El presidente Ashraf Ghani huyó de Afganistán el domingo 15 de agosto, entregando efectivamente el poder a los talibanes que han llegado a la capital, Kabul, simbolizando su total victoria militar en sólo diez días. El movimiento islamista radical está a punto de volver al poder, veinte años después de haber sido expulsado por una coalición dirigida por Estados Unidos.

El anuncio de la huida del presidente Ghani fue hecho por primera vez bajo condición de anonimato por dos funcionarios afganos a la agencia de noticias Associated Press (AP), así como por el ex vicepresidente Abdullah Abdullah en un vídeo publicado en Internet. "El anterior presidente ha abandonado Afganistán, dejando a la gente en esta situación. Dará cuenta ante Dios y la gente dará su juicio", dijo Abdullah. 

"Los talibanes han ganado", reconoció Ashraf Ghani por la noche, explicando que había abandonado el país para evitar "un baño de sangre". El Sr. Ghani, que no especificó a dónde había ido, dijo que estaba convencido de que "innumerables patriotas habrían sido asesinados y Kabul destruida" si se hubiera quedado. Su salida había sido una de las principales exigencias de los talibanes durante los meses de negociaciones con el gobierno, pero Ghani se aferró al poder. "Los talibanes (...) son ahora responsables del honor, la posesión y la autopreservación de su país", añadió en un post de Facebook.

Los talibanes anunciaron el domingo que habían entrado en muchas partes de Kabul. Decenas de combatientes tomaron también el palacio presidencial, reivindicando la victoria sobre el gobierno afgano, según las imágenes difundidas por el canal Al-Jazeera. "Nuestro país ha sido liberado y los muyahidines han triunfado en Afganistán", dijo un insurgente.

Los talibanes también prometieron que no se vengarían de nadie, ni siquiera de los militares o funcionarios que habían servido al gobierno.

El ministro del Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, pidió que "no hubiera preocupaciones" y aseguró que se produciría un "traspaso pacífico del poder" a un gobierno de transición. Un portavoz de los insurgentes, Suhail Shaheen, confirmó a la BBC que esperaban ese traslado "en los próximos días". "Queremos un gobierno inclusivo (...) lo que significa que todos los afganos formarán parte de él", dijo.