Es una temporada importante para Pedreña. Tras tres años ilusionantes que arrancaron con el impulso del 125 aniversario y que trajeron banderas, sueños, alegrías y decepciones, el equipo blanquinegro se juega no volver al mismo sitio donde estaba antes, al color gris, a un lugar donde no le daba para estar con los mejores ni lo hacía tan mal como para estar con los peores. En zona de nadie, donde no se levantan pasiones. Quiere huir de ahí, mantener encendida la llama y no dejarse llevar. Para eso ha pasado página. Sobrevivió en otoño y en invierno a su exentrenador, que no advirtió hasta mediados de octubre que no iba a continuar, y, aunque en ese momento se generó una cierta situación de pánico, el proyecto se mantiene en pie, que no es poco.

No era fácil porque no eran fechas de ponerse a buscar un técnico y, con él, a una cuadrilla de remeros que lo respaldaran. El club llamó a algunas puertas hasta que confirmó que la mejor opción la tenía en casa. Era momento de echar mano de lo sentimental, de dar una oportunidad a su gente, a la que ha permitido que el proyecto se haya mantenido en pie en la última década con más problemas que facilidades. Cogieron Carlos García y Edu Carriles el timón y, con la ayuda también de Alejandro Mantilla, que es otro que siempre está ahí, lograron mantener el proyecto a flote. Se fue el capitán pero el barco sigue adelante.

El primer paso fue mantener en el equipo a los remeros que, de manera sorprendente, consiguieron clasificarse para el playoff la temporada pasada. El equipo fue de menos a más hasta conseguir ganar banderas y volver a pelear por el ascenso. Y lo hizo sin cambios, con los mismos catorce hombres a bordo durante buena parte del verano. Y de todos ellos, según la lista de pretemporada presentada por el club trasmerano a la ARC, sólo se han marchado cuatro. Además del propio entrenador Joseba Fernández, que fichó por Lapurdi y que, según el presidente de Castro, también estuvo negociando la posibilidad de entrenar a ‘La Marinera’, han causado baja Sergio Alonso, Luis Guillermo Conde y Suso Hermelo. Éste último quería seguir pero ya terminó el curso pasado con muchos dolores de espalda y, aunque confiaba en recuperarse durante el largo invierno, finalmente no va a poder tirar del remo este verano.

Si de la alineación titular sólo se han ido cuatro, quiere decir que hay diez que continúan. No está nada mal. En concreto, además de los dos entrenadores, también continúan en Pedreña Axier Alonso, a quien ficharon el verano pasado con la temporada ya iniciada y que se ha asentado en el proyecto, Álvaro Gago, Roberto Labrada, Luis López, Miguel Navarro, Kewin Ruiz, Kevin Vieira y Miguel Lado. Este último también arrastra problemas físicos desde el otoño y va a llegar muy justo al verano. Vieira, por su parte, fue reclutado por Dani Pérez en Zierbena pero ha sido uno de los descartes, por lo que ha vuelto a la ‘Pedreñera’, donde le recibieron de nuevo con los brazos abiertos.

De la lista de temporada del 2022, también continúan a bordo Carlos Diego y Francisco San Emeterio, que a buen seguro tendrán más protagonismo el próximo verano. Entre las bajas respecto a la citada nómina, están el canterano Bruno Eguren y el gallego Benigno Martínez, además de Alfonso Lanza y Carlos Iriondo, que estaban incluidos en la plantilla pero que no remaron. El primero ha vuelto a Astillero y el segundo está remando en este 2023 para Camargo.

Una vez hecho este repaso de los que continúan y los que se han ido respecto a la cuadrilla del pasado curso, toca hablar de las incorporaciones. Hay cuatro espacios en la alineación titular que había que llenar con remeros de calidad y confían en haber acertado. Por ejemplo, están llamados a ser importantes tanto Imanol Costela como Yeray San Martín, castreños canteranos de AN Castro que vienen de remar dos años para la ‘Virgen del Carmen’ y que, como Kevin Vieira, también iniciaron la pretemporada en Zierbena. Sin embargo, tampoco pasaron el corte y se han venido con éste a Pedreña. Son dos jóvenes remeros que a buen seguro mantendrán su progresión en la trainera negra.

Uno de los grandes logros de los responsables de armar la plantilla pedreñera ha sido traer de vuelta a Gabi Ortiz, un titular prácticamente indiscutible en la trainera de Pedreña entre el 2013 y el 2019. Sin embargo, con vistas al 2020, precisamente coincidiendo con la llegada de Joseba Fernández, se quedó en tierra y ahí se ha mantenido hasta ahora, que ha sido recuperado para la causa. Se trata, por lo tanto, de una de esas incorporaciones de garantías que a buen seguro que remará muchas regatas este verano.

Otra recuperación para el mundo del remo es la de José Emilio San Juan, un fichaje para la parte central de la embarcación. Se trata de un viejo rockero de 49 años cuyas últimas experiencias habían sido en Santurtzi (2010 y 11) y Portugalete (2017). Su última aventura en Cantabria había sido en Laredo (2005 - 08) aunque antes había pasado por Santoña (96-97), Astillero (98-02) y Pedreña (02-03) tras haberse formado en Carasa. Le han devuelto el gusanillo que lleva dentro todo remero y ya ha formado parte de las alineaciones de buena parte de los descensos invernales en los que ha participado Pedreña.

Como en el caso de Emilio San Juan, el último club de otra de las incorporaciones que ha realizado Pedreña, Huxley Monroy, también fue Portugalete. Remó para la ‘Jarrillera’ en 2020 - 21 y Carlos García y Edu Carriles han considerado que puede sumar competencia a su plantilla. La nómina de incorporaciones la cierran Víctor José Bedia, que va a realizar un segundo intento para comprobar si se puede asentar como remero, el patrón Álex Cuartas tras patronear a Astillero el curso pasado y el joven Pablo Quintanal, juvenil y canterano de Astillero que ‘amenaza’ con ser asiduo en las primeras tostas de babor. Son todos estos los nombres que intentarán mantener el nivel de Pedreña en el 2023. El listón está alto pero no le tienen miedo. De hecho, supone una motivación añadida. Ya el año pasado no entraban en las quinielas y se colaron a lo grande tras una segunda mitad de competición para el recuerdo.