25.04.2024 |
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MARIAN HERRERÍA VS KARLA MÉRIDA

Grito vikingo desde Barcelona

Marian Herreria (3-1) pelea esta noche contra la púgil local Karla Mérida (4-1-1) con el Campeonato de España en juego | Ambas calcaron ayer su peso: 55,400 | La cántabra intentará imponer su estilo y pelear en distancias cortas

Marian Herrería y Karla Mérida tras superar ayer el trámite de la báscula en Barcelona, donde hoy será el combate.
Marian Herrería y Karla Mérida tras superar ayer el trámite de la báscula en Barcelona, donde hoy será el combate.
Grito vikingo desde Barcelona

«Estoy segura de que el 2023 va a ser mi año». Lo dice Marian Herrería, la primera boxeadora profesional que ha tenido Cantabria y también la primera que va a pelear por un Campeonato de España. No se conforma. Quiere más. Quiere ser también la primera en ceñirse el cinturón, la primera en sentarse en el trono. Siempre rompiendo barreras, abriendo puertas, haciendo camino. Hoy es un día importante para ella, para todas las que la han acompañado a lo largo de su rápida e intensa trayectoria; para su gente, para el boxeo cántabro. Esta noche toca afinar las gargantas porque el grito vikingo que se lance desde aquí ha de llegar hasta Barcelona, donde la boxeadora santanderina quiere escribir el primer episodio de un año que va a ser su año.

Es allí donde la ‘Vikinga’ afrontará uno de esos días largos, de continua espera en los que parece que no pasan las horas. El gran momento llegará cuando se haya cerrado todo menos los bares y los restaurantes. Noche con poca luna. Todos los focos apuntando al mismo lugar, al polideportivo municipal Cem Mundet de la capital catalana. Es allí donde se disputará el primer Campeonato de España del 2023, donde una cántabra con ambición y con ganas de convertir este año recién comenzado en una rampa de despegue será una de las dos coaspirantes al título. Es su momento, es su día, quiere disfrutarlo pero también quiere ganar el título.

El cinturón está vacante. No lo defiende nadie, busca una dueña que lo lleve con orgullo y le dé prestigio. La otra boxeadora que lo quiere es Karla Mérida, catalana, un poco más joven y con un par de combates más en su historial. Peleará en casa y eso la dará ventaja. No hay que negarlo. Así funciona el boxeo. Quien pelea a domicilio siempre va a tener que hacer algo más para ganar a las cartulinas. Y eso lo sabrá Marian Herrería, que no puede salir a especular. No puede dejar pasar ningún asalto porque cada uno de ellos será importante en un combate a sólo ocho episodios. Va siendo hora de dejar de tratar al boxeo femenino con tanta condescendencia porque si cada acto ya sólo dura dos minutos en vez de tres, que es lo que duran los masculinos, qué menos que alargar la distancia a un mínimo de diez.

A buen seguro que sucederá en el futuro. Ahora toca conformarse con el estado actual de las cosas y amoldarse a unas reglas del juego que no dejan espacio a las presentaciones. La ‘Vikinga’ tampoco las necesita. Es de las boxeadoras que va de cara, que no se dedica a esperar a su rival, sino que da pasos hacia delante para ir a buscarla. Es una guerrera, le gusta que salten chispas y encerrarse con su oponente a boxear en un ascensor. Su intención será que el combate se desarrolle en la corta distancia, que haya intercambio de metralla, que salten chispas. El boxeo de su oponente es diferente. A Mérida le gusta que corra el aire, que haya espacio para bailar, utilizar el jab y esperar al momento oportuno para sacar su directo de izquierda, que es su herramienta más pesada. Se van a enfrentar dos escuelas y toca comprobar cuál sale vencedora esta noche.

CONOCIDAS. Las dos coaspirantes se conocen bien. No sólo por mantener trayectorias similares en el campo amateur, sino porque incluso ya se vieron las caras hace tres años en territorio cántabro. Aquel día ganó la catalana por decisión unánime, pero aquello quedó ya muy atrás. Han pasado muchas cosas desde entonces. La más importante de todas es el salto al profesionalismo, que también se produjo casi a la par y que cambia muchas cosas sobre el ring. Aún así, Mérida llega al campeonato con dos combates más en su haber. Suma cuatro victorias, una derrota y un nulo. Por su parte, Marian afronta su gran oportunidad con tres triunfos y un combate perdido.

Las únicas derrotas de ambas boxeadoras se produjeron en sus únicos combates fuera de casa. Ojo al dato porque eso quizá pueda dar más valor al hecho de que una de ellas boxee ante su gente esta noche. Será la cántabra quien deba hacerlo en territorio hostil pero eso también puede suponer una motivación extra, la mejor manera de no permitirse a sí misma no aparecer en el ring con todos sus sentidos al cien por cien. La lección ya la tiene aprendida porque, de hecho, su último combate fue en Polonia, también lejos de casa y sin demasiados rostros reconocibles alrededor de las 16 cuerdas. Viene, por lo tanto, de perder pero de haber acumulado allí una colección de enseñanzas que intuye que le van a servir hoy para hacer un gran papel.

Uno de los recursos más peligrosos que maneja Karla Mérida es su condición de zurda. Eso lo condiciona todo pero la pupila de Daniel Rasilla se ha preparado a conciencia para ello en los dos últimos meses. Ha sido una larga preparación que ha estado, además, muy centrada en una púgil que conocen bien. Y creen que pueden hacer un buen papel, contrarrestar sus virtudes y sacar a escena las suyas. Sin tiempo que perder porque no hay demasiado. El momento de la verdad pasa tan rápido que cuando una se quiere dar cuenta ya ha terminado.

Ayer fue el pesaje. Sin problemas. Lo esperado. Ambas dieron 55,400. A partir de ahí, tocó rehidratarse y coger peso tras muchos días de sacrificio. Y esperar. También toca esperar porque la pelea de esta noche será la última de una larga velada con multitud de platos en el menú. La organización calcula que el combate estelar comenzará entre las diez y las diez y media de la noche pero ya se sabe que no hay horarios fijos en este deporte.

Toca estar preparado para emociones fuertes porque, aunque con estilos distintos, a las dos boxeadoras las gusta imponer un ritmo alto a sus combates. Y es que, la misma Marian Herreria afirma que para ella supone una prioridad ofrecer, por lo menos, un buen combate a los presentes. Y parece que va a estar asegurado porque se trata de dos guerreras con un nivel parejo que concede el ingrediente más importante de todos, que es la incertidumbre. A ello hay que sumar lo mucho que hay en juego. Es una gran oportunidad para ambas y no quieren dejar pasar este tren que se les ha puesto delante.

La velada podrá seguirse por el canal de Twitch de Martí Miras ‘Spursito’

La velada será muy lejos, en Barcelona, pero la afición cántabra podrá disfrutarla desde su casa porque será retransmitida por internet. En concreto, será el streamer Martí Miras ‘Spursito’ quien se encargue de su emisión desde su canal de Twitch. Será una larga velada con un amplio menú de combates previos. Habrá dos profesionales que medirán a Diego Torrente (7-5, 3KO) y al croata Borna Grcic (2-2, 1KO) en el peso crucero y al cubano Carlos Lamela (3-3) ante el serbio Kristijian Djakovic dentro del semipesado. Entre los numerosos combates amateur destaca el del otro boxeador del gimnasio Daniel Rasillla desplazado.  Es el doble campeón de España Eduardo Ionut Curmei, que se medirá a Sidiku Diallo en menos de 80 kilos. Se prevé un lleno en un pabellón con capacidad para 800 personas.

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