19.04.2024 |
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El CEAR se prepara

El centro de alto rendimiento príncipe felipe de Santander abre hoy sus puertas, pero de momento la presencia del equipo olímpico está pendiente de la logística y de protocolos que tiene que aceptar el CSD

En los últimos días el centro ha sido sometido a una profunda desinfección y se ha adecuado a los nuevos protocolos sanitarios. / RFEV
En los últimos días el centro ha sido sometido a una profunda desinfección y se ha adecuado a los nuevos protocolos sanitarios. / RFEV
El CEAR se prepara

El Centro Específico de Alto Rendimiento (CEAR) Príncipe Felipe de Santander, base de los equipos olímpicos y preolímpicos españoles de vela, última los preparativos para poder abrir sus puertas hoy, lunes, 11 de mayo, fecha en la que Cantabria entrará en la fase 1 de la desescalada.

En los últimos días el centro ha sido sometido a una profunda desinfección y se ha adecuado a los nuevos protocolos sanitarios aplicables a estos centros.

Algunos deportistas y técnicos ya han mostrado sus ganas de comenzar y se irán incorporando a la dinámica del centro, una vez los servicios médicos de la RFEV den su visto bueno tras pasar diversos controles exigidos.

Con los deportista de alto nivel reconocidos por el Consejo Superior de Deportes (CSD) con el DAN (documento que les acredita como tal) y que están repartidos por todo el territorio nacional, la logística inicial viene ahora por su desplazamiento a Santander.

Tal como marca el protocolo, el CEAR de Santander no puede abrir su zona de alojamiento para deportistas, gimnasio, vestuarios y sala de fisioterapia, sala de audiovisuales, etc. Por tanto la RFEV deberá preparar alojamiento en hoteles de la ciudad para los deportistas.

Otro de los problemas estará en el hecho de los entrenamientos de las clases dobles como el 470 masculino y femenino, donde están el dúo Jordi Xammar y Nicolás Rodriguez o Silvia Mas y Patricia Cantero; la clase 49er. y 49erFX (femenino) con diego Botín e Iago López Marra y Támara Echegoyen y Paula Barceló o el Nacra 17 con Tara Pacheco y Florian Trittel.

En estas clases la distancia de seguridad de 1,5 o 2 metros es complicada y la Federación está en contacto con el CSD para encontrar una solución.

Otras clases individuales, aún no clasificadas para los Juegos de Tokio como la Finn, con Joan Cardona y Álex Muscat; el Láser Standard, con Joaquín Blanco o Joel Rodríguez; el Láser Radial (femenino), con Fátima Reyes o Martina Reino o el RS:X masculino (windsurf) con Iván Pastor o Sergi Escandell no tendrán problemas para sus entrenamientos en Santander.

Tampoco los tendrá Blanca Manchón (RS:X Femenino), ya clasificada para Tokio 2020 en caso de querer entrenar en el CEAR. Desde el pasado 4 de mayo ya pudo hacerlo en la bahía de Cádiz.

Tanto Iván Pastor como Sergi Escandell también hace unos días que han podido empezar a entrenar en aguas de Alicante y Formentera.

Por otro lado, el regatista onubense Guillermo Flores, que estaba inmerso en la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio en la clase Láser Standard cuando estalló la pandemia de coronavirus, volverá a subirse hoy a su embarcación para «recuperar sensaciones» tras dos meses sin tocar el agua.

Flores, que se encuentra confinado en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde se prevé que reabra el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Andaluza de Vela, explicó a ‘Efe’ que en esta situación no aspira a entrenar en los primeros días, sino a «disfrutar del barco».

En el tiempo transcurrido su preparación física en casa han consistido en perder «el menor estado de forma posible, ni siquiera mantenerlo».

A él le pilló el estado de alarma días después de llegar de competir en el Campeonato del Mundo de la clase Láser Standard en Australia y trató de usar los recursos a su alcance.

«Caí malo de tantos viajes y cambios y volví a entrenar cuando empezó el confinamiento», explicó el onubense, que tiene ahora por delante «una pretemporada nueva».

En casa su única preocupación ha sido entrenar de la mejor manera posible, con el «el menor de los problemas» en esta situación, y destacó que ha ido «recopilando material y comprando nuevo por Internet. Cuerdas, balón medicinal, el rodillo para la bicicleta...», y también trabajó en un banco de pruebas que simula la posición en la que está en el barco y sus contrapesos.

«Me he estado colgando y manteniendo la misma postura que en el barco y el ejercicio ha sido similar», detalló el regatista, quien subrayó que ha efectuado «entrenamientos en suspensión con gomas duras para simular la potencia de levantar peso».

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