Mientras Max Verstappen y Red Bull celebraban un dominante doblete, y Charles Leclerc ocupaba el tercer escalón del podio, Alonso se enfrentaba a sus propias batallas en la pista, demostrando por qué sigue siendo uno de los pilotos más respetados en la Fórmula 1.

La noche en Jeddah fue testigo de una Red Bull que, una vez más, dejó claro su dominio en el campeonato, con Verstappen liderando de principio a fin y Sergio Pérez completando el 1-2 para el equipo. Sin embargo, la verdadera narrativa para los aficionados españoles se centró en Fernando Alonso, quien con un AMR24 que demostraba ser más competitivo en clasificación que en carrera, luchaba por mantenerse en las posiciones de honor.

Desde el inicio, Alonso mostró su intención de defender su posición, incluso cuando el desafío venía de un McLaren notablemente más rápido pilotado por Oscar Piastri. La estrategia y determinación del asturiano se hicieron evidentes cuando, hacia el final de la carrera, pidió a su equipo por radio darle "la cuenta atrás de las vueltas, porque estoy en modo de qualy", un indicativo de su compromiso por asegurar la mejor posición posible.

A pesar de encontrarse "en tierra de nadie" durante gran parte de la carrera, rodeado por competidores en vehículos con distintas estrategias y rendimientos, Alonso logró terminar en quinta posición. Este resultado no solo subraya la calidad de Alonso como piloto, sino también el trabajo que Aston Martin necesita hacer para cerrar la brecha con los equipos de punta.

El incidente del safety car, provocado por un error de Lance Stroll, y la consiguiente penalización a Pérez por liberación insegura en el pit-lane, fueron solo algunos de los momentos clave en una carrera que, si bien no tuvo la emoción de otras citas, sí ofreció suficiente entretenimiento y confirmó la jerarquía actual en la Fórmula 1.

Red Bull sigue imparable, Ferrari se confirma como el segundo en discordia, y Alonso y Aston Martin buscan cómo acortar distancias. La Fórmula 1 sigue su curso, y aunque el campeonato parece decidido a favor de Verstappen, la lucha en el medio campo, donde Alonso es protagonista, promete emociones y estrategias dignas de análisis en las carreras que restan del Mundial 2024.