25.04.2024 |
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Solabarrieta: «Está claro que hay una evolución»

Aritz Solabarrieta. / alerta
Aritz Solabarrieta. / alerta
Solabarrieta: «Está claro que hay una evolución»

Aritz Solabarrieta se marchó ayer de Zaragoza orgulloso, sobre todo, del primer tiempo que había completado su equipo, el cual sólo había quedado empañado por un par de «errores gordos» de los que no quiso responsabilizar a nadie en concreto. Tampoco hacía falta porque cualquiera pudo ver el partido. Tras el descanso, asumió que habían pasado «menos cosas» y, sobre todo, una fase en la que habían «tenido menos el balón» y en la que se rondó el empate, pero el Racing fue capaz de pasar el mal momento sin recibir un nuevo gol para, a continuación, sentenciar y dar «un poco más de pausa» al juego hasta dejar que se acabara la contienda.

«En la primera parte creo que hemos estado bien tanto con el balón como sin el balón, generando superioridades por dentro y haciendo mucho daño», resumió el entrenador vasco del Racing. Éste destacó que tenían bien estudiado a su rival y que sabían «cómo jugaban», algo que supieron contrarrestar generando incluso numerosas llegadas al área rival. «Les hemos podido hacer mucho daño pero es evidente que si cometes errores... Errores siempre va a haber en el fútbol, pero si son tan gordos, y no es cuestión de señalar a nadie, es jodido y complicado sobreponerse después», apuntó el técnico verdiblanco.

Presentó Solabarrieta una alineación novedosa con un centro del campo poblado y talentoso con el balón. En ese sentido, recordó que «todos los entrenadores del mundo» intentan siempre «hacer todo lo posible por poner a la gente que cree que mejor está». Y destacó que, de los que jugaron, sólo Martín Solar llevaba tiempo sin aparecer, «pero está entrenando bien y creía que con esta forma de jugar, con más gente por dentro, iba a ayudar mucho con balón y sin balón». Y considera que el santanderino estuvo «muy bien». Fue sustituido en el primer tramo del segundo tiempo para que entrara Cejudo y, junto al resto de sustituciones, recuperar también «el dibujo más original» volviendo a jugar con extremos, doble pivote y un media punta.

Admitió el técnico verdiblanco que el Ebro había comenzado el encuentro «empujando mucho». Sin embargo, una vez pasado ese tramo inicial, percibió que su equipo había mostrado «una superioridad muy clara tanto con balón como sin balón, generando espacios y siendo capaces de llegar, generar y hacer goles». Lo que sucede es que el Racing dio la impresión de empeñarse en meter a su rival en el partido cuando durante muchos momentos dio la sensación que estuvo a punto de saltar de él. «Esos goles que tanto cuesta hacer, casi nos los metemos a nosotros mismos. Con tan poco nos hacen...», lamentó Solabarrieta. Y lo peor de todo es que no fue una cuestión de un día aislado, sino que, como él mismo admitió, era algo que ya había sucedido en Tarazona. «No es fácil recomponerte de algo así, pero también es verdad que había gente joven y mucha carne fresca en el campo, pero son vivencias que les va a venir bien», apuntó.

Ante esta preocupante situación que demanda marcar muchos goles para sumar puntos, urge buscar soluciones, pero Solabarrieta admitió que no la tiene: «Si la tuviese, intentaría que no volviera a pasar». En ese sentido, puso la pelota en el tejado de los futbolistas, porque recordó que el fútbol es de ellos y, a su vez, funciona en base a «acierto y error». «Los equipos que menos fallan y que más aciertan son los que más arriba están», sostuvo el entrenador del Racing. En ese sentido, sólo le quedó mostrar su deseo de «intentar aprender para que no vuelva a pasar». «El miércoles hay un partido muy, muy importante para nosotros y tenemos que intentar que la gente se recupere y preparar al máximo el partido», apuntó.

Con el objetivo de clasificarse para la Primera RFEF prácticamente en la mano, la temporada se puede hacer muy larga, pero Solabarrieta lo tiene claro: «Yo no quiero que acabe. Tenemos que ser capaces de disfrutar de este camino». Y quiere hacerlo porque es consciente de que ha habido «momentos muy duros este año». «Hemos hablado antes en el vestuario y les hemos recordado que ellos son los auténticos protagonistas, ya que los que estamos alrededor somos actores secundarios», precisó. De hecho, cree que su función es la de «respetar y hacer todo lo posible para que el contexto que se encuentren los jugadores sea el más favorable posible».

No quiere caer el técnico verdiblanco en el mensaje de que ganando el miércoles ya estará todo hecho por mucho que fuera prácticamente una evidencia. Solabarrieta no se fía porque recuerda que cuando llegó al Racing se estrenó con tres derrotas consecutivas, lo que cree que ha sido «una losa enorme». «Es cierto que el objetivo está ahora más cerca, pero no basta», insistió. Ayer le gustó la primera parte y cree que lo visto en la misma puede ser el camino porque, en su opinión, supuso «un paso más con el balón y asumiendo riesgos». Lo malo fueron esos errores atrás que transmiten una imagen de vulnerabilidad con la que no se puede ir muy lejos. «Lógicamente, nunca quieres cometer esos errores, pero está claro que hay una evolución y esperemos que el miércoles se pueda mantener una continuidad», apuntó.

Solabarrieta: «Está claro que hay una evolución»
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