La incertidumbre rodea el mundo del remo. Se acercan días en los que se decidirán y se debatirán muchas cosas. Está en juego el modelo de competición que se va a imponer el próximo verano en las ligas ARC, que es donde están encuadradas todas las traineras cántabras, y algo más. Mañana mismo hay una reunión telemática donde se pondrá encima de la mesa el plan previsto por los dirigentes de la asociación, que plantea reducir el calendario a nueve regatas que se disputarían en sólo tres sedes fijas. A parte de todo ello, hay todo un protocolo, ya detallado en estas páginas el pasado fin de semana, sobre las supuestas garantías que se plantearían para mantener la salud de todos los que participan en las regatas además de establecer cuándo se daría por válida una liga y cuándo no. No son pocas las probabilidades de que una competición se quede a medias, lo que abortaría la posibilidad de ascensos o descensos entre las categorías de plata y de bronce. La de oro no depende de la ARC. La ACT sigue su propio camino pero quienes han venido preparando la temporada con la firme intención de dar el salto a la misma suman estos días un grado de incertidumbre mayor aún del que ya tenían con su propia liga.

Primero fue un rumor, más tarde una propuesta en firme. Desde el pasado fin de semana, se hablaba en las interioridades del remo sobre la posibilidad de que la ACT se estuviera planteando cerrar su competición. Al puro estilo NBA. Es decir, que no hubiera descensos este año. Eso, lógicamente, afectaría a quienes aspiran a ascender porque no tendrían sitio. El temor se fue instalando entre estos últimos y se hizo realidad ante su puerta cuando ayer se hizo realidad una propuesta para llevarla a efecto. Llegó por parte de Zarautz, un recién ascendido y, como suele ser habitual, uno de los llamados a luchar por la supervivencia el próximo verano. Al parecer, quiere conseguirla de partida. Quiere remar con tranquilidad.

El documento que hizo público ayer es una propuesta con vistas a incluirla en el orden del día de la asamblea que celebrará la ACT el próximo treinta de este mes de mayo. Comienza diciendo que «la prioridad absoluta, después del aspecto sanitario, es conseguir que la competición ACT 2020 se lleve adelante con la participación de todos sus clubes integrantes y con el máximo número de regatas posible». Hasta ahí, todo normal. La asociación ya tiene establecidos un calendario y un protocolo de actuación en cada prueba que ha recibido el visto bueno del Gobierno Vasco y, de hecho, son optimistas en cuanto a su realización.

En el segundo punto del documento, ya van entrando en harina y argumentando su verdadera intención. El club guipuzcoano vaticina que, durante la presente temporada, «va a afectar muchísimo el factor suerte al nivel deportivo debido a las múltiples casuísticas que pueden derivar de las consecuencias de la pandemia». No detalla a qué se puede referir al haber afectado ésta a todos por igual, pero, como considera que «no sería justo dejar en manos del azar un tema tan serio como el de los ascensos y descensos», propone que no los haya.

El Club de Remo Zarautz encuentra «necesario» que, tras el verano de regatas, «haya un ganador y una clasificación». De hecho, afirma que «todos los socios» están de acuerdo en este punto. Sin embargo, parece que sólo puede ser válido lo que suceda por arriba. «No es necesario que haya ascensos ni descensos», afirma. «Menos, en un año tan atípico como este», añade. Sin rubor.

El club guipuzcoano afirma que tomar la decisión de anular la posibilidad de descender «daría una imagen de seriedad ante la opinión pública, pues se evitarían posibles casos en los que se tuviese que actuar de manera precipitada sobre problemas que requiriesen un determinado tiempo para tratar». Además, concluye asegurando que «los escenarios que se plantean en las ligas inferiores (tanto ARC como LGT) implican una alta afectación del azar». 

Insolidaria. La intención de Zarautz afecta, sobre todo, a los clubes que aspiran, precisamente, a subir a la ACT el próximo verano. Y en Cantabria, ese papel y esa aspiración corresponden, sobre todo, a Pedreña, que apostó fuerte el año pasado para construir un proyecto ambicioso liderado por Joseba Fernández. Y fue éste quien se encargó de responder al club guipuzcoano. De primeras, le parece «difícil de entender que, si la situación finalmente permite competir con normalidad, pueda plantearse semejante propuesta». Y todo apunta a que, al menos la máxima categoría, que a día de hoy aún no se ha autoimpuesto unas limitaciones como sí pretende hacer la ARC, podrá disputarse en un formato similar al de todos los años. Así, el entrenador pasaitarra recuerda que la ACT «parece haber diseñado un formato que convence a las autoridades y pinta que el objetivo de llevar a cabo la liga completa está más cerca». Si esto es así, la propuesta de los zarautztarras no tendría demasiado sentido y apuntaría directamente a intereses particulares.

En opinión de Joseba Fernández, aceptar la propuesta del club de la ‘Enbata’ «lograría precisamente lo contrario de lo que habla la propuesta». En concreto, entiende que daría «mala imagen» mientras que, de propina, «mataría la ilusión de muchos remeros de llegar a la élite como consiguieron ellos el pasado año». Y habla de los suyos propios, a los que ha visto trabajar desde otoño con un objetivo tan grande como su ilusión por recuperar el prestigio de Pedreña. De hecho, se pueden encontrar con un panorama bien triste, con un calendario de sólo nueve regatas, todas ellas fuera de casa, sin optar a premios y tampoco al ascenso. El único objetivo de salir al agua sería mantener la condición de equipo de ARC 1. Pobre recompensa tras tantos meses de esfuerzo.

El entrenador de la trainera trasmerana asume que podría entender que Zaratuz defendiera evitar los descensos. «No lo comparto, pero podría entenderlo», precisa. Lo que no entiende es que ataque la posibilidad de que haya ascensos. «En otros deportes se han defendido los no descensos pero nunca los no ascensos», recalca. Con todo, él mismo precisa que hay una diferencia entre esos otros deportes y el suyo, que es el hecho de que los demás han tenido que interrumpir sus ligas cuando aún faltaban al menos un tercio de las mismas por disputarse mientras que las traineras aún están por estrenarse. Y esto quiere decir que, cuando puedan empezar a competir, todas estarán «en las mismas condiciones» y habrán pasado por el mismo confinamiento y unas limitaciones similares. 

El Club de Remo Zarautz encuentra «necesario» que, tras el verano de regatas, «haya un ganador y una clasificación». De hecho, afirma que «todos los socios» están de acuerdo en este punto. Sin embargo, parece que sólo puede ser válido lo que suceda por arriba. «No es necesario que haya ascensos ni descensos», afirma. «Menos, en un año tan atípico como este», añade. Sin rubor.

El club guipuzcoano afirma que tomar la decisión de anular la posibilidad de descender «daría una imagen de seriedad ante la opinión pública, pues se evitarían posibles casos en los que se tuviese que actuar de manera precipitada sobre problemas que requiriesen un determinado tiempo para tratar». Además, concluye asegurando que «los escenarios que se plantean en las ligas inferiores (tanto ARC como LGT) implican una alta afectación del azar».