Será un día especial, por lo tanto, por muchos motivos. De hecho, se cumplirán prácticamente seis años exactos (sólo con 24 horas de diferencia) desde que Rasilla padre le organizara a Rasilla hijo otra velada para el recuerdo con la que se despidió del boxeo. El acto en concreto, que confía contar con toda la familia de los deportes de contacto de Cantabria, se producirá tras el penúltimo combate, antes de que salga Marian Herrería al ring a hacer historia y a intentar escribir el primer episodio de una trayectoria que, como dijo su entrenador en estas páginas la semana pasada, la puede llevar hacia arriba.

Pero hay que ir paso a paso. Y el primero antes de toda velada es presentarla en sociedad, que es lo que hicieron ayer los principales protagonistas en el Ayuntamiento de Camargo, que ha colaborado activamente para que la velada pueda llevarse a cabo. En la presentación, estuvieron, además de Daniel Rasilla y su pupila, la alcaldesa Esther Bolado y el concejal de Deportes, Gonzalo Redeño, que se mostraron orgullosos y encantados tanto de dar cobijo a la primera aventura de una boxeadora profesional cántabra como de homenajear a Rasilla senior.

La edil incluso descubrió que tenía un especial punto de unión con el promotor, ya que fue su primer profesor de gimnasia. Afirmó, además, que siempre mantuvo «una relación muy especial de cariño», ya que considera que era «una persona muy carismática e irreemplazable». No eran pocas las veces que llamó a su despacho para pedir ayuda para organizar alguna de sus constantes veladas. Casi una al mes, lo que, con su marcha, ha provocado un vacío en el mundo del boxeo y de los deportes de contacto en general difícil de llenar.

Como destacó Bolado, el propio Rasilla estaría «muy orgulloso» de ver cumplida su «apuesta personal», que fue llevar a Marian Herrería hasta el profesionalismo. Es lo que hará especial el evento de mañana. La alcaldesa, de hecho, reconoció que acoger ese simbólico salto que va a dar la boxeadora supone «un orgullo» para el Consistorio y para el pueblo de Camargo. De hecho, destacó la importancia que tiene «seguir apostando por el deporte femenino» hasta, poco a poco, ponerlo «al mismo nivel que el de los hombres».

A su lado estaba su concejal de Deportes, que quiso animar a todos los aficionados de la comunidad autónoma al deporte en general y al deporte de contacto en particular a que acudan pasado mañana al Pedro Velarde a partir de las seis de la tarde, ya que entiende que el homenaje que se le dedicará a Rasilla será «más que merecido» al ser el «alma mater» del boxeo en Cantabria. «Qué mejor homenaje que hacer una velada en su pueblo, en ‘La Bombonera’ del pabellón Pedro Velarde, con el debut profesional de Marian, que es la apuesta que él tenía entre ceja y ceja y que se va a hacer realidad este próximo sábado», subrayó.

«Sueño compartido». La aparición de la primera boxeadora rentada cántabra será el punto y final a una tarde noche que contará previamente con siete combates amateur que servirán para mostrar a las grandes promesas que vienen por detrás y que, tras el fallecimiento de Rasilla padre, ya no tienen tantas posibilidades de acumular asaltos como antes. Para Herrería, dar por fin el salto supone «un sueño compartido» porque no ha sido una aventura individual, sino que en el viaje ha estado acompañada por más compañeros, entre los que destaca a su entrenador y al propio homenajeado.

La gran oportunidad le llega con 28 años después de cinco en el campo amateur. No se puede decir que su vocación fuera temprana porque apareció por el gimnasio a los 23 para enfundarse los guantes. Ahí creyeron en ella, la vieron maneras. No se ha saltado ninguna estación y por eso su entrenador tiene claro que se presenta en el campo profesional bien preparada y en el momento justo. Ella lo afronta «con muchas ganas e ilusión» no sólo por ser «la primera boxeadora profesional de Cantabria», sino también por dar «un homenaje» a uno de sus «mentores». Muchos ojos, algunos de sus propias compañeras, estarán puestos en ella porque es a quien le ha tocado romper la barrera. A ella le parece bien «abrir el camino» y poner sobre su espalda la responsabilidad que conlleva el histórico paso que va a dar pasado mañana, pero también espera «no ser la última» que dé el salto.

«Cuando una chica se supera hay que apoyarla. Y más aún en este mundo», afirmó ‘La vikinga’, que considera que va a llegar en perfectas condiciones a la cita. Ella misma ha visto desde dentro cómo «en los últimos cinco o seis años» ha mejorado notablemente el nivel del boxeo femenino y de las boxeadoras. Las ve entrar al gimnasio desde bien pequeñas hasta alcanzar las diferentes competiciones e ir acumulando horas sobre el ring. «Es el camino que tenemos que seguir y que vamos a hacer», apuntó.

No quiso Marian olvidarse de los hombres que la han acompañado en este trayecto, entre los que están los Rasilla, y que la han ayudado a llegar hasta el punto en el que está ahora. Del padre, que será el homenajeado, recordó que «no fue un simple promotor, sino que fue parte de una familia a la que tú eliges». De este modo, afirmó que la velada del sábado será «el momento adecuado para darle el cariño que merece»

A Rasilla hijo le ha tocado adoptar el papel de promotor, que combina con el de entrenador. Recordó en la presentación que le velada ha adoptado el lema ‘La penúltima palabra del jefe’ en clara referencia cariñosa a su padre. Será, en su opinión, «un evento muy bonito» además de «una gran fiesta con momentos emotivos». No dudó ‘La Cobra’ en calificar a su padre como «el mayor organizador de eventos en Cantabria», por lo que considera que el homenaje será «muy merecido por varias generaciones de púgiles» que sin él no habrían tenido tantas oportunidades de boxear en Cantabria. Asume que tiene el listón muy alto porque si algo destacaba en las veladas que organizaba Rasilla senior era la buena coordinación y, sobre todo, la puntualidad y la agilidad, algo de lo que solía presumir porque era bien consciente de que muchos eventos pugilísticos carecían de ello.

La velada merece la pena, la venta de entradas se ha ido incrementando conforme se acercaba el día y aún se pueden adquirir de manera anticipada tanto en el gimnasio Daniel Rasilla de Maliaño como en los puntos autorizados en Santander, que son el Club Smokin Joe, el Ubud Fitness Fight y el Bar El Cuevano. El precio es de trece euros en grada y dieciocho en silla si se adquieren de forma anticipada o de dos euros más en taquilla.