23.04.2024 |
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La ARC flexibiliza su normativa

  • Para que la temporada sea válida, no valdrán seis jornadas, sino ocho  
  • Abre la puerta a que se repartan premios a los remeros  
  • Reduce las consecuencias por no iniciar la liga por positivo, por miedo al mismo o por abandonarla
Pedreña, compitiendo en Pasaia, a donde volverá durante el verano.
Pedreña, compitiendo en Pasaia, a donde volverá durante el verano.
La ARC flexibiliza su normativa

A parte del nuevo calendario propuesto, la ARC también ha trasladado a los clubes una nueva disposición adicional a la normativa de competición que sólo tendrá validez durante este próximo curso, ya que se verá afectado por la pandemia sanitaria y los peligros que se mantendrán vigentes en los próximos meses. La asociación ya propuso una que fue debatida en la última reunión que mantuvieron los clubes hace casi dos semanas y ahora ha incluido las propuestas presentadas por algunas entidades, entre las que destacan el aumento del número de jornadas a disputar, pasar de seis a ocho las regatas que tendrán que celebrarse para dar la liga por válida o abrir la posibilidad a repartir premios entre los remeros.

El documento precisa que las regatas seguirán disputándose «en sedes fijas en los lugares determinados por los clubes socios en sesión asamblearia». Esto quiere decir que aún se ha de aprobar la inclusión de Santander y Getxo al trío inicial formado por Pasaia, Castro y Getaria. Tanto aumentar el número de localizaciones como de regatas fue una demanda de muchos clubes en la última reunión que mantuvieron porque las nueve inicialmente previstas por la asociación les resultaban pobres.

Dentro de ese calendario de festejos no entrará el playoff, que no se disputará. De este modo, se insiste en la propuesta de que pierdan su sitio en la categoría de plata el undécimo y el duodécimo y la ganen los dos primeros de la ARC 2. Ello, siempre que ambas ligas se hayan dado por válidas, para lo que tendrán que disputarse, «al menos, ocho regatas puntuables del calendario considerado como definitivo». Además, para dar el curso por válido, tampoco tendrán que haber pedido el abandono definitivo de la competición, una vez iniciada ésta, dos o más clubes por haber sido afectados por contagio ni haberse ausentado de una misma regata, ya sea por abandono definitivo o transitorio, cuatro o más participantes.

El abandono definitivo o transitorio tiene su miga. Y es que, de primeras, y antes de que empiecen las ligas, cada socio podrá solicitar participar en la competición o no hacerlo. Si se elige esta última opción y se argumenta que es por tener a algún miembro de la plantilla infectado, se le respetará la condición de socio y no perderá su lugar en la categoría con vistas al 2021 en el caso de que pertenezca a la ARC 1. En cambio, si lo hace para mantener la salud de sus remeros pero sin haber tenido algún caso positivo, sí perderá la condición de socio, perderá su plaza en la división de plata en el caso de que forme parte de la misma pero, a su vez, la asociación precisa que no habrá «consecuencias adicionales en el ámbito disciplinario» en forma de multas o de imposibilidad de competir en futuras campañas.

En el caso de que un equipo tenga algún infectado antes de empezar la liga, no quedará automáticamente apeado de la competición, sino que podrá elegir si participar o no en la misma sin mayores consecuencias. Si decide disputar las regatas, sólo podrá dejar de hacerlo si acredita «ante la ARC la existencia de uno o más nuevos deportistas afectados por contagio». Por su parte, si un equipo detecta un positivo tras la disputa de la primera regata, podrá abandonar la liga sin consecuencia futura alguna.

Lo que sí especifica la ARC es que las puntuaciones no se verían alteradas y que quien se haya dado de baja durante la marcha mantendrá los puntos conseguidos y que los puestos obtenidos por los que siguen compitiendo no se verían alterados. Con todo, la salida de un club tras un positivo no tiene por qué ser definitiva. Si puede justificar el contagio, podrá darse de baja sólo en una o varias regatas y después volver. Es lo que se llama un abandono transitorio. En el caso de que se produzca esta situación, pasará a realizarse la clasificación por coeficiente, que ha sido una de las reclamaciones realizadas por Pedreña. Es decir, que cada club dividirá todos sus puntos obtenidos entre el número de regatas disputadas.

Un tema espinoso en las últimas semanas fue el de los premios. En su primer borrador, la asociación dejó bien claro que no los habría, algo que no gustó a algunos clubes. Ahora ha abierto la puerta a que los haya. Y no será ya una decisión general que afecte a la ARC 1, ARC 2 y liga ETE por igual, ya que será una decisión que tome el Comité Divisional correspondiente, que es la que se encarga de organizar cada una de las categorías. Será el mismo quien determinará si se establecen dichos premios «y, en su caso, cuál será el importe o monto a ser aportado por cada club como socio del grupo». En este punto, queda por definir si todas las regatas tendrán recompensa económica o sólo algunas.

listas. Lo que pretende la ARC con esta disposición general de la normativa es dar un mayor margen de maniobra a los clubes por los imprevistos que pueda haber y, más allá de la posibilidad de subirse y bajarse de la competición sobre la marcha o incluso antes de arrancar, también ha tenido en cuenta las listas de remeros, que serán más laxas. Las definitivas, no habrá que presentarlas hasta «catorce días antes de la fecha de la disputa de la primera regata». Y habrá cambios. El número mínimo de remeros ya no será de 18, sino que bastará con inscribir a 16. Además, el máximo pasará de ser 25 a treinta. La normativa habitual establece que entre la lista de pretemporada y la de temporada sólo puede haber seis cambios pero esta vez podrá haber diez. En cuanto a los cupos, los no propios ya no tendrán que ser quince como máximo, sino que podrá haber hasta veinte.

Una novedad que, sobre todo, piensa en los remeros, será la posibilidad de que un deportista perteneciente a un equipo que, tras presentar la lista de temporada y antes del inicio de la primera prueba, decida abandonar la competición, podrá fichar por otra trainera. En cambio, una vez que se baje la bandera blanca por vez primera, quien estuviera en una lista de temporada de otro club ya no podrá subirse a ningún proyecto.

La disposición adicional, que consta de doce páginas y a la que ha tenido acceso este periódico, todavía no detalla el calendario pero sí recuerda que los clubes participantes y sus integrantes se deberán comprometer a «adoptar las medidas o recomendaciones que se establezcan por parte de las autoridades competentes y, por otro lado, las que se pueden dictar de forma particular y específica desde la ARC». La asociación tendrá sus propios protocolos y la comunidad autónoma donde se celebre la regata de turno otros. Y habrá que someterse a ellos a pesar que desde el Gobierno de Cantabria aún están esperando que la asociación se ponga en contacto con ellos.

A parte de someterse a los protocolos de seguridad que se establezcan, que a algunos les parecen raquíticos, recuerda la ARC que cada club «deberá abonar la cantidad establecida al efecto por la asociación para hacer frente al abono de los costes organizativos de las regatas». En principio, se cifró esa cantidad en 2.000 euros y es factible que varíe por aumentar el número de pruebas o que incluso se rebaje si se da posibilidad a que los ayuntamientos que seguían dispuestos a sufragar una bandera puedan hacerlo.

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