18.04.2024 |
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"Sigo vivo": El autor de Gomorra celebra la victoria judicial sobre las amenazas de la mafia

Roberto Saviano dice que un tribunal ha demostrado que los clanes del crimen -cuyas amenazas le obligaron a vivir con un guardaespaldas- no son invencibles
Roberto Saviano, en el centro, en 2014 en el juicio a los miembros del clan mafioso Casalesi. Fotografía: Ciro Fusco/EPA
Roberto Saviano, en el centro, en 2014 en el juicio a los miembros del clan mafioso Casalesi. Fotografía: Ciro Fusco/EPA
"Sigo vivo": El autor de Gomorra celebra la victoria judicial sobre las amenazas de la mafia

El escritor antimafia de fama internacional Roberto Saviano ha declarado que "el periodismo ha sido reivindicado; las palabras son reivindicadas - y yo también", tras una sentencia histórica en Roma sobre amenazas a su vida.

Los jueces dictaminaron el lunes que una maniobra judicial realizada hace 13 años por un jefe de la mafia de la Camorra y su abogado constituyó una amenaza contra la vida de Saviano, y la de una colega -Rosaria Capacchione, entonces del diario Il Mattino de Nápoles-, condenando a los periodistas a vivir desde entonces en la sombra, bajo escolta.

"Mi vida no cambia mucho", declaró Saviano al Observer tras el veredicto. "Tendré que seguir teniendo guardaespaldas. Y por supuesto, la sentencia no me devuelve esos 13 años, obligado a vivir una media vida oculta, constantemente vigilado, bajo guardia, durante todo ese tiempo.

"Pero la sentencia sí demuestra que la mafia no es invencible, que no puede amenazar a los periodistas sin sanción, y que los clanes tienen miedo a la palabra, al periodismo".

Tras un juicio que se ha demorado 13 años, el Tribunal Penal de Roma declaró culpables a Francesco Bidognetti, jefe del clan Casalesi de la mafia de la región de Nápoles, y a su abogado, Michele Santonastaso, de haber amenazado a los periodistas al presentar un documento en el maxi-juicio "Espartaco". Éste terminó tras 12 años, en 2010, con 16 jefes de la Camorra, incluido Bidognetti, encarcelados de por vida.

Francesco Bidognetti, jefe del clan Casalesi de la mafia de la región de Nápoles.
Bidognetti era una figura principal y crucial en un régimen de asesinatos, extorsión y terror en torno a la base de los Casalesi en Casal di Principe, al norte de Nápoles, y el cerebro de su control corrupto sobre negocios multimillonarios de gestión de residuos -muchos de ellos tóxicos- en toda la región de Campania.

El documento en cuestión era aparentemente una cuestión de procedimiento legal, introducido en el maxi-juicio poco antes de que terminara la vista de apelación en marzo de 2008. En él se pedía la suspensión de todo el juicio y que se remitiera de Nápoles a otra jurisdicción, debido a la influencia que, según se dice, Saviano y Capacchione "ejercen sobre los jueces con sus escritos".


"La mafia no hace sus amenazas directamente", explica Saviano. "No emiten una fatwa como Irán o Isis. La semántica mafiosa es compleja y codificada, y sus amenazas se hacen en diagonal."

Cita un famoso presagio hecho por el jefe de la Cosa Nostra, Michele -Il Papa- Greco, durante el maxi-juicio siciliano de los años ochenta: "Greco dijo al tribunal: 'Deseamos que vuestra justicia sea serena, y que esta serenidad os acompañe durante toda vuestra vida'. Parece una bendición, pero no lo era, era una amenaza [para los jurados y fiscales]", dice Saviano.

"Y con esta maniobra en 2008", explica, "Bidognetti decía que si él y sus compañeros mafiosos eran condenados en ese tribunal, Rosaria y yo seríamos cómplices. Y que si los mafiosos eran absueltos, nos considerarían -a Rosaria informando a nivel local, a mí a nivel nacional- como parte del intento de persecución.

"Esta amenaza era, y sigue siendo, única en la historia criminal. Nos etiquetó como enemigos de los acusados, cuyo trabajo como periodistas había instado al Estado a actuar contra ellos. Según ellos, era yo quien constituía una amenaza para el curso de la justicia en Nápoles, y no ellos, los asesinos en espera de juicio".

La amenaza se produjo en un ambiente de extrema amenaza: mientras el maxi-juicio convocaba a más de 500 testigos, y dictaba más de 700 años de cárcel, cinco personas implicadas en el caso eran asesinadas.

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