La versión femenina de ‘La Marinera’ tampoco pudo escapar de la octava plaza en aguas de Zumaia, el primer contacto con mar abierto para las traineras de la liga ETE. Las cántabras se volvieron a mostrar muy por delante de Portugalete pero sin motor suficiente para pensar en dar alcance a otros equipos como Hernani y Zarautz, con quienes ayer compartió tanda. Fue la segunda regata en un puñado de horas y eso siempre se hace notar, además, en toda embarcación inexperta.

Si el sábado tuvieron que lidiar las entrenadas por Natalia Díaz e Iker Gimeno con un fuerte viento, ayer éste fue a menos velocidad pero hubo que torear esa complicada ola que siempre enseña la costa de Zumaia. A las cántabras las correspondió, para colmo, una calle cuatro que era la más expuesta y por donde más costó avanzar. Y es que, al contrario de lo que, en principio, va a ser habitual, ayer se disputaron sólo dos tandas con cuatro botes en la primera y cinco en la segunda.

Intentaron aferrarse las de rojo a Hernani como mejor manera de sentir la cercanía de algún rival, pero las guipuzcoanas, que viajaban por la vecina calle tres, se hicieron cada vez más pequeñas y realizaron la ciaboga con casi veinte segundos de renta ya. Por detrás, viajaba Portugalete a casi medio minuto, por lo que ‘La Marinera’ se quedó en tierra de nadie mirando a las balizas de meta y con todo el campo de regatas a su servicio para avanzar por donde estimara más oportuno.

En la tanda de honor, Zumaia soñó durante unos minutos con ganar en su propia casa. Realizó la ciaboga en cabeza pero, a partir de ahí, Hondarribia fue creciendo por su calle dos hasta ponerse rápidamente en cabeza y conseguir su segunda bandera.