18.04.2024 |
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«Si es necesario, podríamos llegar a octubre al 100 por cien

  • Jesús Arco, preparador físico de ‘la marinera’,  está contento con el trabajo de los suyos
  • Eran «de los que menos agua» tenían al parar l cree que se acentuará la diferencia entre ‘ricos’ y ‘pobres’
«Si es necesario, podríamos llegar a octubre al 100 por cien

Como a día de hoy es ciertamente complicado adivinar cuándo se va a poder bajar a remar, a entrenar y a competir, nadie puede decir a ciencia cierta cuándo comenzará, si es que comienza, la temporada de remo. Las ligas han dibujado diferentes panoramas en función de cuándo se abra la veda y, en el caso de la ARC, ni siquiera han descartado salir a competir en octubre si hiciera falta recuperar fechas. La asociación, como ya se adelantara en estas páginas, lo ha puesto encima de la mesa para que los clubes vayan valorando esta posibilidad. De echar mano de ella, alargaría la temporada casi dos meses más de lo habitual y los remeros completarían prácticamente un año de entrenamiento casi diario sin descanso. Se antoja duro, pero en Castro aseguran que están preparados para ello.

Así lo asegura Jesús Arco, preparador físico de ‘La Marinera’, al responder a una pregunta de este periódico durante una rueda de prensa virtual realizada y publicada esta semana. «Si, llegado el momento, hay que remar en octubre, en nuestro caso no habría grandes problemas», afirma. Y explica por qué. Comienza contando cómo, al planificar una temporada, la divide en tres: «Una de vuelta a la actividad, que es justo tras el periodo de descanso; otra precompetitiva y otra competitiva. Cada una de ellas dura entre tres y cuatro meses». Asume que, en el caso de que el calendario de regatas se alargue más de lo previsto, deberá hacer lo propio con el periodo competitivo. Y no le resultaría demasiado trastorno porque, según reconoce, llevan «la preparación retrasada respecto a otros equipos» al centrar el pico de forma en el verano. «La preparación física siempre ha estado planteada en conseguir el objetivo en junio, julio y agosto», insiste. De este modo, lo que plantearía, en el caso de que haya que entrar en el otoño compitiendo, sería «controlar el nivel de carga» para tener el nivel de desgaste bajo control.

«No creo que pudiera producir un aspecto demasiado negativo tener que remar en octubre a excepción del día a día, que se haga tan largo al no tener periodos de descanso», apunta el preparador físico y remero  de ‘La Marinera’. Arco no se acuerda de otros «condicionantes externos» como pueden ser los compromisos familiares y laborales, que se verían alterados y que también producen «un estrés diario en cuanto a disponibilidad». Con todo, en cuanto a la faceta puramente física, «de carga muscular o cardíaca», asegura que los remeros de Castreña están «preparados». «Sabemos que podemos llegar a junio o podríamos llegar a octubre al cien por cien modificando las cargas de este periodo precompetitivo», añade.

Para los preparadores físicos como él, la actual situación está suponiendo todo un reto. Y, por ahora, está satisfecho por cómo están respondiendo los remeros, ya que considera que están trabajando «muy bien» «Creo que las limitaciones que hemos podido tener en cuanto a material las ha podido tener cualquier club», señala. En ese sentido, no se ven más o menos perjudicados. Además, afirma que los objetivos «se están cumpliendo a poco a poco» dentro de una realidad que les está obligando a reinventarse y «a buscar otro tipo de entrenamientos que permitan seguir con una progresión».

Tiene claro que lo que está sucediendo va a afectar a los equipos pero también asume que es «un problema global» que les va a afectar a todos por igual. Lo que sí intuye es que «este tipo de parón va a hacer que haya más diferencia entre los clubes más humildes y los que están más profesionalizados dentro de lo que es la ARC». Habla, sobre todo, de los que tienen material suficiente para repartir y permitir que los remeros «puedan seguir entrenando en sus casas» y los que no. Los que menos medios tienen también suelen contar en sus filas con remeros que están empezando o que incluso están poco familiarizados con el día a día del remo y que necesitan una evolución que no pueden mantener en casa. 

