PREGUNTA.- ¿Saltas al campo profesional con la sensación de haber hecho todo lo que tenías que hacer en el amateur?

RESPUESTA.- Sí. Ya no podía llegar a más como amateur. Podría haber seguido yendo a campeonatos de España pero ya no tendría mucho sentido. Si ya he conseguido eso y tengo tres títulos, para qué iba a seguir. Aunque ganara alguno más… Ya no es la misma ambición del principio, cuando no había conseguido nada. Quería algo más.

P.- ¿Con qué momento te quedas de toda esta trayectoria?

R.- Con el segundo Campeonato de España porque fue justo cuando había fallecido el padre de Dani (Rasilla). Tras ganar el primero, durante la entrevista me olvidé de dedicárselo y él siempre me estaba vacilando con eso, con que me había olvidado de él y que el siguiente se lo tenía que dedicar. Yo le decía que no se preocupara porque el siguiente iba a ir para él seguro, pero justo antes de ir para allá falleció y me quedó una pena por dentro… Me dije estoy hay que ganarlo como sea para dedicárselo y para que lo vea, aunque sea, desde arriba. Por eso ganarlo y poder dedicárselo, tal y como se lo había prometido, fue para mí una satisfacción enorme.

P.- ¿Te ha quedado la espinita de no saltar a la selección española?

R.- Me habría gustado para, sobre todo, pelear fuera de España, por ejemplo en algún Europeo, y ver en qué punto estaba a nivel internacional. Pero la verdad es que ahora creo que las cosas pasan por algo y me hace bastante más ilusión probar en profesional que lo otro.

P.- Firmaste como profesional en abril del año pasado y no vas a debutar hasta el próximo día 20. Un año y un mes después. ¿Se ha hecho largo?

R.- El debut iba a haber sido en junio del año pasado pero se me cayó ese primer combate. Fue terrible porque fue el día del pesaje, ni siquiera una semana antes. Casi, casi me pilla subiendo al ring. Fue un palo porque realicé una preparación súper larga, estaba todo enfocado a ese momento y al final… Si la rival me hubiera dejado tirada un poco antes igual podríamos haberlo salvado, pero fue a última hora. Además, luego empezaba el verano y ya era chungo conseguir otras veladas.

P.- Hubo un segundo intento en Santander.

R.- Sí, pero tampoco lo tengo muy en cuenta porque, aunque dije que quería debutar, se me juntaron muchas cosas y al final no pude. Empecé a estudiar oposiciones y me centré en otras cosas porque, al final, tenia la sensación de, como quien dice, haber estado perdiendo el tiempo para preparar ese debut que al final no pudo ser.

P.- ¿Te planteaste tu carrera?

R.- Me lo empecé a plantear todo. No dejé de entrenar pero estaba en un momento de crisis existencial, de preguntarme qué hacer con mi vida. Arrastraba la desilusión de esa primera vez y pensaba que tenía que hacer otras cosas, pero bueno, ahora lo he vuelto a intentar y espero que a la tercera sea la vencida.

P.- Lo bueno es que, al final, el debut se puede dar en un día bonito coincidiendo también con el Campeonato de España de Marian.

R.- Si sale todo bien sí, sería perfecto, pero yo ahora voy con pies de plomo por si acaso. No voy tan ilusionada como la primera vez para no llevarme ningún palo. Es cierto que el deporte te puede dar por muchos lados, pero para mí fue como haber perdido el año entero.

P.- Soñemos: ¿con qué objetivo llegas al campo profesional?

R.- El primer objetivo de todos es debutar. Luego, pues me gustaría, paso a paso, hacer un Europeo algún día. No lo descarto.

P.- ¿Qué boxeadora se va a encontrar quien te vaya a ver por vez primera el día 20?

R.- Me gusta la distancia corta, pero depende la rival que tenga delante, me adapto a una cosa u otra. Me gusta la guerra, un boxeo técnico pero corto. 

P.- ¿Boxear hacia delante?

R.- Sí. En amateur me adaptaba un poco porque no te queda otra, pero si la rival se quedaba conmigo, yo encantada. Lo que pasa es que no solía pasar. De hecho, los últimos combates que hice se basaban, básicamente, en yo perseguir y las otras correr. Me imagino que ahora sea parecido.

P.- ¿Las características de una boxeadora amateur se mantienen cuando pasa a profesional?

