Pedreña abre este año una página nueva. Ha habido cambio en la dirección técnica pero los remeros, los grandes protagonistas del espectáculo, siguen siendo eminentemente los mismos. Sólo tres titulares del curso pasado no estarán a bordo este verano y eso permitió al equipo plantearse el objetivo de seguir estando arriba, peleando con los mejores y, por lo tanto, en la tanda de honor. Sin embargo, en las últimas semanas se ha encendido una luz roja. No se engañan. “Llegamos a principio de temporada con muchas dudas”, asegura su remero y entrenador Carlos García.

El experimentado bogador pedreñero, toda una institución en el club, comparte la responsabilidad de la preparación del bote con otro tipo con galones como Edu Carriles y con Álex Mantilla, que lleva años realizando un trabajo fundamental en la sombra. Asumen la realidad y reconocen que lo sucedido en las últimas dos semanas “no ha sido el comienzo de temporada que esperábamos”. La voz de alarma saltó en la Bandera Sotileza, donde el motor de la trainera se atascó, e intentaron recuperarse en la Bansander, pero tampoco pudieron ganar “por circunstancias”, por una mala ciaboga y un último largo en el que sucumbieron al ritmo superior que, ahora mismo, tiene Camargo.

“Ellos tienen un punto de forma que no esperábamos y que probablemente ni siquiera ellos esperaban tener”, apunta Carlos García. Lo bueno es que, por lo menos, en la cita santanderina de hace siete días demostraron que la ‘Virgen del Carmen’ no está lejos. Van a llegar, si se coge sólo esa regata como referencia, a un nivel parejo pero, como en cada inicio de curso, falta saber dónde les deja eso. “No sabemos si los dos andamos poco o si andamos mucho”, recalca. Será este fin de semana, con la doble cita en San Juan de Luz y en Pasajes que dará inicio al campeonato, cuando todos empiecen a salir de dudas.

La ambición de la ‘Pedreñera’ va a ser volver a estar en tanda de honor, que es donde ha competido los últimos tres veranos. No va a ser sencillo porque, como recuerda Carlos García, “va a haber muchísima competencia”. De partida, tiene claro, porque así lo ha demostrado en los descensos y, sobre todo, en las regatas de las últimas semanas, que Lapurdi, a pesar de ser un recién ascendido y de haber sido siempre un ascensor entre la ARC 2 y la ARC 1, “ha pegado un salto y va a estar arriba”. También tiene claro que lo van a estar las dos traineras pasaitarras (San Juan y San Pedro) y “más dudas” tiene con Arkote y con Zarautz, ya que, como Pedreña, “no han terminado de dar una nota positiva este año”.

Lo cierto es que en la categoría de plata viene estando especialmente caro asomar la cabeza. No sucedió en los dos últimos años como en el 2020, cuando hubo “una diferencia abismal” entre Pedreña, San Pedro y los demás. En el 2021, la pelea por el playoff llegó a la última jornada, que fue cuando Kaiku dejó sin premio a los trasmeranos, y qué decir del pasado curso, cuando incluso hubo media docena de embarcaciones que ganaron bandera. “A todos esos, hay que sumar este año a Lapurdi”, subraya el técnico y remero pedreñero.

Asume Carlos García que, a día de hoy, todavía no saben dónde están y que el rendimiento hasta la fecha no ha sido el esperado, pero también destaca que aún no han podido “poner el bote” que, en su opinión, puede ser “el más rápido”. Sobre todo, por los motivos laborales que le han impedido contar “con gente titularísima” ni en la Sotileza ni en la Bansander. Habla de gente que tiene claro que les va a dar “un plus” como, por ejemplo, Miguel Lado, que aún no ha podido subir a bordo. Éste se comprometió a seguir a bordo a pesar de que terminó el 2022 con un dedo del pie roto pero desde febrero ya está a tope. Es un hombre que da segundos.

Quien no puede estar es Gaby Ortiz, que ha probado de todo para sanar la espalda que tantos problemas le está dando pero no ha encontrado la solución. “Es una pena porque con él seríamos 18 y ya sería otra cosa, pero bueno, somos 17, que está bien si nos respetan las lesiones”, afirma Carlos García. Éste, aún así, teme más los problemas laborales que los físicos, “ya que hay mucha gente que trabaja a turnos” y es complicado sacar el bote a diario.

Confía el técnico en que, al menos, no se repita la historia del año pasado. Tan cierto como que la trainera ondeó banderas, terminó segunda y disputó el playoff es que lo hizo con los hombres justos, sin cambios desde la primera regata que ganaron, que fue la de casa. “Fue un verano durísimo”, asegura. Repetir lo conseguido en el agua sería un sueño y el camino debería comenzar mañana mismo en San Juan de Luz. La regata comenzará en el sorteo porque “la calle uno es criminal”. La primera trampa será nada más comenzar, ya que, como recuerda el remero trasmerano, “han metido no sé cuántas regatas en junio para, después, remar sólo una vez por semana”. Como les pasa a muchos otros, a veces no entiende a quienes intentan organizar este deporte.

Con todo, lo importante es sólo lo que ellos pueden manejar, que es lo que sucede dentro del bote: “La gente llega con muchas ganas de demostrar que, sobre todo el día de la Sotileza, no éramos nosotros. También nos jodió lo que pasó en la Bansander y por eso queremos dejar claro que tenemos un punto más que todo eso”, resalta Carlos García. Hay ambición, intención y hambre, pero también, según confiesa, “muchas dudas”.

Esos malos resultados en dos banderas que, teniendo en cuenta el dominio de Pedreña en los últimos años, confiaban haber ganado, incluso aumenta la “presión” a bordo. Hay que gestionarla. Lo bueno sería demostrar mañana que su nivel, al igual que el de Camargo, es bueno. Admite Carlos que, de partida, la ‘Virgen del Carmen’ “ha pegado un salto porque, además, llega en forma y está un punto por encima”. No hay discusión. “Se ve que van a un ritmo importante”, añade. El primer objetivo será ponerse a su altura e intentar ir más allá.