19.05.2024 |
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Los Talibanes ya están en Kabul

La ofensiva relámpago de los fundamentalistas, que tienen la orden de quedarse a las puertas de la ciudad y de tomarla sin violencia, amenaza con provocar la caída del Ejecutivo. La capital de Afganistán es el último bastión gubernamental tras la toma de Jalalabad

El Gobierno acelera al máximo su plan de evacuación de españoles y traductores afganos de Afganistán

Un helicóptero militar estadounidense sobrevuela Kabul, este domingo.RAHMAT GUL / AP
Un helicóptero militar estadounidense sobrevuela Kabul, este domingo.RAHMAT GUL / AP
Los Talibanes ya están en Kabul

Pese a que los insurgentes han logrado situarse en las puertas de Kabul "desde todos los frentes", en palabras del ministro del Interior afgano, aseguran que su intención es no penetrar. Así lo han afirmado en un comunicado, emitido por la jefatura talibán este domingo por la mañana. "El Emirato Islámico ordena a todas sus fuerzas mantenerse en las puertas de Kabul, no intentar entrar en la ciudad. Hasta la conclusión del proceso de transición", subrayan, "la seguridad de la ciudad de Kabul corre a cargo de la otra parte, que debe mantenerla".

Los radicales enfatizan en su comunicado que "dado que la capital está densamente poblada, nos muyaidín del Emirato Islámico no tienen intención de entrar en la ciudad por la fuerza o con guerra, sino hacerlo pacíficamente a través de una negociación en curso, para asegurarse de que un proceso transitorio se completa de forma segura, sin comprometer vidas, propiedad o el honor de nadie, y sin poner en riesgo las vidas de los kabulíes".

Los extremistas, que insisten en que su intención es "no vengarse de nadie" y prometen que "todos los que han servido en el ejército, la policía y los sectores civiles de la administración serán perdonados y estarán seguros", confirman así sus intenciones de ser reconocidos como fuerza política. No explican quién hay implicado en dicho proceso, aunque se entiende que su intención es que el Gobierno de Ashraf Ghani, quien este sábado anunció consultas con otros actores, les facilite la toma del poder.

El ministro del interior afgano ha afirmado que "el traspaso de poder hacia un gobierno de transición" se producirá de forma pacífica y que se garantizará la seguridad de la capital. "No habrá ningún ataque sobre Kabul", ha dicho Abdul Sattar Mirzakwal en una alocución en vídeo.

Es probable que Ali Ahmad Jilali, un académico formado en Estados Unidos y ex ministro del Interior afgano, encabece dicha administración interina en Kabul, informa Reuters, que cita tres fuentes diplomáticas.

El diario The Washington Post informó este sábado de que diplomáticos estadounidenses habían rogado a los talibán una pausa en sus avances previstos sobre la capital para facilitar la evacuación de su personal diplomático y militar. Sus demandas contenían como contrapartida la posibilidad de facilitar el reconocimiento de un futuro gobierno talibán. Aunque países como Rusia aseguran que no planean evacuar sus embajadas, EEUU y el Reino Unido están entre los que trabajan ahora en ello a destajo.

Testigos aseguran que sobre la zona verde kabulí, el laberíntico complejo amurallado que había servido durante dos décadas de sede de embajadas y base militar, flotan columnas de humo procedentes de la quema de documentos confidenciales. Desde la madrugada sobrevuelan el área helicópteros, supuestamente trasladando personal destinado afuera de Afganistán. Numerosos países occidentales, entre ellos España, trabajan en la evacuación tanto de su personal como de sus nacionales en Afganistán.

EVACUACIÓN DEL PERSONAL OCCIDENTAL

Este domingo comenzará a llegar el contingente de 5.000 marines estadounidenses cuya misión ya no será apoyar a las fuerzas afganas en la defensa de la capital, sino facilitar la evacuación de la que antaño fue una de las embajadas con más empleados del mundo. A primeras horas del día, de hecho, ha comenzado la evacuación del personal estadounidense, y quedan menos de 50 personas del cuerpo diplomático sobre el terreno.

Por su parte, el Ejército alemán iniciará este lunes los preparativos para evacuar a sus ciudadanos, personal de la embajada y trabajadores locales de Afganistán sin esperar al mandato del Parlamento (federal), informa el diario Bild. De acuerdo con ese medio, partirán aviones militares de transporte del tipo A400M hacia Kabul.

La prioridad de los norteamericanos ahora es evitar otro 'momento Saigón'. Junto con su propio personal diplomático, EEUU, como el Reino Unido -los británicos han enviado a 600 uniformados para ayudar en la retirada de los suyos- y España, han abierto la puerta a traer a casa también a los ciudadanos afganos que trabajaron en sus legaciones, junto con sus familias. Otros países, como Canadá, anunciaron incluso procesos para ofrecer asilo a una cantidad grande pero limitada de afganos en situaciones de especial vulnerabilidad, como mujeres y minorías perseguidas.

Pero a la mayoría de vecinos y de desplazados internos, como los 120.000 que llegaron a la capital sólo durante este año, según datos de ACNUR, les tocará quedarse en tierra y ver cómo los insurgentes se abalanzan, con sus prácticas extremistas, sobre sus vidas, sin que su ejército ni una comunidad internacional a la fuga puedan hacer nada para evitarlo. Este es un momento amargo para muchos con lazos con el exterior, que ahora se ven privados incluso de una visa para salir del país y rehacer sus vidas.

Madrid ha anunciado un plan para repatriar a los ciudadanos españoles que se encuentran en Afganistán, al personal diplomático en Kabul y a aquellos afganos que han trabajado con soldados y cooperantes españoles, junto con sus familias. Al Ministerio de Asuntos Exteriores sólo le consta la presencia de seis españoles en Afganistán. Otros muchos, entre ellos quienes han trabajado de traductores y velado por la seguridad de los periodistas españoles durante coberturas en el país, siguen sin tener una vía de salvación. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha declarado que España "está preparada para cualquier eventualidad, incluida la evacuación de la embajada si fuera necesario", y ha precisado que el país "no va a dejar a nadie atrás".

Las formas con que el presidente estadounidense Joe Biden ha gestionado el plan de repliegue que inició su predecesor, Donald Trump, le han granjeado numerosas críticas en casa. Muchos analistas han apuntado a que el establecimiento del próximo 11 de septiembre, como fecha de retirada total del país, ha sido un acicate para los talibán, que sólo han necesitado presionar militarmente y esperar resultados. Ante la aceleración de su ofensiva, el New York Times ha informado de que negociadores de la Casa Blanca se han sentado con los talibán para instarlos a no atacar su embajada, en caso de alcanzar la capital, bajo amenaza de no proporcionarles ayuda humanitaria en el futuro, de ocurrir tal incidente.

De completarse los planes acelerados en los próximos días, la afamada zona verde de Kabul, el grotesco complejo laberíntico de muros de hormigón y controles de seguridad alzado tras la invasión de 2001, que albergaba cuarteles de las tropas aliadas y embajadas como la española, puede quedar hecha un erial y a merced de los insurgentes. Los talibán no levantan el pie del acelerador, pese a las llamadas renovadas de Naciones Unidas a firmar una tregua que salve vidas. Su secretario general, António Guterres, alertó ayer de que Afganistán "está perdiendo el control".

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