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El Diario de Cantabria

ADRIÁN BALBOA

«Soy muy aguerrido»

Balboa se presentó ayer en sociedad y hoy completará su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros 

Balboa, posando para los medios gráficos ayer en Los Campos de Sport. / Hardy
Balboa, posando para los medios gráficos ayer en Los Campos de Sport. / Hardy
«Soy muy aguerrido»

Se ha hecho esperar, pero Adrián Balboa ya está aquí. El próximo fin de semana se cumplirá un mes desde que el Racing anunciara su fichaje y ayer hizo siete desde que jugó su último partido. A saber cuándo podrá volver a jugar tras tanto tiempo de pausa. Por de pronto, hoy realizará su primer entrenamiento junto a sus nuevos compañeros. Y ya debe de tener ganas después de medio año ejercitándose en solitario. En medio, aprovechó todo ese tiempo para ser padre pero la experiencia, por ahora, ha sido un tanto efímera para él, ya que ha llegado a Santander solo aunque con la confianza de reunir de nuevo a los suyos al otro lado del charco. La que está iniciando ahora es su segunda aventura europea tras una primera en la que las cosas no fueron demasiado bien pero ahora dice estar mejor preparado. «Ahora tengo más madurez y creo que me va a hacer bien a mí y a mi carrera», afirmó en la mañana de ayer, en el acto que sirvió para presentarle oficialmente.

El jugador uruguayo tenía ganas. Es normal. Desde hace un mes podía decir a su gente que era jugador del Racing pero no lo podía demostrar porque seguía en territorio americano mientras los hombres de Javi Rozada avanzaban en la pretemporada. Durante todo este tiempo, ha sido un compañero virtual para los demás. Ha seguido los partidos por internet y ha hablado a menudo tanto con Pedro Menéndez como, sobre todo, con Javi Rozada. Lo único que él podía hacer mientras se resolvían los trámites burocráticos era mantenerse y ponerse en forma y con eso cree que ha cumplido. Ahora le toca refrescar y volver a sentirse jugador profesional después de tanto tiempo.

Aseguró Balboa que la llamada del Racing no le provocó demasiadas dudas a pesar de militar en la tercera división del fútbol español y venir él de jugar en la máxima categoría de diferentes países americanos. De hecho, su último partido oficial hasta la fecha, del que ayer se cumplieron siete meses, fue el trece de marzo, el mismo día que el Racing debía haber disputado aquel partido contra el Lugo que creía que lo podía haber cambiado todo. Fue un encuentro de la Copa Libertadores contra el Racing de Avellaneda mientras defendía los colores del Alianza de Lima. Por lo tanto, entró al túnel pandémico disputando la mejor competición de América para recalar tiempo después en Segunda B. Y lo más curioso es que no le dio demasiadas vueltas al ofrecimiento. Al menos, así lo explica él: «Desde el primer momento que tuve oportunidad, tuve intenciones de venir aquí». Tuvo en mente el viejo Racing de siempre y que, por tanto, es un «club con mucha historia y un equipo de Primera». Es de los que vio Los Campos de Sport por televisión mientras le salía la barba y soñaba con conquistar Europa. No lo hizo a la primera porque, en su opinión, «era muy chico y no estaba maduro», pero la de ahora cree que puede ser la buena.

Para llegar a Cantabria desde Montevideo tomó un vuelo de doce horas que le dejó en Madrid para tomar allí otro que le trajo a Santander. La llegada se produjo el pasado lunes por la mañana y lo primero que hizo fue trasladarse a Los Campos de Sport para conocer a sus compañeros y tener una primera impresión de las instalaciones. Obviamente, él estaba reventado. Se fue a descansar y ayer le tocó ejercitarse primero de manera liviana con los jugadores lesionados, ya que la plantilla gozó de una jornada de descanso, y luego ponerse a disposición de los medios de comunicación para, por la tarde, de nuevo ir a descansar hasta coger cuanto antes el nuevo horario.

Reconoció Balboa que llevaba mucho tiempo sin entrenar con un equipo y que lo ha venido haciendo «sólo con un entrenador personal». Lo lógico, por lo tanto, es que necesite un tiempo para coger el ritmo de sus compañeros y volver a sentirse importante sobre un terreno de juego. Porque no es lo mismo que un futbolista entrene por su cuenta que hacerlo en grupo y jugando partidos. Por lo tanto, la verdadera puesta a punto deberá desarrollarse con la temporada ya empezada, como sucederá con Patrick Soko, a quien se espera a finales de semana, o a Joan Maynau, que fue de los primeros fichajes pero que, por ahora, lo único que ha hecho como racingusita es lesionarse.

