Grecia. Los bomberos luchan contra el fuego para salvar las casas en la isla de Evia
En escenas más propias de la guerra, los bomberos entrenados y respaldados por un ejército de lugareños libraron una batalla "sobrehumana" durante la noche para extinguir las llamas azotadas por el viento que arrasan por octavo día la isla griega de Eubea.
El martes se ordenó la evacuación de otro pueblo, y una fuerza multinacional de casi 900 bomberos acudió al lugar de los hechos en un intento desesperado por detener la conflagración que envuelve la ciudad norteña de Istiaia.
El servicio de bomberos dijo que, además de 873 bomberos, 50 equipos de tierra y 229 vehículos estaban luchando contra el fuego.
Así está Evia, la segunda isla más grande de Grecia, el lugar donde murieron Hércules, en la mitología, y Aristóteles, en la vida real; donde se comenzó a usar el alfabeto griego y cuyos paisajes son mencionados en La Ilíada.
— Pascal BeltrandelRio (@beltrandelrio) August 10, 2021
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En unas condiciones de polvorín creadas por unas temperaturas estivales sin precedentes, Grecia se encuentra en el ojo del huracán de los incendios forestales que también se producen en Italia y Turquía.
En un discurso televisado a última hora del lunes, el Primer Ministro, Kyriakos Mitsotakis, dijo que era evidente que el país estaba sufriendo "un desastre natural de dimensiones sin precedentes". Dijo que los bomberos se habían visto obligados a hacer frente a 586 incendios provocados y agravados por una ola de calor que se espera que se intensifique de nuevo esta semana. Mitsotakis ha dicho que la crisis refleja la realidad del cambio climático.
"Estos últimos días han sido los más duros para nuestro país en décadas", dijo el dirigente, que pidió disculpas por los fallos en lo que ha sido una respuesta a menudo caótica a la emergencia.
Los incendios en Eubea, la segunda isla más grande de Grecia, han sido con mucho los peores del país, diezmando vastas extensiones de bosques de pinos prístinos y destruyendo un número incalculable de viviendas. En el municipio de Mantoudi se han quemado más de 1.000 casas, y las comunidades más al norte se enfrentan ahora a la misma perspectiva si no se apagan los incendios.
En Eubea y en el sur del Peloponeso, donde también se han producido incendios, el fenómeno de la reanudación de los fuegos después de haber sido extinguidos ha dificultado los esfuerzos, ya que las llamas, impulsadas por vientos impredecibles, han vuelto a cobrar vida.
"Estamos hablando de llamas de 30 metros de altura que aparecen de repente", dijo una mujer en Evia a la emisora estatal ERT, mientras su marido se lamentaba de la ausencia de aviones y helicópteros que lanzaran agua al rescate.
Los cielos cubiertos de humo y ceniza dificultan la visibilidad de los pilotos de los 22 países que han aportado ayuda. Ayer, Turquía y Rusia dijeron que también enviarían aviones para aumentar los refuerzos ya enviados por Europa, los países de Oriente Medio, el Reino Unido y Estados Unidos.
A falta de aviones sobre Evia, a primera hora del martes se podían ver excavadoras creando cortafuegos en los bosques. Desde que la crisis comenzó la semana pasada con los suburbios boscosos de la periferia norte de Atenas ardiendo en llamas, se ha visto a los habitantes de la zona utilizar todo lo que pueden -desde mangueras de jardín hasta rudimentarios cubos- para proteger sus hogares.
Hasta el lunes, unas 2.600 personas habían sido evacuadas de Eubea en una flotilla de barcos, y los ancianos y enfermos se vieron obligados a refugiarse en los transbordadores o a dormir en las tumbonas de la playa.
Consciente de los devastadores incendios que dejaron 103 muertos en las localidades costeras de Mati y Kokkino Limanaki en julio de 2018, el Gobierno ha dado prioridad a salvar vidas. Pero algunos residentes afirman que las órdenes de evacuación han sido prematuras y solo han permitido que ardan propiedades y bosques de primera calidad que de otro modo podrían haberse salvado.
