En las anteriores temporadas en las que el Racing ha estado en Segunda B, nadie discutía que Iván Crespo fuera a ser el titular. No había debate. En sus dos primeras campañas como verdiblanco le pusieron a un rival de altura como Raúl Domínguez, pero en la tercera incluso se ahorraron ese rol fichando a Jagoba Zarraga simplemente porque tenía menos de 23 años. Le costó, pero el capitán logró a la cuarta el gran objetivo que se había marcado desde que había fichado por el equipo verdiblanco, que era ascender a Segunda. Durante su ya dilatada trayectoria como futbolista, la categoría de plata se le ha resistido y nunca ha logrado tener continuidad para demostrar si da el nivel o no lo da. Tampoco la tuvo en el Racing, cuando ya le pusieron complicado luchar por el puesto cuando el club se trajo cedido a un mediático cancerbero cedido por el Real Madrid y, para colmo, se lesionó en plena pretemporada. Ese año prácticamente en blanco es lo que ha hecho que, con vistas a la nueva temporada, pueda haber debate. ¿Jugará Iván Crespo o lo hará Lucas Díaz? Contra el Amorebieta lo hizo el segundo y eso pudo dar algunas pistas. Sin embargo, no estuvo acertado y eso puede dejar la puerta abierta. El domingo se verá.

Por ahora, los protagonistas no saben nada sobre quién va a jugar. «No nos ha dicho nada el míster y tampoco sé si nos dirá algo antes del domingo, por lo que hay que estar preparado para lo que sea», reconoce el capitán verdiblanco. Incluso para no jugar. Un guardameta se juega mucho la primera jornada porque, a partir de ahí, resulta complicado saltar del estatus de suplente al de titular. Y él lo sabe. El golpe si no se ve en el once puede ser grande porque, además, reconoce que este año incluso tiene «más ganas que los anteriores» de comenzar y de volver a disfrutar de su profesión porque viene «de una temporada muy mala a nivel personal y colectivo». Es bien consciente de que «cada vez» le queda menos a su carrera como futbolista y, el día que se le acabe, le gustaría marcharse con «buen sabor de boca». Y éste se adquiere jugando.

El portero cántabro quiere volver a sentirse protagonista y asegura estar «preparado para jugar». Siempre lo está. No teme las decisiones que puede tomar el entrenador porque, a día de hoy, no contempla una opción diferente a la de no ser él quien se ponga bajo palos en el partido contra el Portugalete. «Por mi cabeza siempre pasa jugar, tanto hoy como el año pasado. Yo siempre que entreno y formo parte de un colectivo compito para jugar y doy el cien por cien aunque al final todo dependa de la decisión del entrenador», recuerda el capitán verdiblanco.

De este modo, el guardameta cántabro asegura tener «los cinco sentidos puestos en lo que viene» para afrontar «lo que toque y disfrutar de cada día». Porque deja bien claro que, aunque vaya cumpliendo años y sea uno de los veteranos del vestuario, mantiene la ilusión de un novato. «Lo que más me gusta es jugar a fútbol y soy feliz haciéndolo», recalca. Tanto es así que ni se plantea la posibilidad de que la temporada que está a punto de comenzar vaya a ser la última. Sí reconoce que en la etapa vital y profesional en la que está «no puedes mirar a largo plazo», por lo que, simplemente, se mueve a partir de sensaciones. Y éstas son buenas: «Físicamente estoy bien y mantengo las ganas por jugar y por venir todos los días a entrenar. Y mientras mi cabeza esté así, yo voy a seguir».

buena mezcla. Es Iván Crespo uno de los viejos del lugar, uno de los tres únicos futbolistas que superan la treintena en un vestuario cargado de canteranos y de fichajes que, como mucho, tienen 26 años. Al capitán le gusta la idea porque siempre ha mostrado su satisfacción por ver a «gente de Cantabria joven y con esa ilusión por representar a su equipo». A estos suma a otros jugadores «jóvenes pero ya con experiencia en la categoría que vienen a un sitio grande y a un club histórico a conseguir el objetivo». La tercera pata la forman los que continúan del curso anterior, que no son muchos pero que sí mantienen «esa ilusión de devolver al Racing al fútbol profesional». En su opinión, es una «buena mezcla» en la que confía para conseguir buenos resultados.

El objetivo no es negociable. Lo tienen todos asumido. «Esta categoría se le queda pequeña al Racing», resume Iván Crespo. Sólo vale subir pero también tiene claro que «con el escuso sólo no se sube, sino que hay que trabajar mucho e ir mejorando día a día». No hay más recetas. Los primeros pasos se han dado durante una pretemporada que, como admite Iván Crespo, «se ha hecho larga». Es cierto que los futbolistas han dispuesto de «bastantes partidos», pero confiesa que, «al final, siempre te hace falta la adrenalina que te da la competición». Por eso todos tienen ganas de recuperar viejas sensaciones y de, en definitiva, sentirse futbolistas de verdad. El gran día se va acercando y el capitán admite que «se nota». «Tenemos muchas ganas de empezar y de conseguir el objetivo y creo que estamos preparados para ello», advierte.

Todo se va a unir en un mismo punto porque, en principio, el primer partido liguero coincidirá también con el primero en el que podrá entrar un número significativo de aficionados a Los Campos de Sport. «Ni me acuerdo cuándo fue el último partido que jugué con bastante público», apunta el portero cántabro. Posiblemente, fue el del playoff de ascenso contra el Atlético Baleares. «Jugar en El Sardinero es una pasada. Para mí, es el mejor estadio del mundo. Me gusta jugar ante nuestra gente y, cuantos más seamos, mucho mejor, ya que la gente de aquí ayuda mucho», afirma.

Lo que todos tienen claro, tanto dentro como fuera, es que va a ser una temporada compleja y posiblemente accidentada por culpa del coronavirus. «Habrá que convivir con ello», asume el capitán verdiblanco. Entiende que, «entre comillas, habrá que tratarlo como una lesión y como una parte más del juego». A esto hay que sumar que la competición tendrá «un formato diferente» que la hará «más corta». Esto se traduce en que «el margen de error se reduce mucho», por lo que hay que «empezar sumando de tres en tres y salir todos los partidos a ganar porque los puntos se suman también para la siguiente fase».

Asegura el guardameta que el vestuario «está bien» por mucho que los últimos encuentros de la pretemporada no fueran tan bien como otros anteriores. «El Amorebieta nos superó. Va a ser un equipo que va a estar arriba porque lleva bastante tiempo con ese entrenador y tiene las ideas muy claras», explica. Con todo, tiene claro que el Racing «tiene mucho margen de mejora» y, de hecho, considera que la derrota cosechada el pasado domingo «viene bien para apretar más y afrontar el partido contra el Portugalete con las orejas pinadas y teniendo claro que no va a ser un rival fácil».