25.04.2024 |
El tiempo

Tiempo de revancha

El Racing recibe a la Real Sociedad B, un rival que le va a permitir evaluar su verdadero estado de forma | El equipo cántabro debe dar hoy un paso hacia delante que confirme su candidatura  o se prevén cambios en el once

Patrik Soko es, sin duda, uno de los jugadores más en forma actualmente del Racing. / Hardy
Patrik Soko es, sin duda, uno de los jugadores más en forma actualmente del Racing. / Hardy
Tiempo de revancha

El único objetivo que ha tenido el Racing en los últimos dos meses ha sido llegar a donde está ahora mismo en la situación en la que está. El punto de partida no pudo estar más lejano. Era una nave a la deriva sin timón ni capitán. Era un desastre, no sabía navegar y no parecía tener ni tan siquiera una estrategia para salvar la mercancía. El equipo estaba en el pozo clasificatorio, recibía golpes tremendos de manera merecida y, lejos de dar pasos hacia delante, los daba hacia atrás. Pensar en pelear por el ascenso y por terminar la primera fase entre los tres primeros era utópico. Si lo planteabas, se reían de ti. Sin embargo, el panorama ha cambiado y después de seis partidos en los que ha sido capaz de dar la vuelta a la tortilla de manera completa, inicia el tramo del calendario en el que se va a jugar mantener intacto su sueño dependiendo exclusivamente de sí mismo. Y eso, teniendo en cuenta de dónde viene, es un auténtico lujo.

Quedan cuatro jornadas en las que el Racing va a jugar contra Real Sociedad B, Real Unión, Arenas y Amorebieta. Es decir, que va a culminar la primera fase jugando contra el primero, el segundo, el cuarto y el sexto. Llegó el momento de la verdad. El equipo de Solabarrieta aprovechó la fase más amable del calendario para remontar y ahora le toca demostrar que es mejor que sus rivales directos y que, en verdad, se merece una de las tres primeras plazas que le permiten pelear por el playoff definitivo de ascenso durante la segunda fase. 

El Racing ha sumado 16 de los últimos 18 puntos por los que ha jugado. Es decir, que de los últimos seis partidos, ha ganado cinco y ha empatado uno. Cuenta por victorias las cuatro últimas jornadas y, por lo tanto, llega embalado. El equipo ha ido claramente a más y, de hecho, ha marcado trece goles en los últimos cuatro encuentros, lo que da una pista de la superioridad que ha marcado. Sin embargo, le falta confirmar su evolución y su candidatura al ascenso dando el callo ante un rival de su talla, ante alguien que le aguante la mirada. Porque tan irrefutable como son los números que ha acumulado en los dos últimos meses lo es recordar que las cinco victorias logradas en esa racha de seis partidos las ha conseguido ante los cinco últimos clasificados. De hecho, el único encuentro en el que se ha dejado puntos fue ante el único de la zona alta al que se midió, que fue el Bilbao Athletic. Por eso es normal tener una mosca detrás de la oreja ante lo que le viene hoy.

El Racing está en un momento en el que debe y necesita demostrar que todo lo que ha apuntado en las últimas semanas es cierto. Necesita confirmarse a sí mismo que no sólo sabe ganar a contrincantes que, aunque tuvieran el agua al cuello y se jugaran la vida, se saben inferiores a él. Y es una necesidad no sólo moral, sino también material porque el equipo verdiblanco precisa ganar de tres en tres sabedor de que, por ejemplo, le esperan desplazamientos  a Irún y a Amorebieta. Y el margen de error es nulo, por lo que, si por casualidad en algún momento se puede permitir un tropiezo, debe dejar esa posibilidad para alguno de esos dos viajes.

No ganar hoy volvería a meter las dudas en el proyecto. Sus integrantes se harían preguntas de dudosa respuesta. ‘Quizá no somos tan buenos como nos habíamos creído’. Por eso el golpe encima de la mesa debe ser hoy. Porque delante habrá un buen equipo que, para colmo, incluso le humilló en el enfrentamiento que mantuvieron en la primera vuelta. Fue el debut de Aritz Solabarrieta en el banquillo racinguista y el filial donostiarra se comportó como una auténtica apisonadora. Le metió cuatro goles al equipo cántabro como le podría haber metido más si no hubiera levantado el pie. Dieron la impresión de estar muy lejos entre sí, de pertenecer a dimensiones diferentes y paralelas, pero lo cierto es que hoy van a comenzar el partido empatados a puntos con los mismos partidos disputados. Uno se mantendrá en la pelea por los tres primeros puestos y el otro se alejará un poco más. Es un partido decisivo.

Al Racing no le hace falta comprar motivación en la tienda de la esquina. Ya la lleva encima por las obligaciones que lleva consigo su camiseta y por la ilusión que ha generado la enorme racha que ha sido capaz de fabricar. Sin embargo, si le hiciera falta una dosis mayor para agarrar el cuchillo con los dientes mucho más fuerte, podrá cerrar los ojos y recordar lo que sintió en aquel primer partido del año en Zubieta. Es tiempo de revancha. Como aquella genial película del maestro Adolfo Aristarain.

