La mañana de los Diez Kilómetros de El Pendo se vio envuelta en una situación inesperada cuando la carrera tuvo que dividirse en dos debido a una confusión en la ruta. En el momento crucial de la primera rotonda, la señalización y la moto guía tomaron direcciones opuestas, lo que provocó que los corredores se dividieran en dos grupos, cada uno siguiendo un camino distinto.

La situación generó desconcierto entre los atletas locales, quienes se encontraron con la inesperada bifurcación. Algunos siguieron las indicaciones de las banderas, mientras que otros optaron por seguir a la moto guía. Esto resultó en dos pelotones separados, cada uno siguiendo una ruta diferente.

Ante esta situación, la organización tomó la decisión de detener la carrera y rectificar el error. Se planteaba la opción de descalificar a los corredores que tomaron la ruta incorrecta, pero se consideró que no sería justo penalizarlos por una confusión ajena a su control. Así que, después de un breve receso para regresar al punto de partida, se reinició la carrera.

A pesar del contratiempo, Adel Mechaal logró imponerse y alcanzar la victoria con un tiempo de 27.54 minutos, cumpliendo así su objetivo de preparación para los Juegos de París. En la categoría femenina, Lidia Campo se alzó con la victoria, registrando un tiempo de 30.53 minutos.

Aunque la situación causó disgusto a algunos participantes y tensiones en la organización, Mechaal trató de restar importancia al error y destacó la rapidez del circuito. A pesar del pequeño desbarajuste, la carrera fue considerada un éxito, con una participación destacada y algunos récords batidos, como el de Cantabria en la distancia.

Así, la tercera edición de los Diez Kilómetros de El Pendo quedó marcada por esta peculiar historia, que si bien generó un momento de confusión, no empañó el éxito deportivo del evento ni la profesionalidad de la organización, que supo manejar la situación de la mejor manera posible.