre los que abandonan el barco, hay tres que estuvieron a bordo en prácticamente todas las regatas, que son, sobre todo, los casos del patrón Cristian Garma y de Rubén Álvarez - Pedrosa y, en menor medida, también de Sergio Enrique Rodríguez. Algo menos remaron David Pérez ‘Cires’ y Carlos Iriondo, que también causan baja en Pedreña respecto al 2020. A estos hay que sumar a otros hombres algo menos habituales como Carlos Diego, José Carlos López, Sergio Alonso o el canterano José María Acebo. También de la casa es Kewin Ruiz, un patrón aún muy joven pero que ya tiene toda una mili hecha después de cargar sobre sus hombros, en los primeros años tras la salida de Borja Gómez, la responsabilidad de patronear la embarcación de Pedreña.

Teniendo en cuenta esta nómina de bajas, fue fácil concluir que lo más importante era encontrar un patrón porque Joseba Fernández había perdido a los dos que tuvo el pasado año: Cristian Garma y Kewin Ruiz. La intención del primero de ellos, con una reputación a sus espaldas que le hace apetecible para un buen número de equipos, es aparcar un tiempo la práctica deportiva, pero cuando se habla de un remero siempre conviene dejar una puerta abierta. Así, para hacerse con el remo de gobernar, el entrenador pasaitarra ha echado mano de un paisano suyo que, además, es buen conocedor del remo cántabro, como es Juan Mari Lujambio.

El patrón guipuzcoano, que cumplirá sesenta años en el 2021, aportará experiencia en la popa de la trainera negra, a la que ya patroneó durante el 2001, después de hacerlo dos años en Astillero y antes de pasar por Castro durante tres etapas diferentes (2002-2003, 2008 y 2012). Tras esa última aventura castreña, tuvo que alejarse varios años del remo porque el trabajo le llevó hacia la costa mediterránea, pero ahora, ya jubilado, puede dedicarse al deporte al cien por cien. De hecho, en el 2019 incluso formó parte de la tripulación de la ‘Sotera’ de Santurtzi.

Además de la de Lujambio, hay otras incorporaciones de remeros conocidos para la afición pedreñera. Sobre todo, destaca el retorno a la actividad de Gabi Ortiz tras un año en tierra. Fue un fijo en las alineaciones del último lustro en la trainera negra y se trata, por lo tanto, de una incorporación de calidad para Joseba Fernández. También lo es el retorno de Mario Hernando tras competir al máximo nivel el pasado verano en Zierbena. De esta manera, se volverá a unir a sus hermanos Pablo y Miguel, tal y como hizo hace dos años en Astillero, cuando los tres lograron el mismo ascenso a la ACT que intentarán de nuevo con Pedreña en el 2021.

A estos dos remeros hay que unir a Jon Lekanda, un canterano de Zierbena, o al santoñés Iván Cano, que también cuenta con un ascenso a la ACT en su palmarés. Fue a bordo de la ‘Sotera’ en el 2017 y antes también había completado exitosas temporadas en la ‘Virgen del Puerto’. Tiene 37 años y su teléfono había recibido varias llamadas para incorporarse a otros proyectos, pero ha apostado por Pedreña. También lo ha hecho Christian Suárez, remero de Soto del Barco (Asturias) que el pasado verano logró subir a la ARC 1 a bordo de ‘La Marinera’. También lo hizo, pero con una participación menor, el gallego Kevin Vieira. Éste es hijo de José Ángel Cambados, bien conocido en el remo cántabro tras sus exitosos pasos por Pedreña y Castro. De hecho, un joven Kevin incluso formó parte de las categorías inferiores pedreñeras cuando su padre remaba para la trainera trasmerana, pero no es canterano porque previamente ya había tenido ficha con Mecos.

Vieira no viajará solo desde Galicia porque desde allí también se desplazará Suso Hermelo, todo un veterano de 47 años, un clásico de la trainera de Tirán que hace tres campañas tuvo que bajarse del barco por cuestiones laborales. El lugar que más veces ha ocupado durante su extensa trayectoria ha sido el de proel, una plaza que no tuvo un dueño fijo durante el verano pasado en Pedreña. Quien más veces la ocupó fue Carlos Iriondo, que durante el verano se repartió la responsabilidad con Roberto Labrada. Sin embargo, en las regatas decisivas, las del playoff, la clasificatoria de La Concha y la primera jornada del Campeonato de España, el puesto en la proa lo ocupó Miguel Hernando. Con la presencia de Hermelo, es fácil vaticinar que tanto la proa con él mismo como la popa con Lujambio van a estar ocupadas por viejos sabios que, en principio, deberían ser una garantía.