El Parlamento húngaro ha aprobado una ley que prohíbe los contenidos LGBT en las escuelas, mientras el partido gobernante de Viktor Orbán intensifica su campaña contra los derechos de los homosexuales.

La asamblea nacional aprobó la legislación por 157 votos a favor y uno en contra, después de que los diputados del partido gobernante Fidesz ignoraran una petición de última hora de uno de los principales funcionarios europeos de derechos humanos para que abandonaran el plan por considerarlo "una afrenta contra los derechos y las identidades de las personas LGBTI".

A pesar del boicot a la votación por parte de algunos políticos de la oposición, el resultado nunca estuvo en duda, ya que el Fidesz cuenta con una amplia mayoría y los planes fueron apoyados por el partido de extrema derecha Jobbik.

Las medidas han sido comparadas por los críticos con la ley rusa de 2013 contra la "propaganda gay" que, según observadores independientes, ha aumentado la hostilidad social y alimentado los ataques de los vigilantes contra lesbianas, gays, bisexuales y transexuales en el vecino oriental de la UE.

La legislación húngara prohíbe compartir información con menores de 18 años que el gobierno considera que promueve la homosexualidad o el cambio de género.

"Hay contenidos que los niños menores de cierta edad pueden malinterpretar y que pueden tener un efecto perjudicial en su desarrollo a esa edad, o que los niños simplemente no pueden procesar, y que por tanto podrían confundir sus valores morales en desarrollo o su imagen de sí mismos o del mundo", dijo un portavoz del gobierno húngaro.

La ley también implica que sólo las personas y organizaciones inscritas en un registro oficial pueden impartir clases de educación sexual en las escuelas, una medida dirigida a "organizaciones con dudosa trayectoria profesional... a menudo establecidas para la representación de orientaciones sexuales específicas", dijo el portavoz del gobierno.

También se prohibirá a las empresas y a las grandes organizaciones publicar anuncios en solidaridad con los homosexuales, si se considera que se dirigen a los menores de 18 años. En 2019, una campaña publicitaria de Coca-Cola en la que aparecían parejas homosexuales sonrientes y eslóganes contra la discriminación llevó a algunos miembros destacados del Fidesz a pedir un boicot a los productos de la empresa.

Una coalición de defensores de los derechos humanos, entre los que se encuentra Amnistía Internacional Hungría, ha descrito los planes como "un ataque frontal a la libertad de expresión y a los derechos de los niños".

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