El comandante en jefe de Ucrania, Oleksander Sirski, ha emitido un comunicado trascendental anunciando la retirada estratégica de las tropas ucranianas de la ciudad de Avdiivka, ubicada en la provincia de Donetsk, ante la creciente presión ejercida por las fuerzas rusas en la región. Sirski, a través de una publicación en la red social Facebook, ha explicado minuciosamente que la decisión se fundamenta en la necesidad de evitar un cerco y salvaguardar la vida y la salud de los militares desplegados en la zona.

En sus declaraciones, el comandante resaltó el cumplimiento digno del deber militar por parte de las tropas ucranianas, destacando el esfuerzo desplegado para neutralizar las unidades militares rusas, infligiendo pérdidas sustanciales en términos de personal y equipo enemigo. Asimismo, expresó que se están implementando medidas adicionales para estabilizar la situación y mantener posiciones defensivas más favorables, asegurando que la retirada no implica una renuncia definitiva a Avdiivka.

La ciudad de Avdiivka, junto con Kupiansk, se ha convertido en el epicentro de los actuales combates, caracterizados por la ventaja numérica de las fuerzas rusas y su constante aumento de esfuerzos. En un contexto crítico, se ha observado que el Ejército ucraniano enfrenta dificultades logísticas, experimentando escasez en ciertos tipos de municiones mientras espera la aprobación de nuevos fondos de ayuda por parte de Estados Unidos. La aprobación de estos fondos se encuentra bloqueada en el Congreso debido a las tensiones políticas entre demócratas y republicanos, lo que agrega una capa adicional de complejidad a la situación en el terreno.

Por otra parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha aprovechado su participación en la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich para destacar la gravedad de la invasión rusa. Zelenski afirmó que la incursión constituye una violación flagrante de las normativas internacionales, convirtiéndose en una "guerra contra cualquier normativa" a nivel global. Durante su discurso, el mandatario se preguntó hasta qué punto el mundo permitirá que Rusia continúe con su comportamiento beligerante y llamó a que el año 2024 sea el momento del pleno restablecimiento de un orden mundial basado en normas.

Zelenski alertó sobre la amenaza que representa Rusia para la estabilidad mundial y planteó la posibilidad de que eventos como la militarización de los alimentos o migraciones masivas puedan alterar los equilibrios regionales y socavar sistemas políticos en Europa, Oriente Próximo, África y América. El presidente ucraniano sugirió que el uso del Artículo 5 del Tratado de la OTAN podría dejar de ser una cuestión exclusiva de Washington para convertirse en una preocupación directa de las capitales europeas.

En sus declaraciones, Zelenski lamentó que los eventos del 23 de febrero de 2022, fecha de inicio de la invasión rusa, hayan introducido numerosos escenarios inimaginables anteriormente en la realidad global. El presidente insistió en la necesidad imperativa de restablecer la seguridad global y no ceder al temor de la derrota de Vladimir Putin. Zelenski subrayó la capacidad de Ucrania para salir victoriosa y recuperar la tierra, al tiempo que acusó a Putin de perpetrar un genocidio.

En el ámbito internacional, Zelenski abordó la preocupación por la muerte del disidente ruso Alexei Navalni, calificando a Putin como un líder que mantiene el poder a través de la corrupción y la violencia. El presidente ucraniano fue claro al afirmar que Putin representa una amenaza para todas las naciones libres y lanzó una pregunta provocadora: "No pregunten a Ucrania cuándo acabará la guerra, pregúntense por qué Putin sigue siendo capaz de continuarla".

En resumen, el retiro estratégico de Ucrania de Avdiivka marca un hito significativo en el desarrollo del conflicto con Rusia. Las declaraciones de Sirski y Zelenski reflejan una situación compleja y desafiante, donde factores logísticos, tensiones políticas internacionales y la amenaza de una escalada global se entrelazan en un panorama incierto. La comunidad internacional observa con atención, mientras la región se enfrenta a uno de los momentos más críticos de su historia reciente.