En cuanto a su caso en particular, asegura que las pruebas que están realizando en el día a día están siendo «positivas». Es optimista en cuanto a la capacidad que vaya a tener la trainera de competir a un buen nivel cuando por fin se pueda volver a la normalidad porque, como bien recuerda, la ARC ya ha establecido «un mínimo número de días para volver a la competición». Y cree que podrían ser «los apropiados para que todos los clubes puedan recuperar ese tono físico que no se ha podido trabajar en el agua». Lo bueno es que «todos van a estar en las mismas condiciones», por lo que ya anticipa que, de celebrarse, será «una liga en la que la progresión de los equipos sea claramente mayor». «A algunos de nosotros, las primeras regatas quizá nos sirvan de entrenamiento o mejora», añade.

Considera Jesús Arco que la preparación física que tenía planificada para la temporada no se verá «muy afectada» porque resalta que están «entrenando y trabajando con normalidad». Sí admite que puede existir «un hándicap con el trabajo de fuerza», que es posible que no se haya podido llevar a cabo como debiera por no poder acudir a las instalaciones o no contar con el material necesario para profundizar en casa en ese trabajo. Con todo, confía en que el plazo que concederá la ARC entre la vuelta a la normalidad y el inicio de la liga pueda ser suficiente «para recuperar ese tono físico óptimo para la competición».

Modificando remada. Otra cosa es lo que sucederá  en cuanto al propio acoplamiento de la embarcación y de la plantilla se refiere. En ese sentido, Jesús Arco confiesa que les cogió el parón siendo «uno de los clubes con menos agua». Y eso cree que puede ser «un hándicap» si va a haber que recuperar el tiempo perdido a contrarreloj. «El parón nos cogió, además, en un momento en el que estábamos intentando modificar ciertos aspectos técnicos», confiesa.  Y ese trabajo se quedó a medio camino. Está por completar y lo tienen bien apuntado todos los integrantes del cuerpo técnico que completan Enrique Vitoria y Fran San Martín. A esa complicación, hay que sumar la de que, si se cumplen los plazos, necesitarán tiempo para adaptarse a la nueva trainera que encargaron a Amilibia a principios de año y que debería llegar en pocas semanas, además de unos remos nuevos. Los remeros necesitarán hacerse a ellos, lo que es una tarea más a sumar.

El aspecto de la remada que estaba trabajando ‘La Marinera’ justo en el momento de parar era el ataque. Con todo, están encontrando la manera de seguir entrenándolo «haciendo el tipo de trabajo en ergómetro que produzca ese estímulo». En concreto, buscan «un ataque rápido, que es el objetivo que Kike (Vitoria) y Francis (San Martín) quieren conseguir en el agua». 

De todas maneras, Jesús Arco es bien consciente de que han de tener en cuenta «el factor psicológico». En una situación así, sabe que uno no tiene siempre la misma motivación y que hay muchos sube y bajas. De todas maneras, cree que mantener «el contacto diario con el remero», que es algo que está haciendo, está resultando positivo. Cada uno de ellos le manda después del entrenamiento «una foto o un vídeo de la sesión» y mantienen un intercambio sobre «qué tal se han encontrado, si necesitan modificar algo, si están más cansados de lo normal o si tienen dolores...». Es un contacto que mantienen diariamente y, a partir de esa información recabada, realizan «la planilla» a finales de semana.

«El componente psicológico es muy importante y es algo que estamos haciendo bien», se felicita Jesús Arco. «El remero tiene la suficiente confianza conmigo para decirme si un día no se encuentra bien. Me lo avisa antes de entrenar y, si creemos que es necesario modificar el entreno, se modifica sin ningún problema», explica el preparador físico de la trainera roja de Castro. Y es que, tiene claro que «el objetivo es sumar cada día» y él asume su papel, que no es otro que «ayudarles». «Todo lo bueno que puedan conseguir me beneficia a mí como compañero y también como profesional», subraya. Y es que, resalta que «cada día» intenta «aprender» de sus compañeros, de sus «propios errores» y de «todo el ‘feed back’» que le dan los compañeros. «Para mí es un lujo», resalta.

«Si es necesario, podríamos llegar a octubre al 100 por cien
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