La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, ha lanzado una dura reprimenda a China por sus incursiones en el Mar de China Meridional, advirtiendo que sus acciones allí equivalen a "coerción" e "intimidación" y afirmando que EE.UU. apoyará a sus aliados en la región contra los avances de Pekín.

"Sabemos que Pekín sigue coaccionando, intimidando y reivindicando la gran mayoría del Mar de China Meridional", dijo en un importante discurso sobre política exterior pronunciado el martes en Singapur, en el que expuso la visión de la administración Biden sobre el Indo-Pacífico. "Las acciones de Pekín siguen socavando el orden basado en normas y amenazan la soberanía de las naciones".

China reclama casi todo el mar, rico en recursos, por el que pasan anualmente miles de millones de dólares en comercio marítimo, con reclamaciones contrapuestas de cuatro estados del sudeste asiático, así como de Taiwán.

Pekín ha sido acusado de desplegar allí una serie de equipos militares, incluidos misiles antibuque y tierra-aire, y ha ignorado la decisión de un tribunal internacional de 2016 que declaró que su reclamación histórica sobre la mayor parte de las aguas carecía de fundamento.

Las tensiones se han intensificado en los últimos meses entre Pekín y los reclamantes rivales.

El discurso de Harris trató de consolidar el compromiso de EE.UU. de apoyar a sus aliados en un área de creciente importancia para la administración Biden, que ha hecho de la lucha contra la influencia de China a nivel mundial una pieza central de su política exterior.

Harris, que se encuentra en una gira de una semana por el sudeste asiático, declaró que Estados Unidos "apoya a nuestros aliados y socios" frente a las amenazas de China.

Las declaraciones de Harris se producen en un momento crítico para Estados Unidos, ya que el gobierno de Biden trata de consolidar su pivote hacia Asia, mientras que la atención que Estados Unidos ha prestado durante décadas a Oriente Medio llega a su fin de forma desordenada con la caótica retirada de Afganistán.