A las traineras cántabras de ARC 2 las está tocando este verano buscar sus propias motivaciones y realizar por sí mismos una liga particular entre ellos, ya que, salvo excepciones, vienen ocupando siempre los mismos puestos, que son los que van del sexto al octavo. Un día queda uno antes que el otro y por detrás sólo dejan a Trintxerpe. Es lo que volvió a suceder ayer, cuando la competición salió a la mar de Ondarroa. Y allí sufrieron. Se quedaron lejos del resto. Y el campeón de esa pequeña competición que se han montado entre Castro B, Astillero e IRC Santoña fueron los castreños. Por arriba, en otro mundo, hubo sorpresa. Lapurdi cedió una bandera a otro por vez primera en todo el verano. Y el ganador no fue Donostiarra B, que venía siendo el gran aspirante a aprovechar cualquier desliz del bote galo, sino Mutriku.

Esto último tiene su lógica. La trainera de San Juan de Luz ha demostrado a lo largo de todo el curso que es muy superior al resto. No se le acerca nadie. Está dos peldaños por encima, por lo que han de pasar cosas raras para ganarla. Y eso no puede suceder remando en su misma tanda, de ahí que fuera más factible superarle compitiendo a otra hora que desde la tanda de honor, en donde está encuadrado Donostiarra B, un bote condenado a seguir la sombra de Lapurdi. Quien ganó fue Mutriku, que se encontró a gusto por esa calle tres del acto intermedio. Se puso muy por delante del resto desde el primer momento hasta convertirse en un punto pequeño para los que comenzaron su propio viaje a su lado. Tanto es así, que desde que cruzó la meta pasaron 48 segundos hasta que llegó el siguiente. Y más aún hubo que esperar al último, que fue Astillero.

La ‘San José’ tiene muchos problemas en la mar. No es nuevo. Lo había dejado ya acreditado este verano y lo volvió a confirmar ayer. Con todo, a nadie le coge por sorpresa porque puede resultar hasta lógico teniendo en cuenta que en Ondarroa salió con ocho juveniles en sus tostas. La inexperiencia sobre las olas se nota y es un peaje que hay que pagar. De ahí que se quedara clavada casi desde la primera palada. No se puede decir que el bote disfrutara remando porque lo hizo, además, muy lejos de sus compañeros de tanda, lo que siempre es un golpe duro.

La embarcación astillerense mantuvo, por lo menos, la esperanza de poder mejorar el tiempo que había firmado previamente IRC Santoña, que no pudo con el ritmo marcado por Castro B en la primera tanda. En la primera ciaboga, la ‘San José’ llevaba un segundo de retraso respecto al tiempo que había dejado marcado la ‘Virgen del Puerto’, situación que se mantuvo durante todo el segundo largo. Sin embargo, en el tercero cedió cinco segundos hasta llegar a meta nueve más tarde que la trainera santoñesa. Castro B, que se había alejado considerablemente de ésta desde un principio, se supo campeón de esa liga particular que disputan los cántabros. No pueden aspirar a más. Tampoco a aprovechar, como hizo Mutriku, a quien el pasado fin de semana habían ganado tanto Astillero como IRC Santoña, un cambio de condiciones como el de ayer para dar una campanada.

La regata que afrontarán hoy las embarcaciones de la ARC 2 a partir de las doce y media será bien diferente a la de ayer y se puede adaptar más y mejor a las aptitudes de los cántabros. Será en Rentería donde se celebrará una contrarreloj convertida en paseo por todo el pueblo a dos largos que supondrá otra oportunidad para disfrutar de esa competición particular que han organizado astillerenses, santoñeses y castreños.