Admitió Javi Rozada  que la entrada de Martín Solar había conseguido «cambiar el partido» porque había estado «genial». Es más, recalcó que se lo merecía «por cómo entrena a pesar de no estar entrando habitualmente en las alineaciones». Destacó que había aprovechado bien su oportunidad como antes también habían hecho Iñigo o Pablo Torre, por lo que se mostró «contento porque se lo merece».

Martín Solar entró al terreno de juego en sustitución de Cejudo, que dio un gran golpe en el banquillo cuando fue sustituido. «Me parece perfecto. Y no voy a decir lo que comentó en alto...», apuntó el entrenador asturiano. Por su parte, no está enfadado porque, de hecho, considera que el cordobés había hecho «un buen partido». «En el primer tiempo nos ha dado muchísimo y nos ha ayudado a asentarnos en campo contrario escogiendo muy bien las situaciones en las que intervenir», relató. «Lo hizo genial», añadió. La interpretación de Rozada fue que Cejudo se enfadó consigo mismo y no con él. Y se aferró a que, según él, no estuvo tan afortunado en el segundo tiempo, cuando recordó una ocasión en la que tiró a portería teniendo las opciones de Balboa y Bustos o que quizá no acertó en los últimos pases. Sin embargo, Rozada insistió en que le gusta «que se enfade porque un jugador como él y con ese talento nos puede dar mucho más».

La apuesta que planteó ayer Rozada salió bien pero eso no quiere decir que, a partir de ahora, el planteamiento vaya a ser siempre el mismo porque entiende que «cada partido en Segunda B es muy complicado». «Hoy (por ayer) fuimos muy superiores y se notó la dinámica del Barakaldo», afirmó. De hecho, su intención fue estar «muy altos en todas las líneas y valientes en las presiones» porque era lo que pedía jugar ante un rival con buenos jugadores pero «sin confianza». De este modo, entendió que lo normal es que ya se hubieran ido al descanso ganando «y en el segundo tiempo lo normal era que fueran cayendo los goles».

Destacó Rozada las diferentes alturas que tuvieron en todo momento Pablo Torre y Cejudo. Recordó que él en todo momento había querido cambiar el sistema de tres centrales para buscar uno con el que poder «dar un paso hacia delante» y lo dieron. Lo que él quería era «jugar como hoy (por ayer) en el sentido de tener el dominio del partido y del balón y de presionar en campo contrario». Y es que, considera que «la presión tras pérdida es la clave en esta categoría». «Si lo haces bien, marca el factor diferencial», añadió.

Ayer se quedó Nana fuera de la convocatoria y explicó que no tenía nada que ver con su rendimiento y ya anunció que en Leioa «seguro que irá convocado y tendrá minutos». Incluso no sería extraño verle como titular. Lo que quiere es que en los tres partidos que hay esta semana, «todo el mundo juegue». En cuanto a Soko, que fue la gran novedad en la alineación de ayer, quiso recordar el entrenador que venía de estar muchos meses parado. Eran conscientes de que el partido podía estar por su banda porque su intención fue «fijar dentro para soltar fuera». De ahí también la titularidad de Balboa por el centro. Considera que consiguieron generar «muchas situaciones de uno contra uno» y, además, cree que también le hicieron «muchos aclarados» que no logró exprimir del todo. «Lo ha intentado y cuando se metió dentro tomó buenas decisiones, pero le faltó desbordar por fuera y ponerla», apuntó. Y es lo que más se le pide a un extremo como él.

En cuanto a Pablo Torre, que había pedido el cambio, afirmó que está «perfecto» y que simplemente había notado que se le subía el gemelo por el esfuerzo y que por eso había pedido el cambio. «Hay que tener paciencia con él porque es un niño de 17 años en una categoría muy exigente», advirtió. De hecho, intuye que para él es «más difícil» jugar en Segunda B de lo que lo sería «en una categoría superior». Por eso cree que «hay que cuidarlo y conseguir que su rendimiento sea bueno».

En cuanto al gol que abrió la victoria, que fue diseñado en la pizarra, quiso dar el «mérito a los jugadores, que son los que lo ejecutan». También puso en valor la aportación de los jugadores «que salen de refresco» porque, por ahora, son quienes están marcando los goles. De hecho, todos los anotados hasta la fecha han llegado desde el banquillo a excepción del de Ceballos, que fue quien abrió la cuenta contra el Alavés B. «Eso quiere decir que, al final, todos están enchufados y que todos quieren participar», subrayó. Tiene claro que «todos los jugadores tendrán su momento porque se lo merecen» aunque sí cree que va a ser «complicado» gestionar lo de los delanteros, ya que hay muchos y sólo juega uno.