25.04.2024 |
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Pedreña, contra la historia

Ninguna Trainera de la ARC 1 ha pasado nunca el corte en la clasificatoria de la concha | Sí lo ha hecho una de la ARC 2: Astillero en el 2008 | Lo hay cántabros en la gran cita desde el 2012

Pedreña intentará mañana dar la sorpresa en La Concha y pasar el corte, algo que no logra desde el año 2011. / Hardy
Pedreña intentará mañana dar la sorpresa en La Concha y pasar el corte, algo que no logra desde el año 2011. / Hardy
Pedreña, contra la historia

Mañana se disputa la Clasificatoria de la Bandera de La Concha masculina. Hay que ser muy joven para no acordarse de esos años en los que no colar a tres traineras cántabras entre las siete elegidas era considerado una decepción mientras que hoy, en cambio, haría falta una sorpresa de las gordas para ver sólo a una surcando las aguas donostiarras los dos primeros domingos de septiembre.  Los tiempos cambiaron demasiado deprisa. Tanto es así, que la última vez que hubo una embarcación cántabra en la denominada ‘olimpiada del remo’ fue en el 2012. Se han disputado siete ediciones consecutivas de la regata más importante de todas sin ningún cántabro y eso es algo que empieza a pesar de verdad. Mañana habrá una nueva oportunidad y ahí estarán Astillero y Pedreña como únicas bazas a jugar. El primero sabe que no tiene opciones y el segundo sueña con ellas, pero ninguno de ellos ha remado en la ACT este año. Y es muy complicado pasar el corte sin estar en la máxima categoría. De hecho, nunca una embarcación que ha competido en la ARC 1 ha sido de los siete mejores el gran jueves. Por eso a la ‘Pedreñera’ le va a tocar luchar contra la historia.

Aunque parezca paradójico, nunca una trainera de la ARC 1, que se creó en el 2006, ha estado en la Bandera de La Concha pero sí una de la ARC 2. Esta última fue Astillero en el 2008, el mismo año que volvió a competir en ligas tras el follón que le terminó apartando de la ACT y que le dejó un par de veranos en tierra sin participar en ninguna competición regular. El equipo entonces entrenado por José Manuel Francisco seguía teniendo un bloque envidiable a pesar de competir en la categoría de bronce, donde, lógicamente, ganó todas y cada una de las regatas, y se coló en La Concha. En aquella embarcación había algunos nombres que ya habían formado parte de las tripulaciones campeonas de los años de vino y rosas sumados a otros que todavía siguen formando parte importante de embarcaciones ambiciosas a día de hoy. Por ahí estaban, por ejemplo, Israel Bolado, Raúl García Maroto, Alberto González, Carlos Mañas, Fran Montes, Mauricio Monteserín, Fernando Rúa, Antonio Vallejo, Jon Salsamendi, Óscar Viudez, Juan Zunzunegui, José Ángel Vázquez ‘Champán’, el incombustible Luis Pazos o un joven Carlos Palazuelos.

Lo curioso fue que cuando al año siguiente compitió la ‘San José’ en la ARC 1, la cual también volvió a dominar de principio a fin, manteniendo a buena parte de la plantilla e incluso mejorándola con fichajes como el de Jaime Ríos, se quedó fuera de juego. El ambiente dentro del grupo no era tan bueno y eso terminó saliendo también a la luz. Fallaron el día clave, en la regata del miedo que dicen quienes tienen la obligación de estar en la capital guipuzcoana, y no fueron capaces de romper con esa tendencia que sí pretende romper Pedreña mañana por la tarde.

Con las ganas. Que no haya traineras de la ARC 1 en La Concha es normal y natural. Sin embargo, a lo largo de todos estos años desde su creación, ha habido traineras potentes y ambiciosas que se han creído con potencial de pasar el corte. Y no lo han conseguido aunque incluso entraban en muchas quinielas y apuestas. Por ejemplo, aquel Astillero que dominó en el 2009 cogió el testigo de Kaiku en el 2008, que también se lo llevó prácticamente todo. Ya había cogido forma el proyecto liderado por Jose Luis Korta, el mismo que en los años siguientes ganaría dos banderas de La Concha, tres ligas consecutivas y otros tantos campeonatos de España. Viéndose con potencial, acudió a la clasificatoria con esperanzas de pasar, pero se quedó a las puertas.

Más de lo mismo sucedería en el 2011 con Portugalete o en el 2012 con Orio. A ellos tampoco les tosieron en la ARC 1 y también pensaron que podrían dar la sorpresa en la bahía de La Concha, pero se estrellaron con una realidad demasiado puñetera. A ésta deberá sumar Pedreña, que también llegará a San Sebastián tras haber demostrado estar muy por encima de la categoría en la que ha competido y tras haber estado a la altura de algunas de las mejores embarcaciones de la ACT en el Campeonato de España, el mal fario que mantiene el remo cántabro en los últimos tiempos con la bandera más importante de todas. Son ya siete años consecutivos sin embarcaciones de Cantabria y eso ya pesa.

Después de esa clasificación de Astillero en el 2012 tras completar una clasificatoria brillante, la ‘San José’ se ha quedado a incluso centésimas de haber pasado el corte, pero no lo ha vuelto a conseguir. La losa sigue ahí. Además, la década comenzó con lo sucedido en el 2011, cuando sí se clasificó para estar con los mejores los dos primeros domingos de septiembre pero sólo pudo disfrutar del primero tras ser expulsado del segundo. El motivo fueron las irregularidades detectadas con la ficha de Joseba Fernández, a quien ficharon después de haber sido destituido como entrenador de ‘La Marinera’ un mes antes. Aquel 2011 fue, además, la última participación de Pedreña en la Bandera de La Concha. Llegó a ser un fijo durante buena parte de la década pasada pero desapareció de escena. Aquel año, además, terminó en tercera posición, sólo por detrás de Urdaibai y de Kaiku. Ya es hora de reverdecer viejos laureles.

En aquel 2012 que significó la última clasificación de una trainera cántabra para disputar la Bandera de La Concha también sucedió la última gran sorpresa de la Clasificatoria. Porque es cierto que nunca ha pasado el corte una embarcación de la ARC 1, pero sí de la LGT 1, que es la categoría de plata del oeste peninsular. En aquel jueves para el recuerdo, fue Chapela quien dio la campanada para, además, completar después dos regatas más que dignas quedándose sólo a diez segundos de Astillero en la suma de los tiempos y cuarenta segundos por delante de Donostiarra, que por aquel entonces todavía era un convidado de piedra.

Pedreña es consciente de que mañana se presentará en San Sebastián sin nada que perder y liberado de la presión que sí tendrán otros. Nadie le pide pasar el corte. Lo suyo no va de obligaciones, sino de ilusiones, y eso juega a su favor. Es consciente de que necesita que le salgan las cosas muy bien y que a varios les salga muy mal. Llegará con los deberes hechos, con el aval de su regularidad y, sobre todo, con el de haber estado tuteando a algunos de los mejores de la ACT en el Campeonato de España. La historia va en contra de sus intereses, pero quiere ser un revolucionario.

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