Un violento ataque sacudió las inmediaciones del emblemático "Castillo de Harry Potter" en Odesa, cuando un misil Iskander, cargado con munición de racimo, impactó la zona. Este suceso, que deja tras de sí un saldo trágico, enciende las alarmas sobre la intención de Rusia en el conflicto con Ucrania.

El ataque, perpetrado por un misil balístico Iskander con munición de racimo, según informa la Fiscalía ucraniana, tuvo como resultado la muerte de cinco personas y dejó a otras treinta heridas. La tragedia no solo se limitó a la pérdida de vidas humanas, sino que también causó graves daños al patrimonio y a la infraestructura de la zona.

En palabras de la Fiscalía ucraniana, el uso de munición de racimo en este contexto constituye un acto de violencia indiscriminada. "Se trata de armamento indiscriminado", afirmó la Fiscalía en un comunicado oficial. Además, se encontraron fragmentos de metal y partes del misil en un radio de 1.5 kilómetros, evidenciando la magnitud del ataque.

Este tipo de munición, destinada a la destrucción de múltiples objetivos dispersos, plantea interrogantes sobre las intenciones detrás del ataque. ¿Buscaba Rusia infundir terror en la población civil? ¿O era parte de una estrategia para debilitar la infraestructura y los recursos de Ucrania?

Los residentes y testigos del ataque quedaron consternados por la violencia del suceso. "Fue como si el cielo se estuviera cayendo sobre nosotros", expresó un residente local, reflejando el impacto emocional que dejó el incidente.