El Racing que jugó en territorio guipuzcoano es un equipo bien diferente al que va a saltar a jugar esta tarde. De entrada, hay cuatro futbolistas que fueron titulares aquel día que hoy ya no están ni en el equipo. Se trata de Figueras, Maynau, Benktib y Balboa. A estos hay que sumar que hay jugadores que eran habituales entonces y que ahora ya no lo son. Más de medio equipo titular será distinto. Fue el primer partido de Solabarrieta y quiso jugar a algo a lo que inmediatamente se dio cuenta que no podía jugar. Llegó con la idea de dar forma a un 4-4-2 que continuamente alteró hasta que por fin dio con la tecla. Ahora el equipo ya sabe a lo que juega, tiene un sistema con el que se encuentra cómodo e incluso un once definido. Da la impresión de que la maquinaria se ha puesto en marcha.

Por esto último, se antoja improbable que el entrenador verdiblanco vaya a alterar algo justamente hoy, el día de la verdad. Va a afrontar el encuentro después de haber repetido un mismo equipo titular en dos partidos consecutivos y no parece tener razones para cambiar nada. Sobre todo, porque los que vienen jugando están mostrando un buen estado de forma. Quizá, quién sabe, si pudiera podría hacer algún retoque en la línea defensiva, pero tiene pocos argumentos para hacerlo porque mantiene la baja de Matic y de Lars Gerson, que lleva ya un mes en Santander sin haber podido ni tan siquiera debutar. De este modo, siguen siendo Mantilla y Óscar Gil los centrales disponibles. En la recámara está Alberto Villapalos, pero el de hoy no es un partido para él. En el encuentro de la primera vuelta ante la Real Sociedad B ya quedó más que acreditado que hay que jugar con centrales rápidos por los continuos desmarques a la espalda que intentan los hombres de Xabi Alonso. Aquel día, por ejemplo, Jordi Figueras quedó señalado y en evidencia. Y el madrileño no es mucho más rápido que él. No es descartable, en cambio, que, por ejemplo, sí pudiera jugar en Urritxe, donde los espacios no son tan abundantes ni habituales.

De esta manera, la única duda que podría plantear el equipo inicial que presente Solabarrieta podría estar en la punta de ataque toda vez que Jon Ander por fin ha podido completar sin problemas toda una semana de entrenamientos después de sus problemas de lumbalgia. Sin embargo, es complicado que el técnico vaya a apartar a un delantero que ha marcado un gol en cada uno de los dos últimos partidos que ha disputado. Por eso es previsible que parta Cedric de inicio. A las rachas de los que juegan en el área rival hay que hacerlas mucho caso y alimentarlas mientras sea posible.

Lo que es intocable es la sala de máquinas, esa joven combinación entre Riki, Iñigo Sainz Maza y Pablo Torre. Es cierto que tienen una media de edad de 20,5 años pero también lo es que hoy no va a ser excusa para nada, ya que delante también habrá un equipo muy joven, repleto de valores de la cantera de la Real Sociedad que se quieren hacer paso. Y todos esos futbolistas que se junten hoy en el centro del campo serán talentosos y querrán el balón para él. En definitiva, el Racing se va a encontrar después de mucho tiempo con un equipo que le va a disputar la posesión. Va a ser, en definitiva, otra prueba de fuego que le puede hacer crecer en todos los sentidos.

Tanto el Racing como el filial donostiarra se encuentran mucho más a gusto si tienen la posesión en su poder. Toca ver si el conjunto cántabro pelea por ella y va a buscar a su rival a su propia casa, algo en lo que ha estado insistiendo el entrenador verdiblanco, sobre todo a principios de una semana de trabajo especialmente larga por venir de jugar un sábado y no volver a hacerlo hasta hoy domingo. Se espera un encuentro con diferentes fases, con momentos de dominio local y otros en los que lo tenga la Real Sociedad B. Y la clave puede estar en los primeros, en encontrar la manera de no caerse del partido en esos minutos de incomodidad. Lo bueno es que los hombres pilotados por Aritz Solabarrieta podrán contar con la ayuda de más de cuatro mil espectadores y eso ha de empujar a la fuerza. Para ello, para sacar máximo partido a ese motor, es siempre recomendable un buen inicio. Y éste debería estar prácticamente garantizado sólo por la buena dinámica con la que el equipo cántabro va a afrontar esta contienda con ánimo de revancha.

Hoy se ponen menos de 500 localidades a disposición de los aficionados

Restan menos de 500 localidades -ya se han dispensado 3.963- para el partido que el Racing disputará ante la Real Sociedad B en Los Campos de Sport hoy, domingo, a las 17:00 horas. El Gobierno de Cantabria autorizó que El Sardinero, al igual que sucedió ante el Club Deportivo Laredo, pueda acoger ante el filial donostiarra un 20 por ciento de su aforo máximo (4.444 espectadores) a causa de la evolución en la Comunidad Autónoma de la pandemia provocada por la Covid-19. Las 481 entradas disponibles pueden ser retiradas a través de la página web entradas.realracingclub.es o en las taquillas del estadio, cuyo horario hoy será de 10:00 a 14:00 horas. Los abonados racinguistas del curso 2020/21 pueden obtener su entrada sin coste en tanto que los precios para el público oscilan entre los 10 y los 20 euros para adultos, dependiendo de la ubicación en la grada elegida; y 10 euros para los junior, en cualquier lugar del estadio.

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