19.04.2024 |
El tiempo

REMO

A Pedreña aún le vale el disfraz

La trainera trasmerana fue tercera en Pasajes, a sólo tres segundos de SAn Pedro, que fue el campeón l Esa misma distancia separó a Camargo del quinto puesto l  ‘La Marinera’ enciende la luz de alarma y Astillero salva la jornada
Pedreña salió ayer en Pasajes con la trainera blanca con la que ya había competido en la Bandera Bansander. / Hardy
Pedreña salió ayer en Pasajes con la trainera blanca con la que ya había competido en la Bandera Bansander. / Hardy
A Pedreña aún le vale el disfraz

La primera regata es como acudir a una fiesta de disfraces. Uno intuye quién puede ser aquel que está acodado en la barra con la máscara de Batman, pero no lo puede garantizar.

Cada uno echa sus quinielas, intenta alcanzar alguna conclusión a partir de las pruebas lanzadas en pretemporada e intuye a quién le puede corresponder servir las copas, a quién hacer los bocadillos, poner la música o hacerse con la pista de baile. Muchos aspiran a triunfar y a no volver solos a casa, pero no hay que engañarse, sólo triunfa una minoría. En Pasajes fueron tres los que despertarán hoy sin resaca, los que ayer respondieron a sus expectativas y estuvieron cerca de la victoria, que se quedó en casa, en San Pedro.

Allí la fiesta fue doble. La ‘Libia’ se mostró tal y como es y dio un auténtico golpe encima de la mesa recordando que, aunque no ganó la liga del pasado año, sí fue quien más cerca se quedó de ascender. Y ahí sigue, siendo la misma que entonces. A Pedreña fue fácil identificarle porque acudió con el disfraz del verano pasado. Temía que no le fuera a servir para la pasarela del 2021, pero en veinte minutos dejó claro que le sigue sentando bien. No asomó ni un michelín. No ganó pero se quedó cerca de hacerlo, a menos de cuatro segundos.

El resultado fue la mejor manera de quitarse un peso de encima, de echar por la borda las dudas que pudiera haber y confirmar que hay motor para volver a estar en la pomada. El resultado de ayer evidenció que está en disposición de subirse en la barra en cualquier momento y cantar ‘Sweet Caroline’ con toda su gente. A punto estuvo de hacerlo en la prueba inaugural, en la que hay que poner las cartas sobre la mesa y, llegado el momento, quitarse las máscaras y confirmar quién es quién, ya que giró por última vez marcando el mejor tiempo de la tarde. Sin embargo, lo que hizo San Pedro en el largo final fue toda una demostración de fortaleza ante la que sólo quedó sacar las palmas y aplaudir. El tiempo de Pedreña fue casi un minuto mejor que el de ‘La Marinera’.

Peligro, código rojo, rostros de preocupación, ¿qué demonios ha pasado aquí? No tuvo su día la trainera castreña, a la que le tocó abrir la regata, marcar el surco a los demás y avanzar a ciegas. Lo malo fue que demasiado pronto tuvo una referencia clara, ya que llegó a temer que Getaria, que fue la embarcación que salió en segundo lugar, le doblara, lo que era una amenaza real al paso por el ecuador de la prueba, en la que la trainera roja ya era 26 segundos más lenta que la guipuzcoana.

Para entonces, la confianza de los entrenados por Enrique Vitoria estaba en que sus perseguidores, favoritos a luchar por todo este verano, se estuvieran saliendo del mapa, barrieran a todos y se llevaran la bandera, pero lo cierto e que acabaron sextos. He ahí el drama y el tachón en el expediente que sufrieron de partida los remeros de Castro, que hoy intentarán corregir la situación para ahuyentar la ansiedad de sus bancadas. En el ecuador de la clasificación terminó Camargo. La ‘Virgen del Carmen’ se fue de Pasajes con un sabor agridulce, satisfecho por haber mantenido la cabeza fuera del pozo pero con la sensación de que su regata podía haber sido mejor. Y a poco que lo hubiera sido, habría salido a hombros, ya que se quedó a sólo tres segundos del quinto, que fue Kaiku.

Los patroneados por Jonatan Castanedo le recortaron cuatro segundos al bote de Sestao en el largo final y uno a Getaria, pero más rápido aún fue la ‘Tomatera’ de Deusto, que completó esos últimos metros tres segundos más rápido pera terminar comiéndole un puesto. Aún así, lo importante fue verse en el mismo lugar que el pasado año, en la clase media y a tiro de piedra de una plaza de privilegio. Camargo mira por el retrovisor y ve a los mismos que veía el pasado año. Es decir, Zumaia, Astillero y Orio B, además de Lapurdi y ‘La Marinera’, que remaban en la ARC 2 el pasado verano. La ‘San José’ libró la primera jornada.

