La ARC está trabajando ya en la confección de la próxima temporada y el primer paso es conocer qué traineras competirán en cada una de las ligas que organiza. Esta semana se termina el plazo para formalizar la inscripción y, a falta de la confirmación de Zumaia B y Zarautz B, que todavía están echando cuentas para ver si disponen de remeros suficientes para salir a competir o no, la categoría de plata acogerá a trece traineras, cuatro de ellas cántabras, por vez primera en su historia y la de bronce a nueve o a once en función de si los citados botes guipuzcoanos dan el paso o no. Tienen de plazo hasta el próximo sábado, que es cuando se celebrará la primera asamblea del año.

Entre los trece elegidos que darán forma a la, a priori, ARC 1 más apasionante de los últimos tiempos con una colección de traineras históricas en sus filas, estarán todas las embarcaciones cántabras excepto una. En concreto, serán Astillero, Camargo, Castreña y Pedreña quienes compitan en la segunda mejor liga de traineras mientras que IRC Santoña se quedará como el único representante de la ARC 2.

De la categoría de bronce han desaparecido AN Castro al no sacar trainera a competir este año por no contar con remeros suficientes y SDR Castreña, que logró el ascenso el pasado curso. Los santoñeses intentarán salir del furgón de cola al que han quedado sometidos en los dos últimos cursos mientras que los cántabros que estarán un piso más arriba partirán con diferentes objetivos. Todos quieren estar arriba pero no todos cabrán. De hecho, se anuncia una dura pugna incluso para encontrar un hueco en la tanda de honor.

Como ya se explicara en estas páginas el pasado verano, había muchas posibilidades de que la ARC 1 tuviera trece e incluso catorce traineras en el 2021. Todo ello, por culpa de no celebrarse el habitual playoff entre el segundo y el tercero de la categoría de bronce y el undécimo y el décimo de la de plata, que es el que corregía el número de embarcaciones para el siguiente curso en función de los arrastres que se produjeran por los resultados del playoff de la ACT. Para acortar la competición, se decidió no disputarlo y que los ascensos y descensos entre las dos ligas de la ARC fueran automáticos: que los dos primeros de la ARC 2 (Castreña y Lapurdi) ascendieran y que los dos últimos de la ARC 1 (Donostiarra B y Getxo) bajaran. Y como no subió ninguno de los dos equipos que peleó por volver a la élite (San Pedro y Pedreña) y, en cambio, bajó Kaiku, por eso han quedado trece embarcaciones por vez primera en la historia en la competición.

La ARC 1 se anuncia apasionante y con una buena colección de aspirantes al ascenso. Ahí estarán, a buen seguro, los mismos que ya estaban el pasado año, como son Arkote, Deusto, Getaria, San Juan, San Pedro y Pedreña. A todos estos hay que sumar a Kaiku, que ha formado un proyecto para intentar volver cuanto antes a la ACT con el cántabro Miguel Ángel Ruiz Camus al frente. Camargo, después de lo bien que terminó el pasado verano, intentará seguir evolucionando y asomar la cabeza y ahí estarán también Castreña y Astillero con la intención inicial de no pasar apuros y, a partir de ahí, convertirse en la sorpresa del verano. Todos los participantes en esta segunda división de traineras a excepción de Getaria, Deusto, Lapurdi y, obviamente, Orio B, habrán pasado alguna vez en su historia por la ACT.

La de AN Castro no ha sido la única baja que se ha dado en la ARC 2. Tampoco han formalizado su inscripción Santurtzi B y Getxo, que fue el ganador de la liga en el 2019 pero que no logró resultar competitivo en ARC 1 en el 2020. Por su parte, la gran novedad y la única alta que se va a producir con vistas al próximo verano será la de Illunbe, que saldrá a competir en la ARC 2.

Zarautz B y Zumaia B deberán confirmar antes del próximo sábado si formalizan su inscripción o no. En el caso afirmativo, pasarán a ser socios de la ARC y podrán participar en la asamblea que se celebrará el próximo sábado de manera telemática. En la misma, además de dar la bienvenida a los nuevos (Kaiku e Illunbe), se empezará a hablar  de cómo afrontar esta nueva temporada. Probablemente, se dibujen diferentes panoramas en función de cómo avance la pandemia. El deseo de muchos será recuperar el modelo tradicional de competición con una regata en cada puerto y reparto de premios pero también los habrá que se guarden en salud y que apuesten directamente por el formato del pasado año. Habrá que poner las cartas sobre la mesa.

Borja Rodrigo, preparado para «otro reto»

Borja Rodrigo afronta su tercera legislatura al frente de la Asociación de Clubes de Traineras (ACT). En la asamblea celebrada el pasado sábado, los socios volvieron a depositar su confianza en Borja Rodrigo para que siga liderando la ACT durante, por lo menos, otros dos años. De esta manera, el de Bilbao afronta su tercera legislatura al frente de la asociación que organiza las máximas categorías de traineras masculinas y femeninas. Para estos dos nuevos años de mandato, Rodrigo contará con la ayuda de Pedro Olmedillo, Txema Vizcaíno y Jon Artola, quienes pasan a formar la Junta Directiva de la ACT.

El vizcaíno se muestra «agradecido por tener la oportunidad de seguir trabajando por y para un proyecto tan bonito como es la ACT». Rodrigo comenta, en una entrevista concedida a la propia página web de la asociación, que «el apoyo recibido por parte de las instituciones públicas y privadas, unidas al buen hacer de los clubes y sus remeros y remeras, hacen que año tras año podamos seguir afrontando con la mejor garantía, solidez y solvencia una competición que ya es un referente dentro del mundo del deporte». Respecto a la temporada de remo que se avecina, el presidente admite que volverá a estar marcada por la pandemia, pero «a pesar de que va a ser diferente, mantendremos el ADN de la competición». Si lo lograron en el 2020, más aún confían hacerlo en el 2021.

Los dirigentes lo asumen como «otro reto» para seguir dando forma a «un proyecto consolidado que es marca de garantía» gracias, en gran parte, a los patrocinadores privados y a la participación de las instituciones públicas junto a los propios clubes, que son los que «hacen que, año a año, se pueda seguir disputando la liga». En el 2021, por segundo año consecutivo y por tercero en los últimos cuatro, no habrá representantes cántabros en la liga ACT.