La ‘San Ginés’ quiere volver a enseñar la pata. Poco a poco, sin grandes pretensiones iniciales pero dando pasos sólidos que vuelvan a generar actividad en el seno del club, cuya trainera no sale a competir en liga desde el 2018. Colindres lleva, por lo tanto, tres años apartado de los focos pero ya el verano pasado logró participar de las regatas cántabras echando mano de algunos remeros juveniles de Castro para completar el plantel. Con vistas a la próxima temporada, quiere dar un paso más y tanto la plantilla masculina como la femenina suman cuatro semanas de entrenamientos. Han madrugado más que nadie. Y al frente de la primera de ellas está un viejo rockero, un tipo con cuarenta años de remo a sus espaldas que ha pasado por buena parte de los clubes vizcaínos y cántabros que a uno se le puedan pasar por la cabeza. Se trata de Aitor Sautu, que confía en que a orillas del Asón se empiece a hablar mucho más de traineras, bateles y trainerillas.

«A parte de intentar ser un club lo más competitivo posible, tanto la directiva como el cuerpo técnico tenemos el objetivo, sobre todo, de acercar el club al pueblo». Ese será el primer paso reconocido por el entrenador castreño, que pone en valor la «campaña de captación de chavales y chavalas» que están llevando a cabo con el objetivo de que «el club tenga más vida». «Colindres es un pueblo marinero pero vive de espaldas a la práctica deportiva del remo, por lo que entre todos tenemos que intentar cambiar esto», explica el nuevo entrenador de la ‘San Ginés’.

A día de hoy, Sautu afirma que cuentan con 18 remeras mientras que, entre juveniles y senior masculino, cuentan con trece o catorce remeros, entre los que se encuentra él mismo. El objetivo en ambos casos es «ser lo más competitivos posible con los bateles y la trainerilla» y, a la hora de saltar al barco grande, intentar tomar parte en las regatas autonómicas y de los descensos. Por ahora, parece que no está en la hoja de ruta participar de la ARC 2 o de la liga ETE el próximo verano. Antes, toca asentar unas bases.

La ambición es contar con más brazos de los que echar mano en un futuro cercano porque «la pretensión» es que acuda «más gente a remar». Sobre todo, buscan «gente joven que tenga ilusión y ganas de conocer este deporte». «Al que no sepa remar, ya se le enseñará. Luego, si viene gente de otros clubes, pues también será bienvenida. Lo importante es que la gente de Colindres y del entorno, de los pueblos de alrededor, se acerquen y, a partir de ahí, ya será una cuestión nuestra, de los que estamos aquí, conseguir engancharles para que sigan», explica.

Relación lejana. La primera vez que Sautu contactó con Colindres fue en julio del 2016, hace ya un lustro. Por aquel entonces, la ‘San Ginés’ aún seguía compitiendo en la ARC 2, andaba escasa de personal e incorporó al veterano remero castreño, que había hecho todo el invierno con Kaiku. «Hicimos una bonita temporada», apunta. En todo momento ha mantenido una buena relación con Eugenio Sánchez, presidente de la entidad, y de nuevo le llamó la pasada primavera para completar la trainerilla y formar parte de la reaparición esporádica de la trainera. «Hablando con el entrenador del pasado año me planteó que me encargara del juvenil y el senior», recuerda Sautu. Y él dijo que sí.

Como técnico, ya estuvo a punto de encargarse de ‘La Marinera’ en el 2017, pero finalmente no llegó al verano al frente del proyecto. Eran tiempos aún convulsos en el club rojillo. La experiencia ‘en los banquillos’ la ha adquirido, sobre todo, colaborando con José Luis Korta, con quien coincidió por vez primera a finales de los 80 en Zierbena. Con todo, donde más disfrutó con él fue en la gloriosa primera década del presente siglo en Castro. A su lado ha estado también en Kaiku y en su última aventura en San Juan. No duda a la hora de reconocer que es la personalidad que más le ha marcado en sus cuatro décadas de remo. «He sido el único remero que ha estado en cuatro clubes diferentes con él», dice con orgullo.

Aitor Sautu lo tiene claro: «El remo está bastante peor de lo que la gente se piensa». Habla, sobre todo, de un complicado panorama cántabro. Sólo excluye a aquellos clubes que tienen «una amplia cantera y no tienen problemas para confeccionar plantillas», que en Cantabria son muy pocos. Y es en lo que pretenden trabajar todos para poder mirar al futuro y ver algo de luz. Colindres no es una excepción. Buena noticia es que, al menos, se quiera reactivar como lo mismo quieren hacer en el club vecino de Laredo con la llegada de Cristóbal Alonso a la presidencia. Aquí no sobra nadie.