20.04.2024 |
El tiempo

EL NIÑO VS HARRISON

‘El Niño’ cae ante un superclase

Sergio García perdió contra el Tony Harrison de las mejores noches, que demostró estar listo para recuperar el trono mundial | El cántabro se mantuvo fiel a sí mismo pero no fue suficiente para poner en apuros a su oponente

La zurda de Harrison fue clave. / e. l.
La zurda de Harrison fue clave. / e. l.
‘El Niño’ cae ante un superclase

Había dudas e incluso apuestas sobre si Sergio García se iba a encontrar con el Tony Harrison de las grandes noches, con el que ganó el campeonato del Mundo, o con quien tan poco había gustado en su reaparición del pasado año. Uno no tenía nada que ver con el otro, eran dos boxeadores opuestos incapaces de reconocerse ante el espejo. Y quien subió al ring fue el primero de ellos, un superclase, un tipo de otra categoría preparado para recuperar su corona. Apareció el monarca, un boxeador con capacidad para haber llevado a la escuela a cualquiera que se le hubiera puesto delante. ‘El Niño’ lo buscó y lo intentó, pero no encontró el camino. Se supo inferior pero no se dejó nada allí arriba, por lo que, aunque resultara insuficiente, siempre podrá decir que el gran día utilizó sus armas y se mantuvo fiel a sí mismo.

La cara del torrelaveguense fue reflejando la impotencia que sentía conforme pasaban los asaltos y veía que no había manera, que todo intento por acortar espacios y atacar a su rival era respondido con total precisión por su oponente. La zurda de Harrison marcó la distancia a la que se desarrolló el combate, que fue la que le convenía. Provocó que Sergio García errara constantemente mientras que sus manos encontraban con facilidad su objetivo. Su jab ejerció de batuta de director de orquesta y cuando el cántabro, peleando siempre hacia delante, le encerraba contra las cuerdas mostraba una rapidez de piernas de los que liberan de problemas.

La zurda de Harrison fue clave. / e. l.
La zurda de Harrison fue clave. / e. l.

No quedó más remedio que rendirse a la superioridad de ‘El orgullo de Detroit’. ‘El Niño’ lo hizo. Fue él mismo quien le colocó el cinturón Silver que había en juego, el mismo que Sergio García había ganado a ‘Chaca’ aquella noche del mes de junio en Barcelona. De hecho, mientras las cámaras recogían las palabras del norteamericano tras el combate, por la pequeña pantalla se veía la foto del torrelaveguense en el mismo cinturón. Pasado y presente. Ahora queda decidir por dónde va a ir el futuro.

Dos jueces recogieron sendos 100-90 en las cartulinas. Es decir, que resolvieron que todos los asaltos habían sido para Harrison. Otro recogió un 98-92, por lo que le dio dos al cántabro. La gran diferencia estuvo en la precisión de los golpeos, ya que el de Detroit conectó 197 veces por las 103 de Sergio García, que lanzó cien más (592 por 491). Superado el ecuador de la contienda y, además, viendo que ‘Superbad’ no desfallecía ni se venía abajo, cualquiera sabía que a las cartulinas no había nada que hacer, por lo que sólo quedaba comprar cloroformo. Pero no es Sergio García un autor de KOs por un solo golpe de poder, sino de los que necesitan madurarlo hasta lograrlo sólo fruto de un desgaste que ni mucho menos estaba provocando en su oponente. De ahí que los últimos actos fueran un callejón sin salida. «Hay que ir a la guerra, hay que echarle huevos», le decían desde la esquina. Y los echó, pero no resultó suficiente para generar dudas en un púgil que ahora mismo está para volver a retar a Charlo, a Castaño o a quien sea.

‘El Niño’ intentó, sin suerte, acortar las distancias. / e. l.
‘El Niño’ intentó, sin suerte, acortar las distancias. / e. l.

El primer asalto fue ya un buen resumen de lo que acabarían siendo la pelea. Al minuto de combate, Sergio encerró a su rival en la esquina y conectó una buena derecha, pero Harrison salió bien y comenzó a conectar certeros golpes con su jab hasta que, ya en los segundos finales, acertó con un gran golpe que marcó su camino en los otros nueve actos. Siempre se mantuvo entero, disfrutando, reencontrándose consigo mismo.

El cántabro salió al segundo asalto, tras haber utilizado el primero para las presentaciones, con ánimo de incrementar el ritmo y, por encima de todo, acortar las distancias. ‘El Niño’ quería pelear en un ascensor y su rival en un descampado. Cogió al americano por sorpresa pero poco a poco éste fue cogiendo su espacio y marcando posiciones. Fueron minutos de una mayor incertidumbre pero Harrison incluso sacó ahí recursos de ese ‘otro boxeo’ siempre presente, como un par de golpes bajos y un codazo que también querían desorientar al torrelaveguense. Ganó en todo.

En opinión de dos jueces, Harrison ganó los diez asaltos. / esther lin
En opinión de dos jueces, Harrison ganó los diez asaltos. / esther lin

‘El Niño’ no dejó de intentarlo y buscó esa frecuencia de golpeo y ese ritmo que debían llevarle a la victoria, pero Harrison contragolpeaba siempre con precisión, lo que era una fábrica de dudas. Le hacía pagar caro cada acometida mientras que el cántabro, por lo menos, mostró un buen encaje, ya que se tragó tremendas manos sin apenas inmutarse. Y delante estaba un tipo que había ganado por KO 23 de los 28 combates que había disputado antes que aquel.

El resultado fue el desánimo de Sergio García y su entrenador en las horas posteriores al combate. El cántabro volvió a gustar por dar siempre la cara, por ofrecer combates vistosos, de intercambio y de ritmo, pero suma dos derrotas. Es cierto que allí saben que dio algo más que la cara contra un Fundora convertido en el chico de moda y que aguantó el tipo contra un Tony Harrison estelar, pero es momento de replantearse la carrera y elegir si retomar el camino europeo a la espera de otra llamada americana o incluso dejarlo. Ojalá no sea esto último. Sería mucho talento desaprovechado.

‘El Niño’ cae ante un superclase
Comentarios