20.04.2024 |
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REMO

Calentamientos con mascarillas

El protocolo diseñado por la act contempla hacer tests semanales y nuevas rutinas tanto en los entrenamientos, como antes y después de las regatas  abrá servicios higiénicos en la zona de embarque y desembarque

Calentamientos con mascarillas

La gran mayoría de deportes han asumido la realidad y han puesto punto final a la temporada. Quien se resiste a hacerlo es el fútbol porque tiene un mayor potencial económico para resistir, porque, precisamente por eso mismo, tiene mucho más dinero en juego y porque parece tener asumido que está dispuesto a sacrificar el verano para poner punto final al curso, limitar así sus pérdidas y no tener que tomar decisiones drásticas sin precedentes. Para llevar a cabo lo que tiene pensado, La Liga ha realizado un meticuloso protocolo de vuelta a la normalidad que ha tenido que ir revisando y actualizando sobre la marcha en función de las continuas prórrogas que ha ido teniendo el estado de alarma y del panorama que se avecina. Más de lo mismo han tenido que hacer deportes más estacionales que acostumbran a mantener su actividad en verano, como puede ser el ciclismo o, sobre todo, el remo, que es el deporte por antonomasia en esta parte del mapa cuando llega el periodo estival. 

Las traineras también se juegan muchas cosas con el deseado inicio de la competición. No sólo mantener el respaldo de sus patrocinadores, sino también dar sentido a una pretemporada de siete duros meses. Tirar eso a la basura no es plato de buen gusto y por eso la familia del remo parece tener asumida la necesidad de remar en cuanto se lo permitan por muy pocas que sean las regatas que les permitan disputar. Si son cinco, que sean cinco y si son diecinueve, que sean diecinueve. La ACT ya aclaró que en su propia normativa se establece que han de celebrarse al menos doce jornadas puntuables para que la temporada se dé por válida pero, si no se puede llegar tan lejos, al menos hay que salir a competir para, como dijera Jon Salsamendi en su día, ayudar a trasladar a la sociedad una cierta vuelta a la normalidad. Y no hay nada más normal en verano que las regatas de traineras.

La ACT se reunió el pasado sábado para presentar un protocolo de actuación menos ambicioso que el de La Liga pero realista. Quieren estar preparados para no perder tiempo en cuanto se abra la veda mientras que la ARC, la asociación a la que este año están adscritos todos los clubes cántabros que sacarán la trainera a competir el próximo verano, se reunirá el próximo día quince de mayo para establecer su propia hoja de ruta y, previsiblemente, presentar su propio protocolo, que tendrá mucho que ver con el de la máxima categoría. La temporada en las divisiones de plata y de bronce tienen previsto arrancar justo un mes después (catorce de junio) mientras que la ACT tendrá más tiempo porque tiene planeado bajar la bandera blanca por vez primera el día 28. A día de hoy, todavía se ve lejos, pero el tiempo corre demasiado de prisa cuando hay miedo de que se eche encima.

El encargado de realizar el protocolo ideado por la ACT fue Juan José Badiola, responsable de los servicios médicos y antidopaje de la asociación. Éste ha contado con la colaboración de sus homólogos en los clubes y se ha redactado de manera lo suficientemente amplia para adaptarlo a lo que las autoridades sanitarias dicten en cada momento. «Son diferentes medidas y protocolos que deberán seguir los remeros y remeras de ambas competiciones (también de la liga Eusko Tren) desde el primer momento en el que las autoridades permitan volver a la actividad deportiva para conseguir la premisa principal de contagio 0».

La propuesta ha sido bien recibida por parte de los clubes, ya que su intención es poder disfrutar de la competición este próximo verano. Y, para poder hacerlo, tienen interiorizado que la salud de los deportistas y de toda la gente que trabaja alrededor de una regata y de un equipo ha de ser prioritaria. De hecho, la intención, si consiguen la manera de hacerlo y las autoridades sanitarias se lo permiten, es someter a los remeros y patrones a tests del coronavirus semanales al menos durante el primer mes de competición.

A correr. Es posible, según las informaciones de los últimos días, que los remeros puedan empezar a entrenar de manera individual la próxima semana. Al menos, a salir a correr, lo que ya será un alivio después de prácticamente dos meses entrenando con el ergómetro o con cualquier utensilio que tuvieran en casa para simular un gimnasio. Está por ver cuándo lo podrán hacer de manera conjunta. Será entonces, cuando los entrenadores puedan planificar sesiones colectivas con todo el equipo, cuando comience a correr el reloj que marca el tiempo previsto de inicio de la competición. Quedó aprobado por los clubes que habrá un mínimo de quince días entre que se pueda entrenar en trainera y en grupo y la celebración de las regatas.

Durante todo este periodo, el protocolo establece que los remeros se desplazarán de forma individual y con la ropa de entrenamiento ya puesta, ya que los vestuarios permanecerán cerrados. Cada uno deberá ir a ducharse a su casa. Serán ellos, además, quienes también tendrán que llevar su propia toalla y la botella de agua que vaya a utilizar durante la sesión de trabajo, ya que será personalizada. Aunque no se podrá acceder a los vestuarios, sí podrá utilizarse el gimnasio, para lo que habrá que tomarse antes de la temperatura. Deberá haber geles hidroalcohólicos de sobra que todos los remeros deberán utilizar antes de hacer uso de cualquier aparato.

Lo mismo deberá hacer el remero antes de subir a la trainera, coger el remo, colocar el estrobo... El protocolo presentado a los clubes establece también que cuando se vuelva a la rutina de trabajo, se dé prioridad a las sesiones de agua para evitar, en la medida de lo posible, pasar muchas horas en grupos cerrados. De hecho, piden que los entrenamientos bajo techo se realicen en grupos reducidos para limitar así el peligro. Lo cierto es que tampoco hará falta pedirlo porque los técnicos y los bogadores saldrán de sus casas con, sobre todo, verdadera hambre de salir a la mar y disfrutar de todo lo que en su día les hizo apostar por el remo.

Todo esto es algo que se deberá realizar tanto en los entrenamientos como antes de salir a competir. En la medida de lo posible, la ACT intentará también realizar tests semanales a los integrantes de los equipos. Además, se colocarán también todo tipo de servicios higiénicos, geles y demás que sólo podrán utilizar los protagonistas del espectáculo en los accesos de embarque y desembarque. Y lo que quizá más pueda incomodar a los remeros será que tendrán que utilizar obligatoriamente mascarillas hasta situarse en la línea de salida y de nuevo otra vez cuando haya terminado la prueba.

Más allá de lo que se les exigirá a los deportistas, los organizadores también tendrán que cambiar algunas cosas. Por ejemplo, se pondrá fin a la embarcación VIP y también a la tribuna de autoridades para evitar aglomeraciones. Tocaría estar pendiente de la presencia de aficionados en las gradas para que, en la medida de lo posible, se respeten las indicaciones o consejos que se haya lanzado por parte de las autoridades sanitarias en el momento que toque. Porque se respira un cierto optimismo respecto a la posibilidad de que puedan salir a las traineras a competir este verano, pero lo que no queda claro es saber cuándo. Por si acaso, la ARC ya ha preguntado a los clubes sobre la posibilidad de competir en octubre aunque la ACT, por ahora, sólo se ha mostrado dispuesto a habilitar el último fin de semana de septiembre. Ayer, un sabio como José Luis Korta afirmaba que, si hiciera falta, se podría retrasar un mes la Bandera de La Concha. Quizá muchos firmaran hoy en día recuperar una cierta normalidad en septiembre o incluso en octubre.

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