Cuando la victoria parecía que se la iban a disputar Pedreña y Arkote, surgieron del fondo del armario San Pedro y San Juan para poner las cosas en su sitio. En regatas tan ajustadas en las que todo se decide por centésimas y, por lo tanto, por pequeños detalles, tener un conocimiento exhaustivo del campo de regatas puede marcar la diferencia. Cuando uno navega por una ría, hacerlo unos centímetros a estribor o a babor puede brindar la ventaja suficiente para hacerte con la victoria. Y es lo que hicieron ayer las dos traineras locales para arrebatar el protagonismo a los demás. Ganó la ‘Erreka’ su primera bandera y segunda quedó la trainera de la orilla de en frente, una ‘Libia’ que durante más de tres cuartos de regata dio la impresión de ir con el gancho.

Como el domingo pasado en esas mismas aguas, los cuatro primeros estuvieron en dos segundos. Más igualdad imposible. Y como entonces, la peor parte se la llevó Pedreña, que volvió a marcar el cuarto mejor tiempo pero que, a su vez, se quedó a menos de dos segundos de ondear la bandera. Cuando se lanza la moneda, da la impresión de salirle siempre cruz. Durante toda la regata supo que estaba metido en el ajo y que tenía serias opciones de ganar y de, por tanto, dar un paso más hacia la segunda plaza, pero la historia no terminó bien. En los detalles se están yendo las grandes esperanzas del verano.

Escapada la bandera, a buen seguro que la ‘Pedreñera’ habría dado por bueno, al menos, terminar por delante de Arkote, pero ni eso le concedió ese apenas segundo y medio que le separó de la trainera de Plentzia. Los del este de la bahía, que de nuevo contaron con Carlos Diego en la banda de babor, algo que no sucedía desde la segunda jornada, comenzaron bien, con fuerza, poniendo el bote a buen ritmo desde un primer momento. Sus primeros metros fueron buenos porque en el primer cambio de dirección marcó la mejor referencia. Todavía era temprana porque ayer la salida estaba a mitad de largo, pero al paso por el punto de partida se confirmó que los trasmeranos estaban metidos en la pelea.

Cada referencia dejada por las embarcaciones de la tanda de honor anunciaba una tremenda igualdad, muy semejante a la de las anteriores contrarrelojes. En ambas había estado siempre la ‘Erreka’ jugando con la victoria pero se quedaba con la miel en los labios. Ayer, en cambio, se resarció con la posibilidad de celebrar la victoria en casa. Al cruzar la meta, había marcado el mejor tiempo pero era consciente de que quedaban por pasar los más rápidos. Buena señal fue para la embarcación rosa comprobar que Pedreña, que fue el siguiente en salir, hizo dos segundos menos. Eso confirmó que su último tramo de regata había sido muy bueno porque la ‘Pedreñera’ había realizado el último paso por meta con esa misma ventaja de dos segundos (5.16 y 5.18, respectivamente).

Cuando llegó Arkote, que era el otro bote que parecía estar pegándose por la victoria con Pedreña, tampoco mejoró a San Juan, así que sólo faltó por llegar San Pedro. Éste se mantuvo en toda la regata en un segundo plano, dejando escritas referencias que se quedaban lejos de anunciar una victoria. Sin embargo, se quedó a nada. Como sus vecinos, dejó lo mejor para el final. Encontró atajos por caminos vetados para los demás y obligó a intervenir a la foto finish. Desde que cruzó el bote morado, se hizo el silencio y todos los delegados se reunieron en torno a los jueces, que estaban deriverando y confirmando a partir de las imágenes qué había pasado. Había que hilar muy fino porque, de hecho, la bandera se fue para San Juan por sólo siete centésimas. Es decir, por nada.+

Los otros dos botes de la tanda de honor, Zarautz y Hondarribia B, no pudieron con el tiempo de Zumaia, que fue quien barrió en el primer acto. La ‘Telmo Deun’ tuvo problemas en la salida porque su patrón fue incapaz de encontrar la estacha, que estaba enredada en la boya. Se le venía encima la hora de salida y el patrón lo hizo agarrándose a la baliza. Fue una solución de urgencia para evitar, como consiguió, que fuera sancionado.

‘La Marinera’ intentó estar cerca de Zumaia pero éste llevó un ritmo con el que no pudo. A mitad de regata, ya llevaba diez segundos perdidos. A partir de ahí, su misión fue impedir que se alejara mucho pero, al final, se le metieron otros dos botes en medio y eso le ha hecho perder la séptima plaza en la general. Quien se mantiene décimo es Camargo, que comenzó bien pero, poco a poco, sus referencias se fueron alejando de las de Deusto, que era su objetivo a alcanzar. Los bilbaínos terminaron siendo nueve segundos más rápidos en meta y eso deja cada vez más caro librarse de la disputa del playoff.