R.- Cambia en que hay menos golpes, ya que yo tiraba mucho volumen de golpes, metía mucho ritmo, y ahora tendré que estar más calmada y seleccionarlos mejor, con más potencia, más fuerza y tapándome más. He sido mucho de esquivar. Me gusta mucho esquivar pero al esquivar también te la estás jugando, así que ahora he trabajado más los bloqueos.

P.- No será fácil, con las ganas de agradar que imagino que tengas en el debut, mantener esa calma de la que hablas.

R.- Va a ser lo más difícil porque soy super nerviosa y me entra una adrenalina… Salgo a cañón y para mí lo más complicado va a ser mantener un poco la mente fría, controlar los nervios y seleccionar un poco más.

P.- ¿Dan también respeto los golpes que puedes recibir en el campo profesional?

R.- Sí, da respeto. Tengo muchísimas ganas de debutar para, sobre todo, quitarme la incertidumbre de cómo va a ser, qué sensaciones voy a tener, si me va a gustar, si no… Por eso cuando me preguntabas qué sueños tengo te respondía que lo primero es debutar para ver si lo disfruto. Luego, si todo va bien, ya seguiremos con otro objetivo sin olvidar que debutar ya es cumplir un sueño más.

P.- ¿Cuándo empezaste con el boxeo?

R.- Con 15 años empecé con kickboxing. Estuve un año por hacer un deporte. Con 16 me cambié al gimnasio de Dani y empecé con boxeo un poco más en serio. Debuté con 17 y hasta hoy.

P.- ¿Ha cambiado mucho el boxeo femenino durante todo este tiempo?

R.- No hay color, no hay comparación. Cuando empecé éramos todas malísimas. Y era normal porque éramos la primera o segunda generación de boxeadoras y no había nada de nivel, íbamos a matar sin más y sin técnica alguna. Era todo muy nuevo. Sin embargo, en los últimos campeonatos a los que fui ya había un nivelazo tremendo, no tenía nada que ver con los primeros a los que fui. Ni comparación.

P.- Os ha tocado abrir puertas.

R.- Sí, y luego vendrán las siguientes generaciones y nos las cerrarán. Pero, para que veas, yo fui a los primeros campeonatos de España junior y joven que se hicieron en España y el nivel, claro, era el propio de unas niñas que acababan de empezar. Ahora, en cambio, ves un campeonato de esas mismas categorías y flipas. Boxean tan bien o mejor que yo. Las siguientes generaciones van a venir súper fuertes. Yo entreno a niñas que lo hacen súper bien y cada vez empiezan más pronto, está más de moda y, a la larga, eso se nota.

P.- ¿Eres de las que tuviste apoyo familiar o de las que tuviste que pelearlo en casa?

R.- Siempre he sido de las que me daba igual lo que me dijeran porque hacía lo que quería. Entonces, aunque no les gustaba, como yo lo hacía, pues me apoyaban. No les quedaba otra. A mi madre no le conté que me había apuntado a kickboxing y cuando, meses después, se lo conté, flipaba. Y luego, cuando ya quise debutar como boxeadora, ni te cuento. Yo le dije ‘voy a debutar igualmente, no te estoy pidiendo permiso, sino que te estoy informando’. Ella lo aceptó pero me dijo que sólo una pelea. Y yo, vale, sólo una. Y ya ves, fueron casi cincuenta.

P.- ¿Se incrementan las horas que dedicas al boxeo cuando firmas como profesional?

R.- Durante todos estos años siempre he estado estudiando, trabajando y entrenando y por eso, aunque cada vez le iba metiendo más horas, siempre andaba muy limitada de tiempo. Este último año, que ya acabé de estudiar, sí tengo más tiempo y le meto más horas. Aún así, en los últimos años que quedé campeona de España le metí ya muy duro.

P.- Tu rival tiene 46 años pero sólo lleva dos combates. ¿Qué sabéis de ella?

R.- Debutó en boxeo tarde, el año pasado. Antes ha hecho otras artes marciales con piernas pero el boxeo es diferente, así que, al final, también está empezando.

P.- ¿Y el campeonato de Marian? ¿Cómo lo ves?

R.- Para mí el combate de Barcelona se lo llevó ella. Se lo mereció más. Llevó más la iniciativa, Karla iba para atrás todo el rato y si está igualado, ante la duda, se debería llevar la victoria quien ha dominado más y ha llevado la iniciativa, la que tiene el centro del ring. Además, le llegó con manos más fuertes. Pero bueno, los catalanes tiran mucho para casa. Me alegró de que la revancha sea aquí y de que si otra vez queda igualado, se haga justicia.