La tormenta tropical Grace ha azotado el sur de Haití con lluvias torrenciales, lo que ha agravado la situación de los supervivientes del potente terremoto, mientras las inundaciones y los corrimientos de tierra complican aún más las labores de socorro.

El martes por la mañana seguía sin suministro eléctrico y las comunicaciones eran irregulares en algunas zonas del sur de Haití después de que centímetros de lluvia intensa y vientos de 35 mph se abatieran sobre la asediada región, apenas dos días después de que fuera golpeada por el devastador terremoto de 7,2 grados de magnitud.

El agua de lluvia convirtió las calles de la península de Tiburón, afectada por el terremoto, en ríos a los pocos minutos de que la tormenta tropical Grace tocara tierra en la isla de La Española, que Haití comparte con la República Dominicana. La lluvia cayó a un ritmo de 50mm (2in) por hora en gran parte de la región.

El lunes por la noche, cuando empezó a llover, el número de víctimas mortales confirmadas del terremoto de 7,2 grados de magnitud del sábado se elevó a 1.419, con más de 6.000 heridos y 30.000 personas sin hogar. Los equipos de rescate siguen buscando supervivientes entre los escombros.

Los hospitales, ya llenos, están atendiendo a los pacientes en patios y pasillos. Siguen escaseando los suministros médicos, incluidos los equipos de protección personal para el personal y los analgésicos y férulas para los pacientes.

"El hospital está en mal estado, con el agua llenando el patio", dijo Sterens Yppolyte, un médico en prácticas de 26 años en el hospital de la Inmaculada Concepción de Les Cayes, que no ha podido dormir mucho desde que su casa quedó parcialmente destruida por el terremoto. "La gente clama por ayuda, por tiendas de campaña, por refugio y por un mensaje de esperanza".

Marjorie Modesty, una psicóloga que vive en Les Cayes y que ayuda a coordinar las entregas de ayuda a través de una organización de apoyo a las familias que dirige, expresó una desesperación similar.

"Esto es lo que necesita el país: tiendas de campaña, alimentos, medicamentos, artículos de aseo, agua, ropa, equipos de rescate y sillas de ruedas", dijo Modesty, cuya propia casa se inundó el lunes por la noche. "La gente está huyendo de sus casas. Necesitamos que nos rescaten".