El objetivo va a ser siempre dejar a cuatro por detrás y ayer dejó a tres, pero se vio dentro de la pelea. Objetivo cumplido. A los entrenados por Vasile Matei les tocó salir en la segunda tanda, donde se acumularon buena parte de las mejores traineras de la tarde. Lo intuyó desde el primer largo, cuando alcanzó por vez primera la baliza exterior cinco segundos más tarde que Camargo, que había sido el siguiente más lento.

in embargo, en ese momento estaba marcando una referencia mejor que la de Castreña y Lapurdi. Era bien consciente de que su pelea iba a estar por ahí y se marcó como principal referencia los tiempos dejados por los oriotarras, que completaron ese primer cuarto de regata dos segundos más rápido. El primer largo de vuelta de los astillerenses fue bueno y, al paso por el ecuador, mantenían distancias con las dos embarcaciones rojas e igualaron la referencia de Orio B. Sus compañeros de tanda estaban cada vez más lejos pero mantuvieron la cabeza fría, sabedores de que aquella no era su pelea, que la música que sonaba en ese momento no era para ellos y que debían ponerse los auriculares para bailar a su ritmo y al compás que habían marcado los del acto anterior. Y les fue bien.

Cuando giraron por última vez, los azules ya eran cinco segundos mejor que la ‘San Nikolas’. Lo malo era que miraban al horizonte y la siguiente figura que veían estaba muy lejos, ya que Zumaia había marcado un tiempo quince segundos más rápido que el suyo al paso por la última maniobra. Salto en el tiempo. Lo cierto es que lo sucedido en Pasajes fue como viajar en una cápsula del tiempo al verano del 2020. Como entonces, de nuevo fue una tarde intensa de remo con tres regatas en un mismo escenario y multitud de remeros y remeras embarcando, desembarcando y compitiendo. E incluso los protagonistas fueron prácticamente los mismos porque muchos de los duelos entre San Pedro y Pedreña del pasado año han quedado ya para el recuerdo.

Y ayer volvieron a estar ahí los dos, bailando de nuevo bien pegados aunque con un incordio que ya apuntó prometedoras maneras hace doce meses que ahora le toca confirmar: Arkote. Cuatro de los cinco botes más rápidos ayer fueron los últimos en salir. El orden de salida se sorteó pero, como se ve, dio la impresión de, en el fondo, haber elegido a los mejores para el final.

El único ser extraño respecto al curso pasado fue Kaiku, la trainera procedente de la ACT, que ayer fue de más a menos y que dio la impresión de confirmar que le va a costar estar metido en el ajo. Por de pronto, hoy en Getaria estará en la tercera tanda junto a Deusto y los anfitriones, Camargo remará con Zumaia y Astillero y Castreña con Lapurdi y Orio. Pedreña estará en el único acto de cuatro, el de los mejores, el exclusivo y, en definitiva, el de honor. La tarde se presentó complicada, con mucho viento del norte en balizas exteriores y, por lo tanto, con una mar que se complicaba al salir por puntas. Cuando las embarcaciones iniciaban su trabajo, se pegaban todo lo que podían a San Juan buscando mejores condiciones y en los de vuelta hacían lo propio por San Pedro. Y así lo hizo Pedreña, que fue el último en salir y que transmitió una enorme sensación de potencia de partida. En sus tostas había, mayoritariamente, remeros que ya estaban a bordo el pasado año.

Sólo cambiaron la proa y la popa con Juan Mari Lujambio y Suso Hermelo, respectivamente. Aún habrá que esperar para ver el debut de Eneko Van Horenbeke porque este fin de semana estaba en el Campeonato de España de remo olímpico con Getxo. Pedreña completó una regata inteligente, sin prisa ni ansiedad y sí con las ideas bien claras. Fue de menos a más, comenzando por detrás de Kaiku, San Pedro, Arkote y San Juan -a lo que ayudó una ola que les entró justo cuando empezaban a girar la embarcación- pero completando dos siguientes largos en los que dio totalmente la vuelta a la situación. Tanto es así, que los trasmeranos marcaron el mejor tiempo en el último giro, con un segundo de renta sobre un Arkote que parecía estar calcando la actuación de los de Joseba Fernández y un San Pedro que parecía cotizar a la baja.

Sin embargo, en ese momento se despojó la ‘Libia’ de su disfraz, apareció su verdadera realidad en todo su esplendor y completó unos metros finales de pura potencia. A bordo sabían que estaban volando, sintieron el aliento de toda su gente en la champa final y la aprovecharon para sacar vatios de donde parecía que ya no había. Cuando llegó San Pedro, aún quedaban Arkote y Pedreña por llegar. Y ambos habían marcado mejor tiempo que los de casa tras el tercer largo, por lo que intuían que quizá no había nada que celebrar. Pero primero llegaron los de Plentzia y por últimos los cántabros. Marcaron tiempos prácticamente idénticos pero ninguno pudo alcanzar a la ‘Libia’, que celebró a lo grande un estreno de temporada inigualable.

A Pedreña aún le vale el disfraz
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