Lo importante es que el nuevo delantero verdiblanco asegura sentirse «muy bien» y llegar al Racing «con muchísimas ganas». En su opinión, ese estado de forma y de ánimo va a ser importante para «ayudar a que el estado físico se vaya poniendo al día cuanto antes» y a alcanzar «rápido» un punto que le permita ser útil para su entrenador y para sus compañeros, ya que, aunque la pretemporada ha sido muy larga, él acaba de llegar. No la ha podido disfrutar porque el domingo ya habrá tres puntos en juego.

Le tocó a Balboa definirse como jugador porque hay que estar muy especializado en fútbol americano para tener referencias de él. Quien más y quien menos  buscó vídeos suyos una vez que el Racing anunció su incorporación, pero no es lo mismo. Tienen trampa. Por eso siempre es una buena idea que él mismo se venda. Dijo que no le gusta, pero se lanzó por no dejar de responder a una pregunta nada más llegar: «Me defino como un jugador muy aguerrido, no egoísta y de compañerismo al cien por cien». Insistió en que siempre piensa en el equipo antes que en sí mismo. «En todo los lugares en los que he estado me han destacado por eso», subrayó. No se trata, por lo tanto, de uno de esos devoradores del área que lo rematan todo sin mirar a los lados y que están muy pendientes de su cuenta goleadora porque sin ésta se quedan en nada, sino de los que gusta hacer mejores a los de al lado. Quizá ahí se explique que nunca haya destacado por su faceta goleadora. Su mensaje se pareció mucho al enviado por Nana la semana pasada. En la dirección deportiva han buscando un plantel con un perfil específico y donde han considerado fundamental que se genere un buen ambiente y, al menos a priori, parece que se puede conseguir a poco que las cosas vayan bien.

En ese sentido, Pedro Menéndez, que estuvo a su lado en la mañana de ayer, aseguró que estaban «muy contentos», con la incorporación de Balboa. De él destacó que tiene «un currículum detrás importante» al haber pasado ya por las primeras divisiones de Argentina, Uruguay o Chile o de jugar la Copa Libertadores en Perú con el Alianza de Lima. «Se trata de un delantero trabajador, de equipo y que nos va a dar trabajo, de los que dan la vida en cada partido», explicó. Además, como ha hecho con los demás fichajes, que han estado todos entre los 24 y los 26 años, destacó que está «en edad de crecimiento» y, además, agradeció «el esfuerzo que ha hecho por estar aquí» por las circunstancias familiares que tenía a día de hoy. «Desde el primer día que contactamos con él puso mucha ilusión, viene de jugar en primeras categorías y si viene aquí es porque de verdad ha puesto mucho interés en venir desde el primer día», aseguró el técnico asturiano.

De la Segunda B había oído hablar poco Balboa. Por eso, cuando le llamó el Racing y le precisaron que sería para jugar en la categoría de bronce, echó mano de su agenda y de sus contactos para hablar con compañeros o excompañeros que había tenido en otros equipos «y que ya habían jugado en Segunda B». Y la conclusión que ha sacado después de recabar dichas opiniones es la de que se trata de «una categoría muy dura y que, aunque sea la tercera división española, no lo parece porque es muy, muy dura». Está por ver si, tras haber jugado en primera en varios países, se hará a verse, de pronto, jugando en escenarios como La Florida, Gobela o Urritxe, pero él dice estar «preparado».

Como se apellida Balboa, los más imaginativos no dudaron en llamarle Rocky, como el boxeador al que ha encarnado Sylverster Stallone en, por ahora, ocho películas. Él dice que no le importa porque «desde pequeño» se lo han dicho de vez en cuando. Lo que sí precisa es que a él, tanto sus amigos de toda la vida como sus compañeros en los diferentes vestuarios por los que ha pasado, le suelen llamar ‘Rocko’, por lo que es posible que si alguien le dice Rocky, no se dé la vuelta. «Pero bueno, que no me molesta porque lo tengo bien asimilado», apuntó.

Está por ver si entre sus compañeros racinguistas también se asienta el Rocko en vez del Rocky, pero lo que tiene claro es que en el equipo va a tener competencia porque su entrenador viene apostando por jugar con un solo delantero y hay cuatro en la plantilla. Además de él, están Javi Siverio, Jon Ander y Cédric, por lo que no va a resultar barato disfrutar de minutos. Menos aún cuando, además, él comenzará más tarde que los demás y con una preparación física a la que le faltará adquirir el ritmo de competición adecuado. Lo que sucede es que ese ritmo sólo se puede adquirir jugando. No hay otra receta posible.

«Soy muy aguerrido»
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