18.04.2024 |
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Solabarrieta: «No hemos estado nunca cómodos»

Aritz Solabarrieta. / Hardy
Aritz Solabarrieta. / Hardy
Solabarrieta: «No hemos estado nunca cómodos»

Aritz Solabarrieta se marchó a casa admitiendo que su equipo no había estado «cómodo en ningún momento», lo que hizo imposible que su equipo consiguiera la victoria que había salido a buscar. Necesitaba ganar el Racing y no lo hizo, por lo que la decepción del entrenador y de los jugadores resultó mayúscula una vez que terminó el encuentro. El técnico vizcaíno admitió que el Arenas les había impedido plasmar sobre el terreno de juego lo que habían preparado en la pizarra y, de este modo, la historia acabó con un empate que incluso pudo ser peor.

«No hemos estado cómodos ni con balón ni sin balón», confesó el técnico verdiblanco en sala de prensa. Admitió que el juego ofensivo de los suyos resultó «demasiado previsible». Como mínimo, era un juego que no tenía «la marcha que solemos tener ni entrenando ni en otros partidos que hemos jugado otros días». Al Racing le costó construir acciones de peligro y sin éstas no hay goles: «Nos ha costado y, por mucho que al final queríamos, no hemos podido».

El segundo tiempo resultó especialmente decepcionante. Y es obvio que el equipo fue víctima de su propia ansiedad, la cual se generó por «esa necesidad o esa obligación de tener que ganar». En opinión de Solabarrieta, eso «a veces te lleva a precipitarte», lo que acaba derivando en imprecisiones. Y es que, lamentó el entrenador vasco que hubieran «cometido errores y un montón de pérdidas» que no se corresponden con la teórica calidad de los futbolistas del Racing. «Eran errores que no solemos cometer porque no es habitual que estos jugadores los cometan, pero hoy (por ayer) ha pasado y, al final, eso ha hecho que nos haya costado», explicó el preparador del conjunto cántabro.

Recalcó Solabarrieta que su equipo sí había logrado encontrar, sobre todo en la primera parte, espacios por los que poder acercarse hasta el área rival, pero eso no derivaba en nada. «No conseguíamos hacer daño», admitió. De ahí «el golpe» que terminaron recibiendo cuando el colegiado pitó el final de la contienda. «Queríamos ganar pero no hemos podido hacerlo», destacó. De este modo, ya sólo les queda «mirar a la segunda fase pare que el equipo esté en esa liga pro (Primera RFEF) el año que viene». Y recordó Solabarrieta que el equipo tiene «nivel y capacidad para poder hacerlo». Sería, de hecho, incomprensible que el Racing no fuera capaz de hacerse con uno de los 36 boletos que se ponen en juego entre los 102 equipos que tiene este año la categoría de bronce.

Le preguntaron al técnico vizcaíno si creía que, una vez fracasada la misión de conseguir un sitio entre los tres primeros, podía peligrar su cargo. A esto respondió asegurando que era «consciente» de estar «pagando un peaje muy caro por los primeros diez días» en los que perdió tres partidos consecutivos. Sin embargo, fue un poco más allá: «También veo al club y al equipo crecer». En ese sentido, volvió a poner en valor que con él estaban siendo titulares «tres jugadores que el pasado año estaban en Tercera (Ceballos, Mantilla, Iñigo y se olvidó de Lucas Díaz) y uno incluso en el juvenil (Pablo Torre) y ese es un peaje que estamos pagando». Lo volvió a decir como si fuera una obligación y no estuvieran jugando ahí por méritos propios.

«Es algo que como club hay que hacer porque sabemos que todo el mundo quiere ascender e incluso volver a Primera División, pero para conseguirlo tenemos que construir un Racing que tenga cimientos, que creo que es lo que se está haciendo. Y eso requiere su tiempo», explicó Solabarrieta. Quiso puntualizar que ese plan de mirar a medio o largo plazo no es incompatible con el objetivo de ascender, algo para lo que, según dijo, habían trabajado.

Insistió el técnico vasco en que suele ser el más autocrítico porque no es una persona que «eche balones fuera», sino que se mira a sí mismo «el que más». «Me lo cuestiono todo, la alineación, cómo ha sido el previo, mi actitud durante el partido, los cambios...», relató. En ese sentido, afirmó que en el segundo tiempo había buscado tener mayor presencia en el área para aprovechar algunos centros al área que esperaba tener, pero éstos al final no se dieron.

Con el cambio de Óscar Gil, que no estuvo provocado por ninguna cuestión física, lo que buscó el entrenador es una mejor salida de balón recordando que el navarro tiene que jugar a pierna cambiada. «Habíamos hablado de que Isma (López) bajara un poco más abajo para salir mejor pero una cosa es el plan que uno tiene y otra que salga bien», apuntó. Y ese, precisamente, no salió bien.

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