A Iñigo Sainz Maza no le quisieron ni ver la temporada pasada ninguno de los entrenadores que pasaron por el primer equipo. Ni Iván Ania, ni Cristóbal Parralo, ni José Luis Oltra le tuvieron en cuenta a pesar de que hubo partidos en los que se quedaron sin un lateral derecho con ficha profesional. En el filial seguía siendo de los más destacados y, de hecho, no eran pocos los que aseguraban que era el mejor jugador de la Tercera cántabra, pero no le daban paso. Todo muy raro. Llegados a este punto, con 22 años ya en su haber, al club sólo le quedaba apostar de manera definitiva por él o dejarle marchar. Y han optado por lo más lógico, que es tratar de adivinar hasta dónde puede llegar un futbolista en el que se ha invertido y en el que siempre se ha depositado confianza con vistas al futuro. Él demostró que podía ser para ya mismo el día que debutó con el primer equipo en aquel partido ante el Logroñés en El Sardinero, pero no tuvo continuidad.

A día de hoy, no es sólo uno de los futbolistas del filial del pasado año que están completando la pretemporada con el primer equipo, sino que ya se puede sentir parte del mismo porque, de hecho, le han hecho su primer contrato profesional. Podían haber esperado a que comenzara el curso y ver lo que daba de sí, pero adelantándose a los acontecimientos en el club han venido a confesar que se habían equivocado con él en el pasado reciente y que creían en su buen hacer. Ha seguido el camino que también había iniciado previamente Javi Siverio y que hace unos días tomó Lucas Díaz. Iñigo Sainz Maza ya está aquí y, a partir de ahora, todo dependerá de él.

El jugador cántabro se hizo mayor jugando como lateral derecho, puesto desde el que debutó en el primer equipo, pero la intención que manejan en el club con él es que actué como medio centro de corte defensivo este año. Y no le cogerá por sorpresa porque es, de hecho, la posición que más ocupó la campaña pasada en el Rayo. Él asegura sentirse «cómodo» ejerciendo ese rol porque tiene claro que puede jugar «en las dos posiciones». «Parece que en principio voy a actuar más de pivote pero estoy muy cómodo ahí y no me importa», afirma el canterano.

Asegura Sainz Maza que la pretemporada que están planteado Javi Rozada y Cueli está siendo «un poco durilla», pero prevé que les va a «venir muy bien» a los jugadores para llegar en plena forma «al inicio de temporada», lo cual considera que este curso será «muy importante». Lo dice porque, aunque aún está por hacer oficial el modelo de competición, sí saben ya que va a haber «pocos partidos» y, por lo tanto, también «menos margen» para fallar y mantener una cierta capacidad de reacción. Por eso intuye que será fundamental «llegar a tope al primer partido» y coger cuanto antes una buena velocidad de crucero que impida meterse en problemas desde un principio.

El canterano cree que lo van a conseguir porque están «en buenas manos». «Nuestra parcela es trabajar todo lo que sea y prepararnos para el inicio de temporada», insiste Sainz Maza. Lo que éste, al igual que sus compañeros, conoce ya es quiénes serán sus primeros rivales y en qué subgrupo ha caído el Racing. Prevé Sainz Maza que va a ser «muy competido» y que el Racing va a tener que «salir en todos los partidos al máximo para conseguir el objetivo, que no es otro que quedar primeros y ascender». «Estos últimos años ya hemos visto que la Segunda B es muy dura y que hay que salir en todos los partidos a tope», añade el defensor verdiblanco.

Sainz Maza forma parte del grupo de jóvenes valores que han dado el salto al primer equipo este verano y que conforma una interesante mezcla con otro grupo de futbolistas veteranos que encabezan Iván Crespo, Álvaro Cejudo o Jordi Figueras. El canterano asegura que están «encantados» con ellos porque «siempre» que necesitan algo se ofrecen para ayudar. «El año pasado y desde que llegaron al club ya estuvieron siempre ahí cuando subías a entrenar. Hacían que no hubiera ningún problema, te ayudaban mucho en todo lo que necesitaras y, además, generan un muy buen ambiente dentro del vestuario», relata el futbolista de Ampuero.

Con quien también parece sentirse a gusto es con Javi Rozada, que asegura que es un entrenador «que mete ritmo a los entrenamientos, que los hace dinámicos e intensos». Y eso a él, desde el punto de vista personal, le agrada. «Se ve que es un técnico intenso y que le gusta meter intensidad y eso está bien», añade. Sobre todo, entiende que el resultado va a ser positivo con vistas «a llegar a tope al inicio de la liga». Ya desde un punto de vista más futbolístico, Iñigo Sainz Maza descubre que el técnico asturiano les está pidiendo «mucha intensidad en el robo tras pérdida con la presión e ir muy fuerte», pero también recuerda que llevan sólo «semana y media de trabajo y ya se irán entrenando más cosas poco a poco para ir perfilando más el sistema y todo lo demás».