El año ha iniciado con una impactante ola de frío en el norte de Europa, marcando un fuerte contraste con el clima registrado el año pasado. Países como Polonia, República Checa y Alemania experimentaron temperaturas cercanas a los 20 grados en enero de 2023. Sin embargo, el 2024 ha traído consigo una intensa ola de frío que ha cobrado la vida de al menos seis personas y está generando estragos sin precedentes en décadas.

Esta ola de frío proviene de la región Ártica y de Siberia, afectando principalmente a Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Se espera que se desplace hacia el sur, posiblemente alcanzando España en los próximos días. Hasta el momento, la nieve ha causado interrupciones en el transporte, cortes de energía y el cierre de instituciones educativas en el extremo norte del continente europeo.

A pesar de la acostumbrada resistencia a temperaturas extremas en los países escandinavos, este primer temporal del año ha logrado romper récords. En la Laponia sueca, se han registrado temperaturas tan bajas como -43,6 grados, las más frías en los últimos 25 años. En la Laponia finlandesa, cerca de la frontera con Noruega, los termómetros han marcado -42,7 grados, constituyendo la temperatura más baja de la última década y un hito que solo se ha alcanzado tres veces desde el año 2000.

La ventisca en el sur de Suecia ha dejado a mil personas atrapadas en las carreteras debido a las fuertes nevadas, con vehículos atascados durante horas en la E22 entre Hörby y Kristianstad, requiriendo la intervención de las fuerzas armadas. En Dinamarca, se ha registrado un espesor récord de metro y medio de nieve en ciudades como Hald, al oeste de la península de Jutlandia, algo nunca antes visto en la zona, según datos del servicio meteorológico danés.

En Francia, la alerta roja ha sido activada por inundaciones en el departamento de Calais, con al menos 371 personas evacuadas y la movilización de 450 bomberos locales, complementados por 120 llegados de otras regiones desde el miércoles.