Astillero se quitó ayer un gran peso de encima. Pasó el corte, hoy estará en la gran final del Campeonato de España femenino de trainerillas pero, una vez terminada la tarde, se dijo a sí mismo: “De la que nos hemos librado”. Ganó su tanda clasificatoria y sólo gracias a eso consiguió un billete directo para luchar este mediodía por el título y las medallas, ya que por tiempos habría resultado imposible pasar el corte. Cuando se habla de remo hay que hablar también de los elementos y ayer el viento fue tan protagonista como las propias embarcaciones.

A las cántabras las correspondió en el sorteo disputar la primera semifinal. Eso conlleva siempre jugar con menos información porque son los del segundo acto quienes empiezan a remar sabiendo los tiempos que han marcado los del primero. Para colmo, Astillero tuvo que competir con un viento que, de pronto, cuando terminó su trabajo, prácticamente desapareció. Bajó de manera brusca y eso hizo que los tiempos de la segunda clasificatoria fueran considerablemente inferiores.

Se clasificaban los campeones de cada tanda más los dos mejores tiempos. Y esos caprichos del viento quisieron, por lo tanto, que los tres participantes en la segunda semifinal consiguieran un pasaporte hacia la gran final. Por lo tanto, las astillerenses se jugarán el todo por el todo con Cabo da Cruz, que es el campeón gallego y quien también ganó ese segundo acto, además de Ares y Rianxo.

Astillero ganó con un tiempo de 16.01,26 mientras que Chapela, su gran rival, empleó dos segundos más (16.03,90). Mecos, por su parte, se quedó muy lejos (16.20,26). Todos ellos fueron considerablemente más lentos que los protagonistas de la segunda tanda porque, para empezar, todos ellos bajaron de 16 minutos. Cabo empleó 15.42,33, Ares 15.54,28 y Rianxo 15.56,23. Esto quiere decir que, tal y como se podía prever antes de comenzar, el título estará entre los campeones cántabro y gallego. De hecho, los caprichos de la meteorología quisieron eliminar de un plumazo a quien podría haber inquietado a los grandes favoritos, que podía ser Chapela. El viento lo ha reducido todo un poco más.

No hubo sorpresas en la alineación astillerense, que salió con Sonia y Soraya Redondo, Alejandra Lombera, Sara Valle, Isa Carriles y Edurne Portilla con Lara Fernández como patrona. Ésta no pudo estar en el Campeonato de Cantabria del pasado fin de semana pero era la titular de la trainerilla, por lo que recuperó su sitio. A todas ellas las correspondió bogar por la calle tres mientras que por la uno fue Chapela y por la cuatro Mecos. No hubo nadie por la dos y eso aumentó el margen de maniobra de las cántabras a la hora de buscar los mejores trazados.

Las azules salieron con fuerza, con ánimo de poner las cosas en su sitio desde un principio, y cuando giraron por vez primera ya sacaban dos segundos a Chapela mientras que Mecos ya anunciaba que no iba a poder seguir el ritmo de las dos primeras. Había que ganar para no depender de nadie, para no sufrir imprevisto alguno e irse a descansar sin que importara nada lo que sucediera en el segundo acto. En Astillero lo tenían claro y se mantuvieron en todo momento por delante, yendo siempre un poco más rápido que su principal perseguidor, a quien sacaron tres segundos al paso por el ecuador y cinco en la última ciaboga. Para entonces, ya intuían que la victoria iba a ser suya. Tocó remar a partir de ahí mirando el retrovisor, empezando a pensar en la final de hoy pero manteniendo la situación bajo control.

Chapela se fue acercando, pero siempre estuvo todo controlado. El dominio de las cántabras fue total y, al cruzar la meta, mantuvieron dos segundos y medio de ventaja que resultaron suficientes para ganar y, por lo tanto, para hacerse con un billete directo. Trabajo hecho. Tuvieron la suficiente sangre fría para no vaciarse y dejar lo mejor de sí para la gran final, cuando Cabo amenaza con arrebatarlas el sueño. Ayer, de hecho, remaron veinte segundos más rápido pero todas, tanto las que visten de azul como las que visten de rojo, saben que no es algo de lo que fiarse. Hoy remarán a la misma hora y al mismo tiempo y tocará adivinar qué bote es más rápido. Ayer no se pudo saber. De partida, hay licencia para soñar. ¿Por qué no?

LOS JUVENILES. La inscripción en el Campeonato de España ha sido tan pobre que sólo hizo falta que se disputaran dos clasificatorias. No tuvieron que salir a remar ni los absoluto masculino, donde sólo habrá gallegos, ni las juveniles femenino, donde estará Camargo representando los intereses cántabros. Sí hubo que ganarse un sitio en la única categoría con ocho trainerillas, que fue la juvenil masculino. Ahí sí hubo vascos y dos botes cántabros, que fueron los de AN Castro y los de Planchada. No hubo suerte. Se chocaron contra la realidad y ambos fueron los más lentos de cada una de las clasificatorias.

A los astillerenses, que formaron con Hugo Gatón, Héctor Rodríguez, Yeray Santamaría, Óscar Fernández, Balder Pedersen y Sergio García con Raquel Salazar como patrona, les tocó disputar la primera tanda junto a Chapela (14.32,22), Santurtzi (14.37,84) y Ondarroa (14.38,54). En seguida se quedaron rezagados, lejos de la estela que dejaban los demás a su paso, lejos de la batalla que había por delante por hacerse con el pase directo o indirecto. Su tiempo final fue de 15.15,89 y hoy confía en estar más dentro del juego en la final B que le tocará disputar y donde coincidirán con sus paisanos castreños.

Los de verde, que hace una semana terminaron campeones de Cantabria, fueron diez segundos más rápidos que Astillero pero tampoco les dio para meterse en la trinchera. Ganó Tirán (14.30,29), segundo fue Meira (14.32,20) y tercero Zierbena (14.45,70). AN Castro, compuesto por Mario Esteban, Aitor Barriocanal, Jon Barruetabeña, Guillén Díaz, Asier Bernaola y Brais Fernández con Álex Mondelo como patrón, paró el reloj en 15.05,07. Hoy estarán en la final B junto a Ondarroa, Zierbena y Planchada.